Semana 23 de embarazo: sus sentidos se siguen desarrollando

Semana 23 de embarazo: sus sentidos se siguen desarrollando
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Seguimos con nuestra revisión del Embarazo semana a semana para detenernos en la semana 23 de embarazo, en la que seguramente ya percibirás con claridad los movimientos de tu bebé en la tripa, incluso hasta cuando tiene hipo.

El bebé sigue desarrollándose rápidamente, ganando peso y capas de grasa que le ayudarán a regular su temperatura al nacer, mientras que la madre nota cambios a nivel postural debido al aumento de peso que provoca modificaciones en la curvatura de la espalda y en las piernas.

Cambios en el bebé en la semana 23 de embarazo

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Tu bebé mide 28 centímetros de la cabeza a los pies (unos 21 centímetros de la cabeza a las nalgas) y pesa poco más de medio kilo.

Se puede notar que su piel es una fina capa que recubre su cuerpo, pero ya no es traslúcida, sino que empieza a verse rojiza y arrugada. Las capas de grasa irán depositándose debajo de la piel.

Sus ojos están completando su desarrollo, aunque su color todavía no es el color con el que nacerá pues su iris no está pigmentado. Ni siquiera será el color definitivo, pues hasta aproximadamente los seis meses e incluso hasta el primer año de vida puede no definirse.

Sus cinco sentidos se siguen desarrollando. Como comentamos en la semana 22 ya es capaz de percibir los estímulos que provienen del exterior, e incluso tener diferentes estados de ánimo. Madre y bebé están súper conectados, por tanto el estado de ánimo de la madre repercute en el bebé.

Los sistemas digestivo, circulatorio y respiratorio también siguen su desarrollo. Traga líquido amniótico de la placenta para ejercitar el sistema digestivo mientras que los pulmones ensayan movimientos de respiración, aunque hasta el momento de nacer el oxígeno que necesita para vivir es proporcionado a través del cordón umbilical que le conecta con su madre.

Cambios en la madre en la semana 23 de embarazo

Los pechos de la madre continúan creciendo por lo que ya es hora de que elijas un sujetador adecuado sin aros y con telas naturales que asegure un buen sostén y que proteja los tejidos de la gravedad. Los pezones irán adquiriendo una tonalidad más oscura y se irán agrandando.

Puede que comiences a sufrir estreñimiento, una de las molestias más frecuentes en el segundo trimestre de embarazo, ya que las hormonas ralentizan los movimientos de los intestinos. A esto se suman el aumento de la presión en los vasos sanguíneos, también rectales, por lo que es probable que asociado al estreñimiento aparezcan hemorroides.

La espalda de la embarazada también sufre cambios. El peso y volumen de la tripa hacen que se modifique la curvatura de la espalda y en las caderas provocando una leve rotación de las piernas hacia afuera. Pueden comenzar a hacerse más acuciantes los dolores de espalda y ciática, afección que sufre un 30 por ciento de las embarazadas.

Para combatirla, utiliza un calzado adecuado, aplicar calor seco en la zona, practica ejercicio de forma moderada y cuida tu postura evitando malos hábitos como estar sentada durante tiempos prolongados, cruzar las piernas al sentarse o agacharse sin doblar las rodillas.

Estos son los cambios que experimentan la madre y el bebé en la semana 23 de embarazo. En los siguientes posts continuaremos con nuestro recorrido por el Embarazo Semana a Semana.

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