Da la impresión de que los niños crecen más durante las vacaciones. Esto es lo que dice la ciencia sobre el estirón del verano

Pareciera que los niños crecen más rápidamente durante el verano que el resto del año. El conocido estirón del verano, ¿es un mito o una realidad?

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Lucy Ortega

Quienes tenemos hijos sabemos que aunque los días son largos, los años son cortos y, cuando menos lo esperamos, nuestros hijos han crecido. Durante los primeros años de vida, los bebés crecen de manera acelerada, adquiriendo y desarrollando a una velocidad impresionante diferentes habilidades y aprendizajes.

Durante la infancia, específicamente a partir de los cuatro años, el crecimiento físico de nuestros hijos continúa, aunque de manera no tan acelerada y notoria como en sus primeros años. Y aunque, en general, el crecimiento de los niños es algo gradual y homogéneo, hay padres que después del verano ven a sus hijo más altos o que la ropa les ha quedado pequeña antes de lo previsto.

Hablamos del conocido estirón del verano, esa sensación de que los niños crecen más rapidamente durante las vacaciones de verano que el resto del año. Pero, ¿es esto un mito o una realidad? Te contamos lo que dice la ciencia.

Ya hemos explicado en otras ocasiones que son muchos los factores que pueden influir en el crecimiento de los niños. Desde la genética, determinada desde la concepción e influida por la talla de los padres, el sexo y la raza, hasta factores externos y ambientales, como la alimentación, el ejercicio, los hábitos de sueño...

Pero además de estas cosas, que la mayoría de las personas sabemos y reconocemos que ejercen una fuerte influencia en el crecimiento y desarrollo de los niños, hay algo más que también parece influir en ello: la época del año.

¿Es verdad que los niños crecen más durante el verano?

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Como mencionábamos al inicio, el crecimiento durante la primera infancia es un proceso homogéneo, aunque en algunos períodos concretos puede acelerarse y producir un estirón repentino. Algunos padres, señalan que esto parece ocurrir especialmente durante el verano, cuando al volver al cole notan que la ropa que usaban sus hijos antes de las vacaciones ahora ya no les queda. Y al parecer tienen algo de razón.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista American Journal of Physical Anthropology, los niños tienden a crecer más rápido en los meses de primavera y verano por diversas razones.

Por un lado, los días más largos hacen que los niños aumenten de forma natural sus niveles de vitamina D, que es esencial para la absorción de calcio y el desarrollo óseo, además de tener un papel importante en la regulación de la producción de ciertas hormonas, como la hormona del crecimiento.

Por otro lado, durante las vacaciones de verano los niños suelen dormir más, debido a que no hay necesidad de madrugar para ir al cole, y como ya hemos explicado en otro momento, la hormona del crecimiento se libera en mayores cantidades durante el sueño.

Otro estudio realizado en Dinamarca obtuvo resultados similares, encontrando que los niños pueden crecer hasta un 50% más rápido durante los meses de primavera y verano, en comparación con los de invierno.

En conclusión, la ciencia señala que la estación del año, principalmente por la cantidad de luz solar y el descanso que se obtiene, sí puede influir en el crecimiento de los niños y favorecer la aparición de estirones.

Foto de portada | Niños en rawpixel

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