13 claves para educar a los niños en el respeto y la tolerancia hacia los demás

13 claves para educar a los niños en el respeto y la tolerancia hacia los demás
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En 1996 las Naciones Unidas decidieron celebrar cada 16 de Noviembre el Día Internacional para la Tolerancia. Su finalidad:

"Lograr la cooperación internacional en la solución de problemas de carácter económico, social, cultural o humanitario y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinciones por motivos de raza, sexo, idioma o religión".

Abogamos por defender estos objetivos, aportándote algunas acciones claves para educar a nuestros hijos en el respeto y la tolerancia hacia los demás, desde pequeños y para toda la vida.

1. Predicar con el ejemplo

Antes incluso de aprender a hablar, los niños observan el mundo que les rodea e imitan a sus padres. Y según van creciendo, desarrollarán sus propios valores pero estarán influenciados en gran parte por las actitudes de las personas con los que han vivido, su familia.

Así que, el primer paso para que nuestros hijos sean tolerantes desde pequeños pasa por mostrar nosotros respeto por los que nos rodean.

La mayoría de los niños ven las diferencias entre sus compañeros como algo natural desde la Escuela Infantil. Parece que, a veces, el problema de falta de tolerancia lo tenemos los adultos, no nuestros hijos.

2. Corregir nuestras propias actitudes

Manos de niños de diferentes etnias

Como padres deseamos ayudar a nuetros hijos a valorar la diversidad, pero quizás seamos susceptibles a los estereotipos culturales que aprendimos, así que tenemos que hacer un esfuerzo por corregirlos.

A ellos les da igual que su amigo tenga dos madres o que a su amiga le gusten las cosas catalogadas 'de niños'. Entonces, ¿por qué a nosotros nos sorprende?

3. Demostrar respeto hacia los demás

Los niños siempre están atentos a todo lo que hacemos y decimos y quizás a veces no somos conscientes de la manera poco correcta con que nos dirigimos o hablamos de alguien diferente a nuestras creencias.

A veces, podemos manifestarlas como bromas que creemos inofensivas, y que quizás para nuestros hijos no lo sean tanto, y vayan en contra de la tolerancia.

4. Vigilar qué ven, leen y escuchan

Está bien ayudarle a seleccionar libros, juguetes, música, manualidades o videos que no vayan en contra de los valores que queremos inculcarles.

Los medios tienen un poderosos efecto en los pequeños a la hora de moldear su personalidad, así que nos conviene estar atentos a toda la cultura popular que les llega.

Y si encontramos estereotipos que creemos injustos, está bien comentarlos con nuestros hijos y explicárselos.

5. Supervisión también en Internet

Nuestros hijos, sobre todo al llegar a la adolescencia, viven en el ciberespacio, lo queramos o no. Por eso es importante que aprendan también a ser respetuosos en la Red.

En este punto, nos remitimos a la campaña “10 pasos para la tolerancia en Internet”, con una serie de consejos para la reflexión y la acción, dirigida sobre todo a niños y adolescentes, puesto que se ha concebido desde un punto de vista educativo y reflexivo.

Promovida por Movistar, Twitter, Injuve y PantallasAmigas, da estas recomendaciones:

  • Ejerce tu libertad de expresión de forma responsable. Reflexiona sobre cómo afecta a otras personas y sus derechos.

  • Párate a pensar antes de realizar una crítica. Asegúrate de que tienes información suficiente y veraz que la justifique.

  • Utiliza un tono y lenguaje respetuoso. Las expresiones hirientes o agresivas restan credibilidad y provocan reacciones violentas.

  • Recuerda que insultar, difamar, calumniar o injuriar no es hacer un buen uso de la libertad de expresión. En ocasiones puede haber consecuencias legales.

  • Ten presente que el linchamiento digital es una forma de violencia. Evita contribuir a agresiones colectivas y pon de tu parte para evitarlas.

  • Respeta a quien no es como tú o piensa diferente. La diversidad es una oportunidad para aprender y disfrutar.

