El otro día pasó delante de mi una niña con un globo diferente y que parecía muy divertido. Estaba lleno de aire, tenía una forma como de patata, y parecía muy frágil la niña, y su madre, jugaban a pasárselo y resistía el vuelo y los golpes. No recordaba haber visto nada igual y tenía mucha curiosidad por saber qué artefacto era. Hasta que la madre sacó los utensilios para hacer otro globo y entonces pude ver que era de Imaginarium.
Luego lo busqué en casa y descubrí que se trata de un juguete, o al menos de un kit para hacer globos de colores y figuras uniendo globos diferentes. El kit, que se vende en un pack de cuatro o de uno, contiene tubitos sopladores y tubos de pasta de 20 gramos de 3 colores diferentes: 2 rojos, 1 azul y 1 amarillo. El precio del pack de cuatro es de 6,95 euros y el de uno solo de 2,95 euros. El reto es hacer globos, crear divertidas figuras con ellos y pasar un buen rato. El mecanismo de funcionamiento es muy sencillo, basta con poner un poquito de pasta en el tubo y soplar para que los globos crezcan y crezcan todo lo que uno quiera. Se pueden unir unos con otros para hacer figuras, animales, etc. Son aptos para peques entre 4 y 8 años.
En la página de Imaginarium indican que hay que utilizarlos bajo la supervisión de adultos y evitar contacto con boca y mucosa. Además especifican que no es un chicle y que no hay ni que masticarlo ni tragárselo.
La madre, cuando se puso a construir uno, se humedeció un poco los dedos para poner la pasta en el tubito. Después su hija, frotó los globos con las manos secas creando electricidad estática alrededor del globo que hizo que rápidamente se pegaran los globos haciendo nuevas creaciones y obteniendo nuevas formas.
Me pareció un juguete muy divertido y original porque ofrece muchas posibilidades de entretenimiento y diversión. Muy divertido para el verano jugar al aire libre y construir formas sofisticadas.
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