Tenemos que hablar, como evitar los daños del divorcio

Tenemos que hablar, como evitar los daños del divorcio
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Tenemos que hablar, cómo evitar los daños del divorcio es un libro del psicólogo José Manuel Aguilar, uno de los mayores expertos en este tema.

En él el autor explica cómo puede llevarse a cabo un divorcio cuando hay hijos de por medio. Explica que no hay una edad ideal en los niños, pese a que hay edades en que el niño será más capaz de asimilar la ruptura.

Sin embargo, es mejor no aguantar una relación por los hijos, puesto que a menudo puede ser peor el remedio que la enfermedad.

El autor defiende la custodia compartida como la mejor opción porque "es la principal medida para conciliar la vida laboral y familiar de la mujer". De esta manera además se evita que el padre se convierta en el llamado "papá Burger King", que sólo ve a sus hijos días concretos y que por ello precisamente no piensan demasiado en transmitir una educación y unos valores "porque total, para dos días que los veo". Aguilar comenta también que es necesario evitar que los hijos se conviertan en un arma. Hay que "evitar que vengan con un piso debajo del brazo" y separar los bienes, hablar con ellos y explicarles que es una decisión mutua y que papá y mamá siempre estarán ahí, y, lógicamente, permitirles expresar sus inquietudes y dudas al respecto.

Desde luego se trata de un tema complicado, tanto a nivel económico (hoy en día es muy difícil vivir con un sólo sueldo) como a nivel emocional. Estoy de acuerdo con el autor en que lo mejor para todos, y sobretodo para los hijos, es que puedan estar tanto con su padre como con su madre.

En caso de ser bebés o más bien pequeños, pienso que es preferible que estén más tiempo con quien tengan un mayor vínculo, es decir, con su referente primario, aquel al que acuden en caso de "máxima necesidad" (una caída, hambre, etc.) para más tarde, cuando sean más mayorcitos compartir el tiempo con los dos indistintamente.

La finalidad debe ser siempre pensar en ellos y en su bienestar, sin utilizarlos, siendo sinceros, hablando con ellos siempre que lo necesiten. Tengo la sensación de que no suele ser así (el Diario de Patricia ha hecho mucho daño en mi mente), pero espero, por el bien de los niños, que los padres lo tengan en cuenta para que crezcan lo más felices posible con padres que les respetan y se respetan, a pesar de todo.

Vía | Revista Mía nº1139 En Bebés y más | Noticias sobre custodia compartida | Una niña escribe una guía para sobrevivir el divorcio | Los hijos como armas de guerra después de un divorcio | Los hijos de padres separados que pierden la relación con uno de ellos tienen riesgo de problemas sociales

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