  • Corta las cadenas y memes que ridiculizan ideas o colectivos discriminados. Religión, etnia, raza, nacionalidad, lengua, ideología, orientación sexual o identidad de género no son motivo de exclusión

  • Rechaza comentarios que sean una amenaza o inciten a la violencia contra un grupo social. Oponerse es la mejor forma de frenarlos

  • Intenta mostrar tu apoyo a quien consideres que está siendo víctima de un trato injusto. Un pequeño gesto puede ser de gran ayuda

6. Responder a sus preguntas de manera honesta

Van a encontrarse con actitudes y contradicciones que no van a entender: como el bulliyng, por ejemplo, a un compañero de clase por estar gordito.

Como padres tenemos que animarles a que nos pregunten y procurar responderles de forma respetuosa pero sincera, para que sigan confiando en nosotros.

7. Reconocer las diferencias dentro de la propia familia

Sin lugar a dudas, la tolerancia hacia los demás debe comenzar en nuestra propia casa y con nuestros hijos. Tenemos que demostrarles que aceptamos que sus capacidades, intereses y estilos sean diferentes a los de sus hermanos (o primos, o amigos).

Tenemos que enseñarles a valorar la singularidad de cada miembro de su familia sin comparar ni menospreciar, porque siempre hay algún niño que sale perdiendo.

8. Tolerancia no significa tolerar conductas inaceptables

No podemos permitir las faltas de respeto entre hermanos o entre otros niños y menos, que lleguen a las manos. Hay que ser firmes en este aspecto para que entiendan cuanto antes que nuestra tolerancia con la violencia es cero.

Las normas y límites proporcionan a nuestros hijos seguridad y confianza. Les sirve para entender también que no todo vale.

9. Fomentar su atoestima

Los niños que se sienten mal consigo mismos generalmente tratan mal a los demás, mientras que aquellos que tienen la autoestima alta se valoran y se respetan, y suelen tratar a otras personas con respeto.

Por eso, hay que ayudarles a sentirse aceptados, respetados y valorados. Y una forma de lograrlo es evitando las comparaciones entre hermanos.

¿Verdad que aunque les eduquemos igual cada uno de nuestros hijos tiene su propia personalidad? Pues ellos tienen que entender que son diferentes, sin sentirse culpables por no ser tan listos o tan guapos o tan buenos deportistas. Hay que alabar la cualidad en la que destaque cada uno.

Si vemos que nuestro hijo comparte, es generoso y solidario con sus compañeros o se siente mal cuando observa una injusticia, es importante hacérselo saber. Este refuerzo positivo favorece que una conducta buena se vuelva a repetir.

10. Elegir centros y actividades que promuevan la diversidad

Es importante dar a nuestros hijos la oportunidad de convivir y jugar con otros que sean diferentes a ellos. Al escoger un centro escolar o un campamento, podemos seleccionar aquellos que fomenten la diversidad.

Darles la oportunidad de jugar con niños de todas las culturas y creencias, les ayuda a descubrir de primera mano que todos tenemos algo que aportar. Así experimentarán por sí mismos las diferencias y similitudes que existen entre todas las personas.

11. Hablar con ellos de sentimientos

Expresar nuestros sentimientos (positivos y negativos) nos ayuda a desahogarnos, a liberar nuestras tensiones y a dar a conocer nuestros miedos.

Por eso, no debemos reprimirlos delante de ellos y hay que animarles a que expresen ellos también. Esto les proporcionará seguridad, y se sentirás escuchados y comprendidos. Así también estaremos favoreciendo que aprendan a tolerar su frustración.

12. Leer cuentos y jugar en familia

Los libros nos ayudan a transmitir valores a nuestros hijos. Por ejemplo, podemos leer con ellos 'El patito feo' y después hablar sobre el protagonista: por qué le tratan así, si les parece bien...

Además, los juegos de mesa son un buen aliado en la enseñanza de la tolerancia, ya que con ellos aprenden a respetar el turno, a no ganar siempre y a no tener siempre la razón.

13. Viajar y conocer diferentes culturas

Los viajes nos permiten acercarnos a otras costumbres y formas de vida.

Tengo que señalar ene ste punto, que quizás no soy muy objetiva, pues soy una defensora de los viajes como parte de su educación. Pero acepto que no todo el mundo comparta mi punto de vista de que para un niño es tan necesario examinarse de historia como perder algún día de clase para visitar la India, por ejemplo.

Jugar y conocer a otros niños y a sus padres en su día a día es otra forma de enseñarles en tolerancia y respeto a los demás. Quien piense diferente a mí, es libre, por supuesto de corregirme.

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