Gracias a Activision y a los Skylanders hemos podido participar en una divertida jornada en el Zoo de Madrid compartiendo experiencias con otros padres/madres y sus hijos/hijas. Aunque todo el mérito me parece que le corresponde a los monitores que estuvieron muy generosos en sus explicaciones y trabajaron muy duro para mostrarnos a los animales desde otro punto de vista. Y es que nos dejaron ver, y algunos niños participaron, cómo daban de comer a los animales abriendo los espacios en los que están habitualmente o dejándonos, con todas las medidas de seguridad, ver cómo comían en su espacio.
En la imagen se puede ver a Aquiles, uno de los lagartos que están en la zona de la naturaleza misteriosa y que sorprendía por su tremenda velocidad siguiendo la comida que le enseñaba el monitor sujeta en unas pinzas. En la imagen, obtenida por la cámara digital (o sea, imposible acertar en lo que quieres retratar), se puede ver cómo salta para alcanzar la comida después de una sorprendente carrera por la alfombra. Y hubo muchos más animales, por ejemplo, vimos al camaleón en acción echando la lengua fuera para capturar un saltamontes que se zampó de desayuno, y a otro reptil al que alimentó la niña de la imagen acercándole la comida con unas pinzas.
Uno de los espectáculos que pudimos ver en directo fue la serpiente de la imagen a la que le acercaron una rata, muerta previamente, y a por la que se lanzó para, como nos explicaron, inocularle el veneno y después comérsela. La parte del veneno la vimos, la de comérsela a mi no me apetecía nada verla porque literalmente se la traga entera.
Fuera del espacio de naturaleza también pudimos ver cómo le daban de comer a una pareja de caimanes que comparten el espacio con otro par de tortugas. Parece que, a pesar de las apariencias, las tortugas dominan el espacio y son capaces de alimentarse antes que los caimanes. Aún así aún vimos a los caimanes comer y la verdad es que fue espectacular el salto que daban para comer el alimento mientras abrían la boca, la cerraban y se tragaban el desayuno en sus fauces.
Antes de ir a ver a los lémures también estuvimos con los loros, aquí nos dejaban un pequeño recipiente lleno de néctar y los loros venían volando y se posaban en nuestras manos para devorar todo el contenido. Mientras estábamos sujetando la taza aprovechamos para ser fotografiados y nos llevamos, al final de la jornada, nuestra preciosa foto compartiendo, padre e hija, cómo dábamos la comida a los loros.
De todos los animales que vimos de cerca, muy cerca, el lémur fue de los más simpáticos y entretenidos y que más les gustó a los peques. Nuestro monitor Sergio les preparó una brocheta de frutas: manzana y plátano, y a por ellas que se lanzaron a unos centímetros de los padres y peques que estábamos en el evento. Hasta que llegó la lémur hembra y echó a todos y se quedó ella con el botín. Qué interesante la naturaleza, cómo elige quién debe dominar para asegurar la supervivencia de la especie.
Antes de ir a ver los lémures estuvimos viendo el acuario en el que de nuevo las tortugas tenían su cuota de poder a pesar de los tiburones que allí habitan. En el acuario no pudimos interactuar con los animales aunque me gustó mucho verlos a través del cristal recomiendo también darse una vuelta por el acceso superior y ver cómo la pirámide permite el acceso de la luz natural, dándoles a los animales un acceso al sol y a la luna tan importantes en sus ciclos de vida. Además desde arriba se pueden ver las siluetas de los tiburones y eso, desde los tiempos de Spielberg, da mucho respeto.
Para finalizar la experiencia de SkylandersZoo dejo otras imágenes en las que se puede ver cómo los niños se lo pasaron estupendamente jugando, unos días antes de que se ponga a la venta, al juego Skylanders SwapForce.
Y como no todo eran videojuegos, también había actividades para colorear plantillas con los personajes SwapForce y una gran artista que pintó la cara a algunas niñas como las que se ven en la imagen, con muchos detalles y pinturas al agua fáciles de limpiar.
Y dejo para el final la imagen con la que empezó todo, los niños esperando al comienzo del evento bien equipados con su mochila para pasar una emocionante y muy entretenida jornada en el Zoo.
Para finalizar quiero agradecer a Activision y al Zoo lo bien que nos trataron, lo bien organizada que estuvo la jornada, la generosidad de los monitores con sus explicaciones y la magnífica atención que dieron a todas las familias estando siempre muy pendientes de que nos lo pasásemos muy bien y no nos faltase nada. Estoy seguro de que los niños no la van a olvidar y que seguro que repetirán aprovechando los interesantes talleres que propone el Zoo de Madrid.
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