Alberto Mena: 'El compromiso y la responsabilidad de los adultos hacia los niños deben sostener la relación familiar'

Alberto Mena: 'El compromiso y la responsabilidad de los adultos hacia los niños deben sostener la relación familiar'
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Ayer os presentamos la primera parte de una entrevista que hemos mantenido con Alberto Mena Godoy que es terapeuta psico corporal y autor de 'Ser o no ser hombre. Viaje a la esencia de la identidad masculina'. En ella tuvimos ocasión de hablar extensamente sobre la crisis de identidad masculina, la necesidad que tienen los bebés de vincularse con sus madres, y el maltrato normalizado a los niños.

Fue muy intensa e interesante, pero debido a su extensión, debimos fraccionar el contenido en dos entregas, de forma que hoy abordaremos aspectos relacionados con el papel de la familia en el cambio, y en la satisfacción de las necesidades básicas de los niños. También hemos llegado a la conclusión de que en nuestra sociedad fallan la conexión con nuestra naturaleza y las relaciones humanas. Esperamos que os guste, después de leerla seguro que más de uno se anima a comprar el libro. PyM.- Qué papel tienen familia y sociedad en el cambio: es decir ¿qué responsabilidades podemos asumir para ayudar a los niños a que sean adolescentes y adultos saludables?

A.M.- La sociedad y la familia son los grandes responsables para que se dé una transformación real. Como digo en el libro, la primera transformación es individual. De ahí a la familia, y de la familia a la sociedad. A partir de la transformación individual, sucederán transformaciones en nuestro entorno más inmediato, empezando por nuestros hijos.

Nuestros hijos necesitan que se les escuche y se les cubran sus necesidades. A partir de ahí surgirán conflictos, entonces es importante saberlos acompañar y gestionar.

Cuando hablo de las verdaderas necesidades instintivas de los niños, en realidad son pocas aunque fundamentales. Básicamente necesitamos sobrevivir, necesitamos que el adulto nos proteja y nos dé seguridad, necesitamos nutrirnos afectivamente, ser queridos por lo que somos, ser escuchados y vistos... Necesitamos tener nuestro espacio, nuestro tiempo, necesitamos ser respetados en cómo somos, y necesitamos conocer al otro, poder entrar dentro de las cosas, entrar dentro de lo que nos gusta y dentro de las personas también con nuestra sexualidad, sobre todo a partir de la adolescencia. Cuando nacemos, tenemos derecho a que todas estas necesidades vayan siendo satisfechas. Ésa es la ley del instinto: la satisfacción. Con esa base más que menos cubierta, llegará el momento de situar los límites cuando sea necesario. Los padres y madres tienen una gran responsabilidad en ello...

PyM.- Creo que el apego, la crianza / educación consciente y el respeto, son las bases de una buena relación familiar, ¿qué añadirías?

A.M.- Sí, esa es la base. La comunicación, la escucha de las necesidades, el diálogo con las emociones y el respeto, tratando de no perder la conexión dentro de la relación. Un respeto global hacia lo que al niño le sale. La verdad también es importante. Poder ir con la verdad. Así es como realmente se crece. La claridad y la congruencia: ser claros y congruentes, en contraposición a los mensajes confusos o dobles mensajes. La contención también es importante, poder contener todo lo que va surgiendo. La conexión es fundamental, poder conectar con los niños como ellos buscan conectar contigo. Si no hay conexión sentida, es difícil, por no decir imposible, que haya un trasvase.

En eso los niños son grandes maestros, van a la búsqueda constante de la conexión con el otro: te buscan, te miran y te sostienen la mirada. Así se nutren. El compartir, la cooperación y la colaboración sin ser obligados a ello, también es importante. Y para mí hay dos elementos que sostienen todo lo demás: el compromiso y la responsabilidad de los adultos.

PyM.- En nuestra sociedad falla la comunicación interpersonal, y ¿qué más?

A.M.- ¿Y qué más?... ¿Todo falla siempre alguna vez no?... Es broma. Yo creo que desgraciadamente fallan demasiadas cosas. Intentaré sintetizarlas al máximo. Para mí hay dos cuestiones fundamentales que fallan, de las que derivan muchas otras: 1. La conexión con la naturaleza de lo que somos, y 2. La relación humana.

