El tema de los niños que tienen sus canales de YouTube o cuentas en redes sociales es uno que provoca opiniones divididas. Por un lado, hay quienes piensan que los niños no deberían sobreexponerse de esa manera y los acusan de explotación infantil por parte de los padres, mientras que otros consideran que no tiene nada de malo, pues producen contenido divertido o interesante para otros niños.
Sin embargo, dejando de lado lo que puedan pensar unos u otros, un estudio ha encontrado una problemática presente en los canales y redes sociales de los ‘niños influencers’: la cantidad de publicidad que le dan a marcas de comida rápida y golosinas a través de sus vídeos.
El estudio
Publicado en la revista ‘Pediatrics’, de la Academia Americana de Pediatría, el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nueva York hace un llamado para pedir normativas y reglamentos en los canales de niños influencers, y así regular la cantidad de publicidad que se le da a marcas de comida rápida en canales dirigidos al público infantil.
Esto, tras la conclusión del análisis que se realizó a cinco de los canales más populares de niños youtubers que existen, cuyas edades abarca desde los tres hasta los 14 años, y entre los cuales se encuentran algunos de los que ya hemos hablado anteriormente, como Ryan’s World.
De acuerdo con su investigación, en la que tomaron una muestra de 179 vídeos de dichos canales en los que se mostraban comida o bebidas, los niños y las familias hacían referencia a 291 alimentos y bebidas, y de los cuales el 90,3% eran a marcas de comida poco saludable.
La comida rápida era la que más frecuentemente aparecía en los vídeos, seguida de productos de chocolate y refrescos. Entre las marcas que más aparecían en los vídeos destaca en primer lugar la cadena de restaurantes de comida rápida McDonald’s, seguida de los chocolates Hershey’s, Kinder y M&M’s, y también luego, Coca-Cola y algunos cereales infantiles.
Este análisis se suma a otro realizado previamente por la Universidad de Liverpool en Reino Unido, donde encontraron que de 380 vídeos de influencers populares entre los niños, 92,6% hacía referencia a alimentos y bebidas, aunque en su mayoría ninguno mencionaba marcas, pero se calcula que anualmente los niños son expuestos a cerca de 5.000 muestras de alimentos poco saludables.
Los investigadores explican que estos ejemplos y muestras de comidas y bebidas pueden influir a largo plazo en las elecciones de alimentación de los niños, haciendo que prefieran aquellos que no son tan saludables, lo que podría llevar a problemas de salud como la obesidad y por lo cual, exigen que exista una normativa que regule la aparición de ellos en el contenido dirigido al público infantil.
Debemos recordar, desde luego, que es nuestra responsabilidad como padres el estar atentos a los contenidos a los que tienen acceso nuestros hijos, así como el enseñarles a tener una alimentación correcta y equilibrada.
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