Retiran la custodia de un recién nacido a sus padres discapacitados psíquicos

Retiran la custodia de un recién nacido a sus padres discapacitados psíquicos
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A veces asusta la ceguera emocional de las administraciones de servicios sociales que, en vez de cuidar a las personas en dificultad, las destrozan. La semana pasada una pareja joven, sin recursos, eran padres por primera vez. Ambos son discapacitados psíquicos y no tienen hogar. Les han retirado cautelarmente la custodia de su hija de dos días de vida.

La pequeña nació sin problemas y la madre la acogió con la misma ternura que las demás mamás, iniciando la creación de un fuerte vínculo emocional y dándole el pecho. Pero 48 horas después del nacimiento los servicios sociales intervinieron y les retiraron la custodia cautelarmente por temor a que no puedan atenderla. La apartaron de sus padres. Se la llevaron sin más. La policía tenía que agarrar al padre que, desesperado, trataba de impedir que arrancaran de su lado a la pequeña.

Y yo pienso en lo que debe sentir un bebé separado de su madre sin poder entender su ausencia y la falta de su cuerpo, su olor, su seno y su mirada.

Las Asociaciones de minusválidos de toda España están presionando para que se ayude a la pareja en vez de hacer daño a esa familia separándola. La Junta se defiende diciendo que no pretenden romper el vínculo, sino garantizar la protección de la menor, pues realmente sus padres no tienen los recursos para atenderla.

Ya han atacado la base del vínculo y han hecho sufrir a estas personas, han separado un bebé de su madre sin demostrar que le estaba perjudicando estar a su lado. En vez de hacer esto lo lógico, lo humano, sería que atendieran a los padres y los ayudaran por todos los medios posibles. Posiblemente su situación económica y personal, además de su minusvalía, les impiden cuidar en solitario a la pequeña pero ¿de verdad hay que hacer esto en vez de proporcionarles apoyo?

Ante esta impasibilidad de los servicios sociales que demuestran , con estas acciones, su ceguera hacia las necesidades emocionales y físicas, además de alimenticias de un bebé, me asusto. Creo que han cometido un error. La primera solución no es separar a las familias. Su obligación es proporcionarles la ayuda y el apoyo necesarios para garantizar las condiciones adecuadas y dignas para el bebé y sus padres.

Las personas que velan por la seguridad de los bebés tendrían que ser conscientes de lo importante que es el vínculo que se crea en el nacimiento, de lo que necesita un bebé estar con su madre, y de que la lactancia materna es fundamental.

Unos discapacitados psíquicos pueden ser buenos padres. Con ayuda, podrían.

Via | La voz digital,
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