El recién nacido está diseñado para mamar

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Si quisiéramos reproducir la forma en la que succiona el bebé del pecho de la madre seria algo imposible, porque sólo él puede hacerlo. Tiene ciertas características físicas que hacen que el recién nacido esté diseñado para mamar.

El mecanismo de succión y los movimientos que realiza están perfectamente coordinados para poder extraer la leche del pecho, y no del pezón, como se suele creer.

Para garantizar un buen agarre, la boca debe cubrir la areola y el pezón debe estar dentro de la boca, en la parte posterior, cerca del paladar blando. Al succionar se produce una presión negativa, como una ventosa que le permite que el pecho no se escape.

La lengua del bebé es más grande en comparación con el tamaño de su boca para que haya un mayor contacto con el pecho, y a la vez, sus mejillas contienen mayor cantidad de grasa para contribuir a la correcta posición de la lengua. Esas bolas de grasa en las mejillas también ayudan a que la mandíbula no colapse al realizar el movimiento durante la succión.

Realmente es muy interesante conocer cómo funciona la lactancia materna y darnos cuenta que el recién nacido está diseñado para mamar. No cabe duda de que es su naturaleza.

En Bebés y más | Descubren que los bebés toman el pecho tal y como creíamos

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