¿Por qué la infancia en los humanos es tan prolongada?

¿Por qué la infancia en los humanos es tan prolongada?
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En comparación con otros mamíferos, el período que comprende la infancia en la especie humana es mucho más extenso. Pero ¿por qué es así? ¿Por qué la infancia en los humanos es tan prolongada?

Nos lo explican científicos de la Universidad de Northwestern, quienes acaban de publicar su investigación en la revista científica Proceedings. Afirman que el desarrollo del cerebro acapara casi toda la energía ralentizando el crecimiento del niño.

Sin duda, un interesante estudio que arroja luz sobre aspectos que desconocíamos y nos da una respuesta antropológica a por qué los humanos somos la especie que más tarda en atravesar la etapa infantil.

Los humanos crecen a un ritmo similar al de un reptil durante su infancia, porque son años en los que el crecimiento se concentra en el desarrollo cerebral. Dicho de otra forma, se aminora el crecimiento del resto del cuerpo para acelerar el del cerebro.

Los científicos midieron la absorción de glucosa y el volumen del cerebro a diferentes edades y coincide que las etapas en las que el cerebro consume más glucosa es también cuando el crecimiento del resto del cuerpo es más lento.

En la infancia, la energía canalizada al cerebro domina el metabolismo del cuerpo humano. A los cuatro años el cerebro consume glucosa a un ritmo comparable al 66 por ciento de la tasa del cuerpo en reposo, o más del 40 por ciento del gasto total de energía del cuerpo.

Y a los cinco años el cerebro de un niño utiliza el doble de cantidad de glucosa, la energía que alimenta el cerebro, que la de un adulto.

Christopher Kuzawa, autor del estudio ha explicado con estas palabras su descubrimiento.

"Nuestros hallazgos sugieren que nuestro cuerpo no puede permitirse el lujo de crecer más rápido durante los años de la infancia porque se requiere una enorme cantidad de recursos para alimentar el cerebro humano en desarrollo"

Es por ello que el crecimiento del humano es más lento durante los primeros años de vida si lo comparamos con el de otros mamíferos. Porque nuestro cerebro voraz de energía acapara casi toda la actividad metabólica.

Vía | ABC
Más información | Northwestern University
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