Recomendaciones para la atención a reacciones alérgicas en Campamentos de Verano

Recomendaciones para la atención a reacciones alérgicas en Campamentos de Verano
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Todos los lugares en los que están presentes y conviven niños, deben contar con protocolos sobre cómo actuar en el caso de que los peques presenten alergias.

La presidenta de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Asma Pediátrica (SEICAP), afirma que uno de cada cinco niños tiene alergias, y uno de cada diez es asmático. Por eso todas las personas que cuidan de ellos peques deberían contar con formación en alergias infantiles.

También los monitores y cuidadores de campamentos, sin embargo en España no existen protocolos nacionales y consensuados de actuación para profesionales no médicos en contacto con los niños. La situación sólo tiene una excepción que es Galicia, y a partir del próximo curso empezará a funcionar en Baleares el programa Alerta Escolar (para identificar a los niños en riesgo). Os ofrecemos un listado de recomendaciones dirigido a monitores y profesores de campamentos de verano, con ocho pautas sobre cómo actuar en caso de reacción o shock anafiláctico.

Creo que el documento, que transcribimos, y al que os facilitamos acceso, es muy importante, tanto por garantizar una correcta atención a los menores alérgicos, como por dar seguridad al personal que trabaja con menores en actividades estivales:

1. Designar a un responsable.


En caso de que el campamento no cuente con servicio de enfermería, deberá designarse a una persona responsable encargada de la atención del niño con alergias o asma y saber cómo actuar en caso de reacción. Deberán tener especial cuidado durante las comidas, así como en las actividades al aire libre por el posible contacto con alérgenos. Esta persona tendrá, además, que asegurarse de que el menor en riesgo esté identificado por todo el personal del campamento.

2. Disponer del informe médico.


Este responsable deberá poseer una copia del informe del diagnóstico y del tratamiento que haya elaborado el especialista pediátrico. Dicho documento será facilitado por los padres o tutores del menor.

3. Formar al personal del campamento.


Es importante que tanto el responsable asignado como otras personas que vayan a encargarse del cuidado de estos niños reciban una formación por parte de un profesional sanitario. Así podrán adquirir aprender medidas para realizar la evitación de alérgenos, el reconocimiento y el tratamiento de urgencia ante una reacción alérgica. Además, el personal de cocina y del comedor deberá estar informado acerca de las alergias alimentarias que puedan tener los pequeños.

4. Custodiar y administrar la medicación.


El responsable deberá custodiar la medicación, inhaladores o adrenalina autoinyectable, en un lugar seguro pero accesible en caso de emergencia. Asimismo, tendrá que saber administrarla en el caso de que sea necesario y urgente.

5. Identificar y evaluar el tipo de reacción.

El personal formado deberá saber identificar y evaluar qué tipo de síntomas está manifestando el menor para poder administrar el tratamiento correcto. 


Los síntomas más comunes son:

Picazón o leve sarpullido en la boca y labios; urticaria, ronchas o picor de extremidades u otra zona del cuerpo; enrojecimiento y lagrimeo de los ojos; estornudos repetitivos, picor nasal y moqueo abundante.

Síntomas graves:

Ronquera, garganta cerrada, tos repetitiva e hinchazón en lengua, parpados, labios u orejas; respiración entrecortada, agotamiento, piel o labios azulados; pulso débil, presión arterial baja, desvanecimiento y palidez.

6. Actuar de forma rápida y segura:

No dejar NUNCA al niño sólo; llamar a urgencias y comunicar la reacción alérgica. Aun cuando el padre o tutor legal del menor no pueda ser 
contactado, no dudar en administrar la medicación 
correspondiente; después de administrar la medicación SIEMPRE se deberá llevar al 
niño a un centro médico.

7. Administrar adrenalina autoinyectable.

Se recomienda la administración precoz de adrenalina ante los síntomas más comunes, para evitar su progresión a una reacción grave y, en caso de ésta, se deberá usar de forma obligatoria.


Para utilizarla se sacará del tubo, se quitará el tapón gris de la parte más, se apoyará la parte estrecha sobre el muslo, en la zona con más músculo, y luego se presionará con fuerza hacia abajo

8. Disponer de la autorización pertinente.


El campamento deberá tener inmunidad frente a acusaciones judiciales por las consecuencias de administrar la medicación de urgencia o rescate. Por ello es recomendable contar con un permiso, debidamente firmado por los padres o los tutores del menor.

Ser director o monitor de un campamento de vacaciones es un trabajo de gran responsabilidad teniendo en cuenta que las actividades se realizan en un contexto de formación no reglada, añadiendo a este factor la confluencia de niños de diversa procedencia que no tienen por qué conocerse, y con los que se necesita muchísima energía para poner en marcha actividades que funcionen.

Creo que formar a los monitores supone un esfuerzo pequeño para las empresas, comparado con el beneficio obtenido. Además a cambio se consigue que los trabajadores se sientan más seguros en el desempeño de sus funciones. Son personas que van a tener a su cargo muchos niños durante 15 días o un mes, y se trata de evitar los riesgos, a la vez que se aprende a actuar con rapidez cuando suceden imprevistos.

Agradezco a la SEICAP el documento que hoy os presentamos, porque realmente es muy necesario.

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