¿Tu bebé está irritable e inapetente? La culpa es del calor y así puedes ayudarlo

¿Tu bebé está irritable e inapetente? La culpa es del calor y así puedes ayudarlo
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¿Has notado que tu bebé se comporta de forma extraña últimamente? ¿Está más irritable de lo normal, está inapetente y no duerme bien? La culpa es del calor.

Al igual que los adultos, los pequeños también se ven afectados por las altas temperaturas. Afectan el equilibrio fisiológico, que en los niños es además más débil que en los adultos, provocando un estado de cansancio, confusión y sensación de decaimiento.

Cómo ayudar a tu bebé

  • Cambiarle el pañal en cuanto esté mojado: por más absorbente que sea el pañal, es preferible evitar la humedad en la zona del culito.

  • Evitar que el bebé sude en exceso ya que podría provocar una reacción en la piel en forma de granitos conocida como sudamina o miliaria que le vovlería más molesto e irritable.

  • Bañar al bebé a diario: refréscale cada día dándole un baño con agua tibia. Busca el mejor momento del día (al volver de un paseo, o por la noche para que vaya a dormir fresquito). Si lo bañas todos los días evita utilizar un jabón a diario, pues resecan mucho la piel. En cambio, echa unas gotitas de aceite, gel o leche especial para baño en el agua.

  • Usar tejidos ligeros como algodón o lino y en tonos claros: no le abrigues en exceso. No necesita usar una capa más que tú.

  • El aire acondicionado no es perjudicial para el bebé si se usa adecuadamente. Aquí hemos dado algunos consejos para evitar que le haga mal y todos estéis a gusto.

  • Si amamantas a tu bebé, aumenta la frecuencia de las tomas y busca sitios frescos para darle el pecho: el calor puede hacer sentir incómodo al bebé impidiéndole hacer su toma de forma normal. Si tu bebé suda mucho durante la toma, coloca una gasa o muselina entre tu piel y la del bebé.

  • Si ya come sólidos y le notas inapetente, aumenta la frecuencia de las comidas pero en menor cantidad. Ofrécele varios snacks saludables a lo largo del día en lugar de hacer comidas abundantes. Y siempre, mantenerle hidratado.

De todas formas si notas a tu bebé decaído, muy irritable o que ha perdido el apetito en exceso, no dejes de consultar con el pediatra.

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