Cada vez nos vamos convirtiendo más en seres pensantes desconectados de nuestro cuerpo. Este es un peligro y un hecho muy generalizado, aunque me ha dejado de extrañar por todo lo que te comentaba ayer. De ahí la importancia de volver a recuperar la esencia de lo que somos como seres humanos, la conexión con nuestro instinto y con nuestra vida emocional, que está en el cuerpo. Es importante preservar y escuchar al instinto mucho más de lo que lo hacemos. De lo contrario nos convertimos en entes cada vez más desnaturalizados y deshumanizados. Muchos se han encargado de despreciar y etiquetar al instinto como algo peligroso. Ya me dirás qué tiene de peligroso un niño conectado a sus necesidades instintivas. Claro que si ahí lo machacamos, luego no me extraña que sea peligroso en su instinto dañado. Por eso es tan importante todo el movimiento creciente relacionado con la crianza respetuosa, entre otros.

En cuanto a la relación humana, es evidente que falla. Nos cuesta una barbaridad relacionarnos, hablar de nosotros, de lo que nos pasa a nosotros, de lo que nos pasa con el otro, de lo que sentimos... Tenemos una dificultad tremenda, sobre todo en el conflicto. Como tú dices, falla la comunicación interpersonal. ¿Qué más?... Yo creo que lo que más nos dificulta la relación humana tiene que ver con el daño recibido durante nuestro desarrollo humano.

Y no solo es una creencia u opinión, para mí es un hecho constatable en el espacio terapéutico. En función de las experiencias de relación vividas, llevamos un bagaje acumulado que en la vida adulta ponemos en las relaciones sociales con gran facilidad. Se hace cada vez más necesario conocer nuestra propia historia para tratar de transformarla desde la verdad y la realidad de lo que somos. Así conseguiremos relacionarnos cada vez mejor con nosotros mismos, y por supuesto, también con los otros.

Los niños son grandes maestros de la conexión con el otro: te buscan, te miran y te sostienen la mirada. Así se nutren

PyM.- ¿Que nos puede aportar tu libro a los padres y madres que seguimos Peques y Más?

A.M.- Bueno, la verdad es que no son pocos los lectores, sobre todo lectoras, que me han hecho llegar que éste es un libro que todo padre y toda madre debiera leer. Aunque el libro se centra en la identidad masculina y en el hombre, toda la primera parte está dedicada al desarrollo humano, englobando a hombre y mujer, para en la segunda parte enfocarse más en los hombres, sin perder de vista la relación con los padres que es lo que va configurando nuestro carácter. En el libro, una de las cuestiones más importantes es el observar que cuando miramos a los niños, también nos estamos mirando a nosotros mismos. Alguien decía que “la infancia es el patio donde jugamos el resto de nuestra vida”. En el libro vamos a ver a nuestros hijos y nos vamos a ver a nosotros mismos, desde un lugar nuevo.

A lo máximo que aspiro es a que el libro llegue y toque dentro en algún lugar importante del lector o lectora. Que para empezar, pueda ampliarse la conciencia sobre lo que sucede en las relaciones humanas que nos van forjando como personas. Y de momento, ya te digo que por las respuestas que voy recibiendo, ese máximo al que aspiro se va cumpliendo. Yo con eso ya estoy tranquilo, incluso con ánimo para seguir escribiendo y dando a conocer mi visión sobre el ser humano y las relaciones humanas.

Ser o no ser hombre está concebido como un instrumento de conciencia y transformación para reflexionar sobre aspectos que afectan seriamente, no sólo a los hombres, también a las mujeres

Antes de despedirme de Alberto y agradecer su enorme generosidad contestando nuestras preguntas, me gustaría invitaros a leer el libro. Se podrá encontrar a finales de enero en las grandes superficies de todo el estado español (FNAC, Casa del Libro, El Corte Inglés,...), y en cualquier librería.

Actualmente, el libro en papel y el ebook, también se puede adquirir en internet en los siguientes sitios: Amazon (formato kindle), España, Argentina, México y Colombia.

Hemos estado encantados de tener a Alberto Mena en Peques y Más, yo personalmente puedo asegurar que la entrevista me ha aportado muchísimo a nivel personal. Sin duda aborda temas sobre los que es necesario reflexionar. Le deseamos muchos éxitos con su libro y en su trayectoria profesional.

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