Y después de las comuniones... ¿nos estamos pasando con las graduaciones?

Y después de las comuniones... ¿nos estamos pasando con las graduaciones?
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Después del “se nos está yendo la pinza con las comuniones, el juez de menores de Granada Emilio Calatayud afirma en su blog que “se nos está yendo la olla con las graduaciones”.

Y es que cada vez son más los colegios y escuelas infantiles que se suman a la moda de las graduaciones con cada cambio de ciclo, con birretes, discursos y fiesta incluidos. ¿Realmente es necesaria tanta parafernalia?

Diplomas y birretes para bebés

Hace dos años asistí a la fiesta de graduación de mi hijo mayor. No se había licenciado en una carrera universitaria. Ni siquiera había terminado el Bachiller. Era la graduación que ponía fin a su etapa de Infantil dando paso al ciclo de Primaria.

No voy a negar que me emocioné hasta las lágrimas (¡qué madre no lo haría con semejantes discursos lacrimógenos y repaso fotográfico a toda su etapa de Infantil!), pero también he de decir que al terminar la ceremonia me pregunté si realmente era necesaria tanta puesta en escena tratándose de niños tan pequeños.

Días después, una amiga me comentó que la graduación de su hija había sido similar a la del mío, con la diferencia de que su peque se encontraba en una escuela infantil y aún no había cumplido los tres años.

Diplomas personalizados con el número de la promoción que el niño ha cursado; largos discursos de profesores y directores del centro; sesiones fotográficas y una puesta en escena que nada tiene que envidiar a las películas americanas.

Y mientras, en el otro extremo del escenario, niños de corta edad vestidos con toga y birretes que ajenos a lo que ocurre a su alrededor, esperan a ser llamados para recoger un diploma que acreditará que han cumplido con éxito una etapa académica más.

"No es la primera vez que hablo de este tema, ni será la última, pero eso de que se gradúen hasta los niños de parvulitos –ahora educación infantil- me parece una exageración" - afirma el juez.

"¿Se nos está yendo la olla?"

Obviamente, cada familia tendrá su propia opinión al respecto. Conozco madres partidarias de este tipo de ceremonias escolares que, además, completan después con una fiesta particular con familia y amigos.

birrete-de-graduación

Personalmente no soy partidaria de tanta puesta en escena; primero porque lo veo innecesario cuando se trata de niños pequeños: ¿Disfruta realmente un niño de dos o cinco años este tipo de actos tan formales y ceremoniosos?

A juzgar por lo que he podido ver no lo creo así. En la inmensa mayoría de los casos, los pequeños pierden la atención en la ceremonia. Se aburren, se distraen y si hablamos de bebés incluso algunos lloran sobre el escenario o se muestran irascibles y cansados.

Pero, por otro lado, y tal como declara el juez Calatayud, ¿tiene sentido hacer una fiesta cada vez que el niño cubra una nueva etapa académica?

Profesores y directores alegan que las fiestas de graduación permiten que el alumno y la familia tome conciencia de la etapa académica que ha finalizado y reflexionen sobre la evolución de lo aprendido en los últimos tres años.

A favor o en contra, una cosa es clara, y es que junio es época de graduaciones y quien más o quien menos ya andará inmerso en la búsqueda de tutoriales online sobre cómo hacer el birrete perfecto.

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