Cuándo introducir el marisco en la dieta infantil

Cuándo introducir el marisco en la dieta infantil
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Cuando comenzamos a introducir la alimentación complementaria en la dieta de nuestro bebé, es normal que nos surjan dudas sobre cuándo es el mejor momento para ofrecerles cada alimento y en qué proporción hacerlo.

De entre todos los alimentos, el marisco es quizá uno de los que mayor controversia genera, dado su alto grado de alergenicidad. Crustáceos como gambas, cigalas o camarones, moluscos como almejas o mejillones, y cefalópodos como calamares, sepia o pulpo, son platos muy típicos para consumir en esta época del año... pero, ¿a qué edad pueden los niños comenzar a tomarlos?

Las recomendaciones de la AEP y AECOSAN

Según el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, "a partir del año, la mayoría de niños pueden comer lo mismo que los padres, exceptuando comidas picantes o muy especiadas y bebidas gasificadas, excitantes o energéticas". Por tanto, se puede entender que podríamos ofrecerles marisco a partir de esta edad, aunque es aconsejable consultar siempre previamente con vuestro pediatra.

Sin embargo, ciertos mariscos como gambas, langostinos cangrejos, centollos y similar contienen cadmio en sus vísceras, localizada en algunas ocasiones bajo el caparazón del cuerpo (cangrejos y centollos) y en otras en sus cabezas (langostinos, gambas, cigalas...), por lo que es recomendable evitar este tipo de consumo en menores de tres años (y, limitarlo al máximo en el resto de la población).

Así lo explica la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN)

"Los consumidores de este tipo de productos deben ser conscientes de que el consumo de estas partes de los crustáceos puede conducir a una exposición inaceptable de cadmio, particularmente cuando el consumo es habitual"

"Este metal no tiene ninguna función biológica en humanos ni en animales pero, aunque su absorción en el aparato digestivo es baja, tiende a acumularse en el organismo, principalmente en el hígado y riñón, durante un tiempo estimado de 10-30 años. El cadmio es tóxico para el riñón, acumulándose principalmente en los túbulos proximales, pudiendo causar disfunción renal"

mariscos

Por otro lado, tanto algunos mariscos como pescados contienen también cantidades de mercurio que pueden afectar a la salud, especialmente durante el embarazo y la infancia. Por lo que es importante limitar al máximo (o evitar) el consumo de ciertas especies grandes, como bogavante, pez espada o caballa, por ejemplo, y optar en su lugar por peces, moluscos y mariscos de menor tamaño, como mejillones, almejas, camarones o langostinos.

En cualquier caso, desde AECOSAN insiste en los importantes beneficios nutricionales que tiene el pescado y el marisco, y la importancia de consumirlo especialmente durante el embarazo y la infancia:

"Los pescados y los mariscos son una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico, y contribuyen a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D, que tienen beneficios para la salud bien establecidos. También proporcionan ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, el cual es un componente de los patrones dietéticos asociados con la buena salud"

"El consumo de alrededor de 1-2 porciones de pescado/marisco por semana y hasta 3-4 porciones por semana durante el embarazo se ha asociado con mejores resultados funcionales del neurodesarrollo en los niños en comparación con la ausencia de consumo"

Otras recomendaciones internacionales

En una última revisión de la Academia Americana de Pediatría (AAP), las recomendaciones para la introducción del marisco en la dieta de los niños se situa entre los seis meses y el primer año, como la mayoría del resto de alimentos:

"Antes de la publicación de ese informe, la AAP recomendaba no dar marisco a los niños antes de su primer año. Pero la evidencia actual no indica que retrasar la introducción de alimentos altamente alérgicos, como los mariscos, ayude a reducir significativamente el desarrollo de alergias alimentarias en los niños" - señalaba el Dr.Frank Greer, pediatra y coautor del informe.

Los pediatras americanos inciden en la la importancia de que los niños incorporen el marisco a su dieta, pues aporta proteínas, vitaminas y minerales de alta calidad, así como una fuente de grasas saludables esenciales para el desarrollo del cerebro, el sistema nervioso y la vista. Por ello, recomiendan entre una y dos raciones semanales de pescados y mariscos, variando las cantidades en función de la edad del niño.

Pero de nuevo el mercurio se sitúa en el punto de mira, y tanto la AAP, como la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) insisten en la importancia de evitar el consumo de ciertas especies en el caso de mujeres embarazadas, madres lactantes y niños pequeños. A este respecto, los mariscos y moluscos más recomendados serían las almejas, ostras, camarones, cangrejos y vieiras

En cambio, si consultamos la guía de la Food and Nutrition Service (del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), las recomendaciones de introducción de estos alimentos varía ligeramente, pues no se recomienda incorporar los crustáceos en la dieta de los niños menores de nueve meses.

¿Y si hay antecedes familiares de alergias alimentarias?

Los mariscos son los responsables del ocho por ciento de las alergias alimentarias en nuestro país, y aunque desde la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNA) nos explican que entre la población infantil su incidencia es menor que entre los adultos, no deja de ser uno de los alimentos que más alergias provocan.

Según nos explicaba la Doctora Requena, alergóloga del Hospital Regional Universitario de Málaga y miembro del equipo de Alergología de la Clínica Alergomálaga, un niño cuyos padres tienen alguna enfermedad alérgica, tendrá hasta un 80 por ciento de probabilidades de heredar la predisposición a padecer una alergia. Y en este sentido, los alimentos más "peligrosos" serían aquellos con un potencial alérgico mayor.

En estos casos, hace unos años se indicaba retrasar la incorporación de ciertos alimentos, pero la doctora Requena nos explicaba que los últimos estudios han demostrado que esta medida no disminuye la incidencia de alergias alimentarias, ni en los bebés de alto riesgo ni en el resto de niños.

Alergia

Desde la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología insisten, también, en no retrasar la introducción de alimentos potencialmente alérgicos, como el marisco, pues esto podría aumentar el riesgo de alergias futuras. Si bien, los expertos destacan la importancia de ofrecerlo con precaución, y dejar un margen de entre tres y cinco días antes de ofrecer un nuevo alimento.

La Asociación Americana de Pediatría nos recuerdn que cuando uno de los padres o hermanos son alérgicos al marisco, uno de cada cuatro niños acaba heredando la misma condición alérgica, por lo que aconsejan que la introducción de este alimento se lleve a cabo siempre bajo criterio médico y atendiendo al historial clínico del paciente.

Por su parte, la "Guía de Nutrición desde el nacimiento hasta los tres años" elaborada por el Ministerio de Salud de Francia, indica que no es conveniente ofrecer mariscos ni pescados antes del primer año de vida si en la familia del niño existen antecedentes de alergias alimentarias, pero en la guía no se hace alusión al momento de ofrecerlo si no hay antecedentes.

Así pues, parece que sigue sin estar demasiado claro el momento exacto en el que comenzar a incluir el marisco en la dieta infantil, haya o no antecendentes de alergias en la familia. Por ello, lo mejor es consultar siempre con el pediatra que es quien mejor conoce la salud de nuestro peque y su historial clínico.

Fotos | iStock, Pixabay

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