El consumo de zapatos en el mundo crece sin parar. Según las previsiones de la empresa Snipe se estima que en el año 2014 se consumirán 20.000 millones de pares de zapatos de los que se desconoce claramente cuál será el impacto que puedan causar en el medioambiente. Al parecer los zapatos, terminada la vida útil, se incineran, lo que supone emitir gases contaminantes a la atmósfera.
Por eso se ha creado el Snipe 100, que es 100% adaptable y 100% reciclable. Es un zapato que se fabrica en Portugal como el resto de calzado de la marca y por ahora sólo se comercializará en un solo modelo y color, estilo casual, para hombre y mujer (se puede ver el zapato más abajo en la imagen).
La idea de hacer un zapato 100% reciclable procede de Ernesto Segarra, propietario de la antigua fábrica Segarra en la localidad castellonense de Vall d'Uixó y que empezó a darle vueltas a la idea de disponer de un zapato que no generase residuos en el año 1993. Me parece que en aquella época el cuidado del medio ambiente, siendo importante, no había alcanzado las cotas de preocupación de la actualidad, así que le podemos considerar un visionario y un gran emprendedor que fue reconocido por el Gobierno de Valencia en aquella época. Sin embargo, ni el mercado estaba listo para esa conciencia verde ni los materiales: pieles, suelas, etc. se podían trabajar para obtener un zapato 100% ecológico y 100% práctico.
Finalmente un trabajo conjunto entre el laboratorio de la Universidad de Vigo, la Universidad de Pamplona que realizó el compostaje de materiales y una planta de compostaje industrial en Barcelona además de muchos técnicos y diseñadores, han conseguido desarrollar el Snipe100 y lo han presentado recientemente, el día 5 de septiembre, en la feria de de Calzado de Dusseldorf (Alemania) y con gran éxito como se puede ver en el vídeo (en inglés) del producto. Un orgullo para un producto basado en una idea y en una ejecución 100% española.
Este es el zapato que ya se puede adquirir en la tienda de Snipe a un precio de 150 euros.
Además Snipe realiza la curtición de la piel sin utilizar cromo lo que asegura que los zapatos están libres de este tipo de material tóxico. El proceso de fabricación se realiza con la curtición en titanio que es un metal sin efectos tóxicos y que se degrada rápidamente. Para las suelas se emplean materiales termoplásticos biodegradables.
Según Segarra es cuestión de tiempo que se empleen productos compostables aplicados a la moda. Así, en vez de tirar el zapato a la basura o incinerarlo se puede utilizar para obtener compost casero o reciclarlo en plantas industriales de compostaje.
Por ahora, como hemos comentado, el producto está arrancando con un único modelo y con versión chico y chica. Esperamos y deseamos que la idea se extienda por más productos, también para los niños, y que nuestra conciencia ecológica encuentre en la innovación española muchas respuestas para disponer de productos sostenibles con nuestro querido planeta.
Me ha encantado la noticia y me parece que lo de menos es cómo es el zapato o lo que cuesta. El reto es conseguir que este tipo de productos sean cada vez más familiares entre nosotros y que así reduzcamos el impacto en el ambiente de esos 20.000 millones de pares de zapatos que comentábamos al principio.
Aquí dejo el vídeo, en inglés, de la presentación del producto:
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