Hemos sabido por nuestros compañeros de Ahorro Diario que en Galicia uno de cada cuatro niños abonará íntegramente el coste de comedor escolar, y – además – el precio de este servicio se incrementará. Esto ya está ocurriendo en otras comunidades, es decir existe un baremo según la renta familiar, que determina si las familias reciben el servicio gratuitamente, o pagan una parte.
El objetivo es que las familias con ‘rentas altas’ colaboren en la sostenibilidad del sistema educativo. Al igual que las asociaciones de padres de Galicia, no puedo evitar preguntarme ‘¿que son exactamente las rentas altas para el Gobierno?’. Y me lo pregunto porque muchas veces una siente que los perjudicados económicamente somos los que tenemos unos ingresos normales (o sea justitos) y ‘visibles’. Por otra parte, el comedor escolar nunca debiera haber entrado en la categoría de servicio gratuito para todos, porque hasta ahora con las políticas de libros y servicios complementarios gratis para todos, muchos padres y madres que se lo podían haber permitido con creces se han beneficiado de transporte o comedor sin coste.
Se podría pensar (y no sin razón), que en lugar de abonar entre uno y 4,5 euros diarios (según las rentas) por comer en la escuela, mejor sería que los niños comieran en casa, seguro que sale más barato. Pero es que resulta que en Galicia existen muchas zonas rurales poco pobladas, y a causa de ello muchos niños deben desplazarse diariamente en autobús para llegar a la escuela (a veces realizan trayectos de hasta una hora), en esas condiciones no es viable que los alumnos regresen a sus hogares para comer.
Pero la Consellería de Educación lo que quiere (aparentemente) es garantizar la sostenibilidad del sistema y habilitar un mecanismo más equitativo, a fin de que los alumnos pertenecientes a familias con rentas bajas puedan seguir disfrutando de un servicio gratuito.
Han asegurado que los padres mileuristas (1000 o menos euros mensuales) no pagarán nada por los comedores escolares. La reforma prevista permitirá que un 57,7 % del total de los alumnos, puedan seguir acudiendo al comedor, sin que sus familias paguen nada.
Sobre la cuestión de que los niños puedan llevar la fiambrera preparada en casa, el gobierno no lo ha previsto, es decir, de momento no se van a habilitar espacios y servicios para que los estudiantes puedan dejar y calentar la comida que aporten.
Las reacciones no se han hecho esperar: la Xunta asegura que cuando una familia se lo puede permitir, no es equitativo que el coste del comedor recaiga sobre el dinero público, los padres que ingresan poco más de 1000 euros al mes, tendrán dificultades para sufragar el servicio, y muchos pensamos que el hecho de que el comedor se haya mantenido gratis durante mucho tiempo, eso también es injusto, porque las rentas realmente altas se han beneficiado durante bastante tiempo.
Finalmente, también cabe destacar que se aumentarán las plazas de comedor dependientes del Gobierno Gallego, y serán un total de 9000 los usuarios gestionados de comedor gestionados directamente por la Xunta, cuya pretensión es asumir también aquellos servicios dependientes de AMPAs, quitando de golpe el protagonismo al movimiento organizado de padres. Esto último también me ha sorprendido bastante ‘¡para qué negarlo!’, en realidad no creo que haya motivos objetivos para que estas asociaciones se vean privadas de intervenir directamente.
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