Save the Children ha advertido de que el matrimonio forzoso y temprano de niñas sirias en Jordania, se ha duplicado desde que empezó la guerra. La pobreza extrema y el miedo a la violencia sexual en comunidades de población refugiadas hace que algunos padres crean que casar a sus hijas es la única opción que tienen.
Una cuarta parte de los matrimonios entre población refugiada siria que se registran en Jordania, son con menores de 18 años, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Pero antes de la guerra el matrimonio infantil ya representaba un 13 por cien del total de matrimonios, es cuestión de cifras: ahora son muchas más, además un 48 por ciento de ellas son casadas con hombres al menos 10 años mayores.
Las niñas que se casan antes de los 18 años tienen más posibilidades de experimentar violencia de género y acceden con más dificultad a servicios de salud reproductiva y sexual, lo cual las obliga también a asumir un riesgo para su salud
Save the Children presenta hoy un informe basado en casos reales, en el que se detallan las razones por las que las familias optan por el matrimonio temprano para sus hijas. En general los refugiados tienen pocos recursos y oportunidades económicas, además sienten la necesidad de proteger a las niñas frente a la violencia sexual; así piensan que entregándolas en matrimonio mejorará su situación económica y el marido de su hija la protegerá.
Sin embargo hay muchas familias que se oponen firmemente, son sobre todo madres que quieren que las niñas finalicen su educación.
Consecuencias de los matrimonios tempranos
Además del riesgo para la salud reproductiva y sexual (incluyendo que las menores de 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el parto), estas chicas pueden llegar a sufrir trastornos mentales a causa del aislamiento social, el estrés y el abuso. Por eso se habla de consecuencias físicas y mentales.
Además tienen más posibilidades de abandonar el colegio para cuidar del marido, de la casa y de los hijos que tengan.
Existen soluciones para prevenir el matrimonio infantil, que pasan por proporcionar herramientas a las niñas que les permitan aumentar su autoestima y tomar decisiones por sí mismas, apoyar económicamente y con incentivos a las niñas y a sus familias para que no recurran a estas prácticas, educar y sensibilizar a las familias y a las comunidades, asegurar que las niñas tengan acceso a una educación de calidad y fomentar políticas y leyes que aseguren la protección de los derechos de las niñas.
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