Hay imágenes que se te quedan grabadas para siempre: el mando de la tele lleno de migas de polvorón, los anuncios de juguetes que empezaban en octubre… y esa película que, sin darnos cuenta, se convirtió en un ritual navideño.
Si creciste en los 90, seguramente tu Navidad tenía siempre el mismo ingrediente secreto: una mezcla de nostalgia, risa y aventura que te hacía sentir parte de algo mágico. Todos sabíamos que, cuando sonaba cierta banda sonora y aparecía esa casa enorme de ladrillo rojo, la Navidad empezaba de verdad.
La película que convirtió una travesura en un icono
Hablamos, por supuesto, de Solo en casa (Home Alone), estrenada en 1990, dirigida por Chris Columbus y con guion de John Hughes.
La historia sigue a Kevin McCallister (Macaulay Culkin), un niño de 8 años que vive en una casa familiar enorme y caótica en los suburbios de Chicago. La película comienza mostrando el desastre habitual previo a un viaje familiar: maletas, gritos, peleas entre hermanos y adultos al borde del colapso. En medio de ese caos, Kevin discute con su familia y desea que todos desaparezcan.
A la mañana siguiente, tras una confusión con los despertadores, la familia se levanta tarde y sale disparada hacia el aeropuerto… olvidándose de Kevin en casa sin darse cuenta. Una vez solo, el niño pasa del pánico inicial a un entusiasmo total por su recién adquirida “libertad”: comer helado en el sofá, ver películas de mafiosos y hacer todas esas cosas prohibidas normalmente.
Pero no todo será diversión: dos ladrones torpes, Harry (Joe Pesci) y Marv (Daniel Stern), planean robar las casas vacías del vecindario durante las fiestas, incluida la suya.
Kevin, al descubrirlo, elaborará un plan casero lleno de inventiva, trampas dolorosamente ingeniosas y una creatividad que ya forma parte de la cultura pop. Por el camino también aprenderá sobre la soledad, el arrepentimiento, la importancia de la familia y el espíritu navideño.
- ¿Dónde verla? En España puedes verla en Disney+, en Apple TV o en Prime Video.
Cinco curiosidades de la película
Te compartimos algunas de las curiosidades de esta inolvidable película navideña:
- La icónica casa existe en la vida real. Está en Winnetka, Illinois, en el número 671 de Lincoln Avenue, y se ha convertido en un lugar de peregrinaje para fans.
- Joe Pesci mordió de verdad a Macaulay Culkin. Durante el rodaje, en una escena del sótano, Pesci accidentalmente le mordió el dedo al niño actor.
- Fue la comedia más taquillera del mundo durante años. Recaudó 476,7 millones de dólares y mantuvo el récord hasta 2017.
- El grito del espejo fue improvisado. Culkin no debía mantener las manos en la cara, pero lo hizo de forma espontánea… y nació una escena legendaria.
- Nominaciones a premios importantes. Tuvo dos nominaciones al Oscar y dos a los Globos de Oro, incluida una para el propio Culkin.
¿Por qué sigue siendo tan especial en Navidad?
Porque no es solo una película: es un ritual. Solo en casa tiene comedia, caos, ternura, aventura y una mirada infantil genuina que sigue funcionando 35 años después.
Y, sobre todo, tiene la banda sonora de John Williams, un cóctel perfecto de villancicos, magia y emoción que ya forma parte del imaginario colectivo.
Así que, si creciste en los 90, podemos decir que Solo en casa es como un abrazo directo a tu infancia. Y por eso seguimos necesitando verla, sin falta, cada Navidad.
Foto de portada | Imagen de la película Solo en casa (1990)
Ver 0 comentarios