Cada vez más pequeños utilizan nuestros teléfonos

Cada vez más pequeños utilizan nuestros teléfonos
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No seré yo quién reniegue de los teléfonos inteligentes usados por los niños, ya en alguna ocasión me han sacado de un aprieto y también me he divertido jugando con ellos. Pero el crecimiento imparable tanto del número de niños que usan los dispositivos móviles como del tiempo que les dedican junto a que cada vez son más pequeños, es para reflexionar.

Un estudio realizado en Estados Unidos por Commons Sense Media señala que entre los menores de dos años el uso de los smartphones ha crecido 28 puntos desde 2011, situándose en el 38%. Lo utilizan principalmente para juegos, vídeos y para bajar aplicaciones.

En general (hasta los ocho años), el aumento del uso de la tableta por los niños ha sido mucho mayor, situándose en un 40% respecto al 8% de hace dos años. Las pantallas tradicionales, como la televisión, pierden fuerza, aunque siguen pasando demasiadas horas viendo la tele.

Como vemos, son datos que muestran una tendencia imparable. Considero que tanto teléfonos como ordenadores o tabletas pueden ser un recurso educativo y de entretenimiento estupendo, aunque me temo que en ocasiones se conviertan en un "aparcaniños".

Tampoco me cuadra demasiado la edad tan baja. Estoy segura de que un niño de dos años se divierte si le contamos un cuento, si jugamos a escondernos, miramos al cielo, nos "ayuda" a limpiar, cantamos o bailamos juntos... Pero claro, es más cómodo que estén frente a la pantalla y de este modo no nos "quitan" tiempo.

El hecho de que su actividad frente a las pantallas sea supuestamente educativa o estimulante, nos quita los remordimientos (si es que los ha habido).

Una buena manera de lograr que los niños no sean "absorbidos" por las pantallas y hacer un buen uso de ellas es supervisar todos los juegos o vídeos de los que disponen. También limitar la conexión a Internet (lo cual además nos puede ahorrar algún susto), utilizar los aparatos con ellos y establecer un tiempo máximo de uso.

De este modo, nos aseguramos de dejar tiempo para otras actividades de ocio y juegos con otros niños, por ejemplo. Hay algunas cosas que los niños se pierden frente a las pantallas, aunque también hay otras muy buenas que podemos aprovechar (y no hacerlo sería ir en contra de nuestro tiempo en el entorno en que vivimos).

Pero hagamos esta reflexión, y tal vez la próxima vez que vayamos a dejarle a un niño nuestro teléfono o antes de comprarle una tableta, nos lo pensemos dos veces y hagamos algo diferente y divertido compartiendo nuestro tiempo (y no solo nuestro dispositivo) con ellos.

Más información | Common Sense Media Foto | futurestreet en Flickr-CC En Bebés y más | Vídeojuegos: con moderación y en familia, Consejos para aprender y disfrutar con los vídeojuegos

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