Fecundación con semen de una persona fallecida: qué dice la ley en España

Fecundación con semen de una persona fallecida: qué dice la ley en España
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La fecundación con semen de un fallecido o fecundación post-mortem es una técnica mediante la cual se extrae semen del hombre ya fallecido para fecundar el óvulo de una mujer viva.

En España, es una práctica legal desde al año 1988, cuando se convirtió en el primer país del mundo en contemplar esta práctica con efectos sobre la filiación.

¿Se puede usar el semen congelado en caso de fallecimiento?

Está contemplado en la Ley 14/2006, de 26 de mayo, de Técnicas de Reproducción Humana Asistida en su artículo 9.2, que derogó la antigua Ley 35/1988:

"El marido podrá prestar su consentimiento, en el documento a que se hace referencia en el artículo 6.3, en escritura pública, en testamento o documento de instrucciones previas, para que su material reproductor pueda ser utilizado en los 12 meses siguientes a su fallecimiento para fecundar a su mujer. Tal generación producirá los efectos legales que se derivan de la filiación matrimonial. El consentimiento para la aplicación de las técnicas en dichas circunstancias podrá ser revocado en cualquier momento anterior a la realización de aquéllas".

Cuando no hay un vínculo matrimonial, también es posible, aclara la ley más adelante, solo para lograr el embarazo de la mujer que en el momento de la muerte es su pareja. Se puede gestar tantos hijos como se deseen.

Es decir, es necesario un consentimiento por escrito del marido o compañero fallecido que autorice el uso de su esperma con el fin de que con él se insemine a la mujer cuando él muera.

Ese consentimiento tiene que tener una serie de características: ha de ser específico para la inseminación después de la muerte, en beneficio de una mujer concreta, expreso, formal, de carácter personalísimo y revocable. Puede ser en forma de escritura pública, testamento (puede ser un testamento ológrafo que tendrá que ser homologado ante notario) o en documento de instrucciones previas. Suele ser un consentimiento informado que hay en las clínicas que llevan a cabo tales técnicas de reproducción asistida.

En el caso de hombres que serán sometidos a tratamientos médicos que podrían dejarlo estéril y se conserva previamente su semen, "se hace un adeudo en el consentimiento para que, en el caso de fallecimiento, su pareja lo pueda utilizar en los plazos establecidos", explica en Hoy por Hoy Rocío Núñez Calonge, experta en bioética y reproducción asistida.

Con el consentimiento, después del nacimiento del hijo, la filiación paterna debería ser reconocida por un juez.

Ser padre tras morir

Está la posibilidad de implantar en el útero de una mujer embriones fecundados in vitro con semen de un hombre fallecido generados con anterioridad al fallecimiento, o bien la inseminación de una mujer con esperma criopreservado de un hombre fallecido.

Pasados los 12 meses queda descartada la opción de utilizar ese material genético para uso propio, y la familia puede elegir qué hacer con él. Hay tres opciones según indica el Instituto Bernabeu: donarlo con fines reproductivos, donarlo con fines de investigación y cese de su conservación.

Este periodo de doce meses atiende a criterios meramente legales, y no a criterios biológicos, ya que las muestras criopreservadas pueden mantenerse durante muchos más años sin afectar a su calidad, aclaran.

Sin embargo, para la abogada Eva Muñoz Deiros estos 12 meses son insuficientes. Es muy poco tiempo "para recuperarte de la muerte del marido y quedarte embarazada, con su esperma crioconservado, mediante técnicas de reproducción asistida, con el desgaste físico y psicológico que todo ello conlleva".

En otros países europeos donde está permitido como Países Bajos, Portugal, Bélgica y Reino Unido, se puede utilizar dentro de los tres años a partir del fallecimiento del hombre. 

Otros casos de inseminación post-mortem

La fecundación post-mortem es tema de numerosas discusiones entre los expertos en reproducción asistida. Así, las leyes son diferentes en cada país y hay casos muy llamativos en los que incluso se ha extraído el semen tras el fallecimiento del hombre.

En 2018 fue sonado el caso de unos abuelos Reino Unido, quienes tras morir su hijo en un accidente de moto, decidieron extraerle esperma que les permitió tener un nieto mediante gestación subrogada.

En Estados Unidos, en 2019, un tribunal de California autorizó a unos padres usar el esperma de su hijo muerto para tener un nieto mediante la gestación subrogada. El semen del fallecido, que perdió la vida con 21 años en un accidente de esquí, se almacenó cuando se le extrajeron los órganos para donación.

El atleta olímpico australiano Alex "Chumpy" Pullin y su mujer Ellidy habían estado tratando de tener un bebé cuando él perdió la vida a causa de un accidente en julio de 2020. Su mujer se apresuró a recolectar el esperma de su marido con el que fue inseminada mediante fecundación in vitro (FIV) y nació su bebé.


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