Hemorragias nasales durante el embarazo

Hemorragias nasales durante el embarazo
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La congestión nasal, a menudo acompañada de hemorragias nasales, es una dolencia común durante el embarazo. Se suele tener una sensación de taponamiento y dificultad para respirar por la nariz, sin estar resfriadas.

Probablemente esta congestión causante de las hemorragias es debida a los elevados niveles de estrógeno y el incremento del flujo sanguíneo hacia las membranas mucosas de la nariz que hace que éstas se ablanden y se hinchen. Si pensamos que las mujeres embarazadas poseen de un 30% a un 50% más de circulación sanguínea en su organismo de la que normalmente deberían tener, es comprensible.

La congestión suele aparecer hacia el segundo mes de embarazo y puede durar hasta el momento del parto. Las hemorragias nasales son más comunes durante las épocas frías debido a los sistemas de calefacción que resecan el ambiente. También pueden darse tras sonarse la nariz con fuerza. Para contener una hemorragia nasal lo mejor es ponerse sentada o de pie inclinándose ligeramente hacia adelante.

Hay que mantener la cabeza en un nivel más alto que el del corazón. Presionar los orificios nasales contra el tabique con los dedos y mantenerlos así durante unos minutos, repitiendo la operación si vemos que la hemorragia prosigue. Si la pérdida de sangre es muy leve, bastará con aplicarse una bolita de algodón en el orificio nasal para detenerla. Se puede aplicar algo de hielo para que los vasos sanguíneos se contraigan.

Habitualmente bastarán unos minutos para que la hemorragia se corte. Después, hay que pocurar no sonarse la nariz durante unas horas. Si la hemorragia fuera muy abundante, provocara mareos o desvanecimientos y/o se produjeran con demasiada frecuencia, hay que consultar con el especialista para descartar otros problemas.

Pero la mayor parte de las mujeres embarazadas que experimentan hemorragias nasales no deberían preocuparse por los efectos colaterales adversos. Usualmente, la cantidad de sangre perdida es demasiado poca como para preocuparse.

Los humidificadores, la ingesta de líquidos abundante, una tirita que abra las fosas nasales, la aplicación de vaselina o suero fisiológico en los orificios de la nariz, estornudar con la boca abierta, la vitamina C, evitar los ambientes con humo, el tabaco y el alcohol... son algunos remedios que podrían mejorar la congestión y disminuir la frecuencia de las hemorragias nasales durante el embarazo.

Más información | Pregnancy En Bebés y más | Epistaxis o hemorragia nasal, Molestias en el embarazo: mareos, dolor de cabeza y congestión nasal

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