Cómo debe ser la higiene íntima durante el embarazo

Cómo debe ser la higiene íntima durante el embarazo
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Durante el embarazo, muchas mujeres se asustan al notar cambios en su mucosa vaginal, pues el flujo aumenta y también puede aparecer un mayor olor corporal. En algunas ocasiones, estos síntomas hacen creer a la embarazada que padece una infección vaginal o incluso que su higiene no está siendo adecuada.

Sara Cañamero, matrona, sexóloga y fundadora de Maternatal, nos explica cómo debe ser la higiene íntima durante el embarazo y qué señales podrían indicarnos la presencia de una infección vaginal.

El flujo vaginal aumenta por acción de las hormonas

Durante el embarazo, el flujo vaginal aumenta como consecuencia de las hormonas. Se trata de un flujo claro y lechoso muy parecido al que se presenta antes del periodo menstrual, aunque más abundante. Estos cambios fisiológicos son completamente normales, pero la matrona alerta de que la embarazada no siempre sabe que pueden producirse, por lo que a muchas les llama la atención e incluso llegan a preocuparse.

"Al experimentar una mayor secreción vaginal y un cambio en el olor corporal debido a la acción de las hormonas, muchas mujeres embarazadas creen erróneamente que padecen una infección vaginal o que no se están aseando correctamente", destaca Sara Cañamero.

Esto puede hacer que caigan en dos errores que podrían tener consecuencias negativas:

Así debe ser la higiene íntima durante el embarazo

higiene íntima

Salvo que el médico o matrona indiquen lo contrario, Sara Cañamero advierte que "durante el embarazo no hay que hacer un gran cambio con respecto a la higiene íntima", pero sí seguir una serie de consejos que nos ayudarán a prevenir irritaciones o infecciones en la zona:

  • No es recomendable utilizar geles o jabones para la zona genital, ni siquiera geles específicos. "Lavar con agua es suficiente para la higiene diaria de la vulva", aclara la matrona.

  • No debemos incrementar la frecuencia de los lavados pues podríamos eliminar la flora vaginal, alterando el pH natural y elevando el riesgo de infecciones.

  • Tras la ducha o el baño debemos secar muy bien la zona, "prestando especial atención a los pliegues", pues la humedad podría predisponer a que aparezcan hongos vaginales.

  • Cuando vayamos al baño debemos limpiarnos de delante hacia atrás, prestando especial cuidado tras la defecación, por podríamos arrastrar bacterias fecales del ano a la vulva y provocar infecciones urinarias.

  • Si el aumento del flujo vaginal nos incomoda, podemos recurrir a salva slip de algodón que cambiaremos con frecuencia para que la zona siempre esté seca y no se irrite.

¿Cuándo sospechar que hay una infección vaginal y qué hacer?

Los síntomas de una infección vaginal pueden variar dependiendo de cuál sea la causa, aunque lo más común es que la mujer experimente escozor en la vulva y la presencia de flujo vaginal más abundante de lo normal y con diferente color, olor y consistencia. También podría presentarse dolor y ardor al orinar y durante o después de mantener relaciones sexuales.

Como nos comentaba Sara al inicio, en caso de que la embarazada sospeche que padece una infección vaginal debe acudir de inmediato al médico o matrona, quien mediante un frotis o cultivo confirmará o descartará el diagnóstico.

"En ningún caso debemos autodiagnosticarnos y medicarnos nosotras, pues no solo podría no ser necesario, sino además, ser contraproducente"

"Si el diagnóstico de vulvovaginitis se confirma, ya sea una vulvovaginitis por causas irritativas o por infección bacteriana, sí debemos utilizar productos específicos para la higiene genital", aconseja Sara Cañamero. "En estos casos, además del tratamiento médico, podría ayudar el uso de geles con esencia de árbol de té, vitamina E e incluso probióticos".

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