El 'abrazo de la mariposa': una efectiva técnica para calmar la ansiedad en los niños y evitar que las rabietas escalen

El 'abrazo de la mariposa': una efectiva técnica para calmar la ansiedad en los niños y evitar que las rabietas escalen
Sin comentarios

Durante los primeros años de la infancia, es común, frecuente e incluso esperado que los niños tengan comportamientos impulsivos o que estallen en rabietas. Y si bien esto es parte de su desarrollo, como padres podemos ayudarles a que tengan un mejor control emocional.

Así como nosotros a veces requerimos hacer ciertas actividades para ayudar a relajarnos, nuestros hijos también las necesitan. Ejemplo de esto son la técnica de la tortuga o el método de la rana, que son utilizados para ayudar a los niños a relajarse y gestionar mejor sus emociones.

Hoy queremos compartir una técnica más, que podemos agregar a nuestra caja de herramientas emocionales, y con la que podremos acompañar a nuestros hijos: el abrazo de la mariposa.

Como ya lo hemos compartido anteriormente, la respiración es un método infalible para calmar a un niño cuando está ansioso y en esta técnica encontraremos que la respiración combinada con el tacto es clave, tanto para calmar la ansiedad como para enseñarles a autorregularse emocionalmente y evitar que las rabietas escalen.

Cómo hacer el abrazo de la mariposa

Hemos colocado aquí el vídeo de una madre practicando el abrazo de la mariposa junto a sus dos hijos, pero explicamos cómo practicar esta técnica de relajación con los niños en dos sencillos pasos:

  1. Las manos como alas de mariposa. Primero, debemos cruzar los brazos sobre el pecho y enganchar los dedos pulgares entre sí, como cuando imitamos la forma de una mariposa con nuestras manos. 
  2. Golpecitos y respiraciones. Colocando nuestros las yemas de nuestros dedos sobre la clavícula, comenzamos a dar golpecitos suaves alternando las manos, mientras cerramos los ojos y comenzamos a respirar profundo.

Continúa con los golpecitos y respiraciones profundas durante algunos minutos, pueden ser tres, cinco o el tiempo que consideren necesario, abriendo los ojos lentamente al terminar.

Una gran ventaja de esta técnica es que puede hacerse en cualquier momento, ya que no requiere de más herramientas que las propias manos y la respiración, que es fantástica para ayudar relajarnos física, mental y emocionalmente.

Foto de portada | RDNE Stock Project en Pexels

Temas
Inicio