Ambientadores como aceites e inciensos presentan riesgos para la salud. Se desaconseja utilizarlos en presencia de niños

Ambientadores como aceites e inciensos presentan riesgos para la salud. Se desaconseja utilizarlos en presencia de niños
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Puesto que somos padres y madres preocupados por la salud y el bienestar de nuestros hijos, he creído interesante compartir con vosotros este resumen de un estudio publicado recientemente en la revista OCU.

Nos cuentan que los ambientadores como aceites e inciensos han obtenido un “suspenso” porque emiten demasiadas partículas finas respirables, además de compuestos orgánicos volátiles, otros claramente dañinos (¡nada menos que benceno y formaldehído!), también sustancias alergénicas.

Según esta organización de consumidores, es especialmente importante no usar ambientadores en lugares sin ventilación, ni en presencia de niños o mujeres embarazadas. Tampoco es conveniente exponer a personas que padezcan asma o alergias. Y, por si os preguntáis ‘¿qué hacer para mejorar la calidad del aire dentro del hogar?’, la respuesta es: ‘recuerda lo que hacían tus abuelos y padres’, porque ventilar la casa es siempre la mejor opción. ¿No se queda después un agradable olor a limpio?, pues eso.

Siempre habrá quien viva en una calle muy transitada, y tenga miedo a que el humo de los coches entre por la ventana, entonces quizás habría que cambiar la hora en la que se ventila, y abrir varias ventanas a la vez. Siempre teniendo en cuenta que ventilar no es tener todo el día los ventanales expuestos al aire exterior (aunque la verdad es que con la calor que está haciendo ahora mismo a pesar de la fecha, ganas no nos faltan), porque con 10 minutos bastan.

¿En qué radica la peligrosidad de aceites e inciensos?

Incienso

Vuelvo con el análisis de la OCU: se ha realizado una prueba coordinadamente con organizaciones de consumidores de Bélgica, Italia y Portugal, los resultados de la que se puede leer más aquí, o accediendo a la edición 035 de la revista OCU Salud.

'EL análisis sólo ha atendido a las emisiones de las velas, los aceites y los inciensos, evaluando por un lado la contaminación general que causan y rastreando, por otro, la presencia de algunos compuestos particularmente dañinos, como el benceno y el formaldehído, o alguna de las sustancias más alergizantes según la Unión Europea'.

Los productos analizados presentaban problemas ya detectados en otros tipo de ambientadores como los difusores eléctricos. Pero también añaden los problemas específicos de los ambientadores que se difunden por calor, como la emisión de partículas sólidas respirables, que ensucian el tracto respiratorio, o de compuestos orgánicos volátiles, que producen un amplio abanico de efectos dañinos: dolor de cabeza, mareos, fatiga... Y lo que es más grave, sustancias cancerígenas, como el benceno y el formaldehído.

Velas: más inofensivas

De los ambientadores analizados, OCU solo aprueba a las velas. Sobre el resto, los responsables de la organización, afirman que deberían controlarse los aceites e inciensos que hay en el mercado, puesto que existe un problema generalizado por exceso de emisiones nocivas. Así pues, sería necesario la retirada de aquellos productos que tienen un nivel muy elevado de estas emisiones.

Las velas son mucho más inofensivas que aceites e inciensos. Entre ellas también hay diferencias, destacando honrosamente las de Gato Preto, Spaas y Rituals. Esto significa que si los fabricantes se esmeran, pueden lograr productos de calidad.

Como dato a tener en cuenta ‘nos ha llamado especialmente la atención la alta emisión de benceno en los conos de Satya Sai Baba. Estos emiten 490 microgramos de benceno por metro cúbico, frente a los 60 de un cigarrillo. Las varitas de la misma marca dispersan más de 3.000 microgramos de partículas finas por metro cúbico. Y el aceite limón de La Casa de los Aromas multiplica por 125 el límite recomendado de compuestos volátiles’

Algunos de los productos analizados empeoran la calidad de ambiente, haciéndola incluso comparable, en términos de toxicidad y riesgos para la salud, al ambiente de una sala de fumadores muy cargada

OCU y las organizaciones belga, italiana y portuguesa han presentado los resultados a  la Comisión Europea reclamando una legislación que fije un límite de emisiones y obligue a mostrar en el etiquetado las condiciones de uso y riesgos que pueden suponer estos productos para la salud.

Parece ser que estos productos no sirven para limpiar el aire ni suprimir malos olores (como indica el etiquetado de dos conocidas marcas de ambientadores); y lo más importante es recordar el riesgo de inhalación de partículas, compuestos dañinos o sustancias alergénicas.

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