Los alumnos de la ESO ya no tendrán notas numéricas y podrán pasar de curso sin límite de suspensos: pros y contras

Los alumnos de la ESO ya no tendrán notas numéricas y podrán pasar de curso sin límite de suspensos: pros y contras
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El 29 de marzo el Consejo de Ministros aprobó el nuevo currículo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), con el que se pretende potenciar la capacidad de razonar, la lógica y el pensamiento, y dejar poco a poco a un lado la mera memorización en el aprendizaje.

Se trata de una serie de medidas centradas también en luchar contra las altas tasas de abandono escolar temprano y de repetición en España, lo que supone un 9%, frente a la media de la OCDE que es del 1,9%.

Hablamos sobre dos de sus medidas clave y reflexionamos sobre cuestiones relacionadas con sus beneficios y sus inconvenientes.

Se eliminan las notas numéricas y se puede pasar de curso con suspensos

Dos de las medidas que más polémica han generado son: la eliminación de las notas numéricas del 1 al 10 (ahora las notas se clasificarán en: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente) y el hecho de poder pasar de curso sin límite de suspensos.

Y con ello, desaparecen los exámenes de recuperación de junio y septiembre, por lo que los alumnos que tengan asignaturas suspendidas podrán pasar de curso siempre y cuando tengan el visto bueno del claustro de profesores.

Pero, ¿cuándo se pondrá en marcha todo esto? Según ha matizado el Gobierno, este nuevo Real Decreto se empezará a aplicar en dos turnos:

  • En primero y tercero de la ESO en el curso escolar 2022-2023.
  • En segundo y cuarto de la ESO en el curso escolar 2023-2024.

Analizamos los pros y contras de estos dos cambios centrales en la educación.

Beneficios de no tener notas numéricas

Según algunos expertos, la calificación numérica no es tan objetiva como parece, ya que no señala si el alumno ha progresado y no indica qué debe hacer el alumno para avanzar.

Tan solo "etiqueta", categoriza. Por ello, eliminar estas notas numéricas podría resultar beneficioso para el alumno y, más concretamente, para su evaluación.

Y en esta línea, podemos cuestionarnos, o preguntarnos, realmente qué significan los números: ¿qué significa tener un 6 en matemáticas? ¿Y un 8 en sociales? ¿Indican estas notas lo que puede hacer, y lo que no, cada alumno? En realidad, no.

Un número: ¿algo tan objetivo como parece?

Así, la nota numérica en realidad no es suficientemente objetiva, aunque hablemos de un "número", ya que no matiza la evolución del alumno.

Encasillar al alumno

Además, la nota numérica podría discriminar al alumno y encasillarlo, cosa que es más difícil que ocurra con notas cualitativas.

Inconvenientes de no tener notas numéricas

Aunque las notas numéricas no sean tan objetivas como deberían, tampoco podemos obviar que estas, y según otros profesionales, podrían generar dificultades a la hora de evaluar con precisión, ya que en el rango del 1 al 10, existen más matices que en el rango de insuficiente a sobresaliente, sobre todo si incluimos decimales.

Por otro lado, las notas numéricas son muy "visuales", en el sentido de que los adolescentes de la ESO rápidamente saben dónde se sitúa su rendimiento académico (que no conocimiento o aprendizaje real) si obtienen un 4, un 5, un 6...

Es decir, les facilita el saber si tienen que estudiar más o menos para aprobar, por ejemplo.

¿Qué deben indicar o aportar las notas?

Otra cuestión importante sobre la que reflexionar es aquello que están indicando las notas; y es que, idealmente, estas deberían reflejar el progreso del alumno, pero también otros aspectos como su motivación o el tipo de aprendizaje que adquiere (¿es realmente significativo?).

Esta evaluación también debería incluir información de carácter cualitativo (más allá de si hablamos de un "8" o de un "suficiente"), sobre los aspectos en los que debe mejorar el alumno, y estrategias para ayudarle a lograrlo.

Es decir, aportaciones que puedan beneficiarle en su aprendizaje, y no limitarle.

Incluir otros aspectos en la evaluación

Rafael Feito, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, considera que “la evaluación debería reflejar bastantes aspectos. [...] el alumno agradece que se tengan en cuenta más cosas”.

Lo ideal sería incluir otros aspectos en la evaluación de cada adolescente (porque cada uno de ello es un mundo) y que, además, el alumno supiera siempre qué se está valorando de él. Ser muy claros con esto y como profesores, hacérselo saber a ellos.

La evaluación en el instituto: algo integral

En definitiva, la evaluación debería ir más allá de la nota de un examen o una asignatura, tanto si es numérica como si es cualitativa.

Así, deberían evaluarse otros aspectos, también importantes para el desarrollo del alumno, como:

Pasar de curso sin límite de suspensos

Y por otro lado, otra medida que incluye esta nueva ley es que los alumnos podrán pasar de curso sin límite de suspensos, si así lo aprueba el claustro de profesores. Pero, ¿qué pros y contras tiene esta medida?

Pros

Por un lado, esto puede hacer que los alumnos se sientan menos presionados a la hora de "aprobar", y esto puede facilitar que enfoquen los estudios de otra forma, como por ejemplo, como una forma de aprender y disfrutar mientras lo hacen (la motivación intrínseca), sin pensar tanto en el resultado final.

Y todo esto es difícil de conseguir con tanta presión que reciben muchas veces por aprobar y sacar notas altas.

Contras

Sin embargo, esta medida también tiene su contra. Y es que puede hacer que según qué alumnos se esfuercen menos a la hora de estudiar, al pensar que, si suspenden, pueden igualmente pasar de curso.

Así, la exigencia académica se reduce, lo que puede hacer que ciertos alumnos abandonen antes de intentarlo, confiando en ese "pasar de curso con suspensos", independientemente de si son dos, tres o cuatro asignaturas las no superadas.

"Los niños son como cemento fresco, cualquier cosa que caiga sobre ellos deja una huella."
-Haim Ginott-
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