El zika se ha generalizado en 34 países de América con brotes documentados. Es una infección causada por un virus que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti. En caso de producirse la picadura en una mujer embarazada, la infección atraviesa la placenta y afecta al desarrollo cerebral del bebé, en ocasiones causando microcefalia, un crecimiento de la cabeza mucho más pequeña de lo normal.
Una vacuna contra el zika podría tener un efecto sustancial en la mitigación y prevención de futuros brotes del virus. Mediante una combinación de protección directa y reducción indirecta de transmisiones, se puede lograr la eliminación virtual, incluso con una eficacia y cobertura imperfecta de la vacuna, según los resultados de esta investigación, que se publica en Annals of Internal Medicine.