Nos encontramos ante una situación global que está afectando a buena parte de los países industrializados, la situación es tal que muchos expertos no confían demasiado en el futuro de Europa. Pero para la mayoría de nosotros lo más importante es que la estabilidad de las pequeñas economías puede verse muy afectada.
A priori, se podría pensar que en situaciones extremas los lazos familiares y comunitarios se estrechan, como forma de intentar encontrar la mejor solución posible. Pero cuando la familia está endeudada y los padres tienen múltiples preocupaciones en la cabeza, la crisis actual ‘supone un precio para los vínculos entre padres e hijos’. Un grupo de investigadores de la Universidad de Nebraska en Lincoln, y de la Universidad Brigham Young, han analizado datos de encuestas realizadas en 2009 y 2010 entre 500 familias del área de Seattle. A los participantes se les preguntaba por sus sentimientos de depresión, estrés económico y relaciones familiares.
Los padres que están bajo estrés financiero admiten que se sienten menos conectados con sus hijos, y los hijos afirman que son menos propensos a actuar de forma generosa
Las familias encuestadas eran mayormente blancas, de clase media a media alta y con educación universitaria. Los hijos eran tenían entre 10 a 14 años.
En sólo un año, los padres bajo presión financiera eran más propensos a manifestar síntomas de depresión, y como consecuencia se sentían menos cercanos a los hijos. Los niños también se ven afectados desarrollando menos conductas pro sociales (como la realización de voluntariado, la ayuda a los amigos / familiares, los favores personales, etc.)
El primer autor del estudio (Gustavo Carlo), manifiesta que ‘los efectos del estrés económico están presentes y tienen un impacto sobre las familias que consideramos de clase media y clase media alta’. Teniendo en cuenta que el área de la que provienen los encuestados no había sido tan afectada como otras regiones, no es difícil imaginar en qué manera las consecuencias de la crisis pueden llegar a ser sentidas en comunidades más perjudicadas.
Con una visión muy parcial, creo que el cómo una familia se vea afectada, puede depender de su capacidad para administrarse y gestionar recursos (no sólo económico), y aquí entran habilidades que no tienen mucha relación con estar mejor o peor situado económicamente. Aunque en la práctica, las familias con niños necesitan un mínimo de seguridad para salir adelante.
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