Al contrario de lo que se creía, los bebés varones hablan más que las niñas durante su primer año de vida

Al contrario de lo que se creía, los bebés varones hablan más que las niñas durante su primer año de vida
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Un nuevo estudio publicado en la revista científica iScience, liderado por D. Kimbrough Oller, de la Universidad de Memphis (EEUU), revela que los bebés varones hablan más durante el primer año que las niñas.

Las conclusiones de la investigación contradicen la creencia habitual de que son las niñas las que presentan una ventaja sobre el lenguaje respecto a los niños. La explicación de este fenómeno podría tener un sentido biológico y por lo tanto, adaptativo para la supervivencia de los niños.

El desarrollo del lenguaje durante la infancia

El desarrollo del lenguaje de los bebés es muy rápido los primeros años. Durante su primer año de vida, empiezan a emitir sonidos similares a vocales, gruñidos y sonidos cortos que parecen palabras, pero que no lo son aún. Por ejemplo, "aga" (para referirse a agua), "gu", "ba", "ga"... Son los precursores del habla, también llamados protófonos.

Estos serán sustituidos más adelante por sus primeras palabras (alrededor del año). Desde el año y hasta los 24 meses aproximadamente, aparece el período de la holofrase, cuando una sola palabra representa una frase (por ejemplo, "agua" para referirse a "quiero agua"). Con el tiempo aparecerán las frases y las oraciones más complejas.

Los niños hacen más vocalizaciones similares al habla durante el primer año

La investigación, publicada en la revista iScience, revela que los niños, en general, hacen más vocalizaciones similares al habla que las niñas durante su primer año de vida.

Para llegar a esta conclusión, se investigaron 450.000 horas de grabaciones durante todo el día de 5.899 bebés, mediante un dispositivo del tamaño de un iPod.

Se investigaron 450.000 horas de grabaciones durante todo el día de 5.899 bebés.

Las grabaciones se analizaron para contabilizar las expresiones de los bebés y adultos a lo largo de sus primeros dos años de vida. Según su investigador principal, es la mayor muestra de cualquier estudio sobre el desarrollo del lenguaje.

El estudio en realidad confirma lo que un estudio más pequeño ya había confirmado anteriormente, en 2020, realizado por el mismo equipo y publicado en la revista Current Biology.

Ellos pronunciaron un 10% más de frases durante el primer año

Concretamente, se encontró que los niños pronunciaron un 10% más de frases durante el primer año que las niñas. En cambio, en el segundo año, las niñas emitían un 7% más de sonidos que los niños.

Curiosamente, estas diferencias se encontraron a pesar de que, durante los dos años, los padres de las niñas pronunciaban más palabras que los padres de los niños.

Los niños pronunciaron un 10% más de frases durante el primer año que las niñas. En cambio, en el segundo año, las niñas emitían un 7% más de sonidos que los niños.
  • Las niñas los alcanzan al final del segundo año

Sin embargo, esta ventaja temprana del lenguaje no dura para siempre. Según Kimbrough Oller, "aunque los niños mostraron mayores tasas de vocalización en el primer año, las niñas alcanzaron y superaron a los niños al final del segundo año".

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Sonidos parecidos al habla infantil por minuto. Fuente iScience

La explicación a estos hallazgos

Los investigadores se plantearon la posibilidad de que los bebés varones fueran más activos en general, y por eso produjeran más vocablos. Sin embargo, los datos no acompañaron esta hipótesis, ya que las vocalizaciones de los bebés varones desaparecieron a los 16 meses, mientras que su nivel de actividad física (que era mayor a la de las niñas), seguía siendo la misma.

Una teoría evolutiva podría tener la respuesta al por qué ocurre esto, explica Oller. Según esta teoría, los lactantes emiten tantos sonidos a una edad temprana para expresar su bienestar y mejorar sus propias probabilidades de sobrevivir.

Según una teoría evolutiva, los lactantes emiten tantos sonidos a una edad temprana para expresar su bienestar y mejorar sus propias probabilidades de sobrevivir.

Según Oller, los hallazgos pueden deberse a que los niños son más vulnerables a morir en el primer año que las niñas y, dado que se producen tantas muertes de varones en el primer año, los niños tendrían esta conducta adaptativa de producir señales vocales de bienestar.

En cambio, a los dos años de vida, cuando las tasas de mortalidad descienden drásticamente en ambos sexos, esta "presión" por tener dicha conducta adaptativa disminuiría tanto en los niños como en las niñas.

La función adaptativa del lenguaje

Lo que está claro es que hace falta seguir estudiando el lenguaje de los bebés. De hecho, los propios investigadores sugieren que son necesarios más estudios para comprender cómo reaccionan los cuidadores a los sonidos de los bebés, ya que esta reacción podría influir en el desarrollo de su lenguaje.

Y es que, que los niños "hablen" suscita el interés de sus padres, que reaccionan ante sus primeros vocablos y palabras. Y el bebé "espera" que su conducta de emitir sonidos tenga la respuesta de cercanía de sus padres, quienes le procuran el bienestar.

Por eso su lenguaje es tan adaptativo, porque les ayuda a sobrevivir y a formar un apego seguro con sus cuidadores. De esta forma, y siguiendo las conclusiones de Oller, los cuidadores mostrarán reacciones perceptibles de interés y de sentirse encantados por los sonidos de su bebé.

Es decir, los bebés que vocalizan de forma eficaz generarían estas respuestas de cariño y voluntad en los padres, quienes les procuran el bienestar. Por ello esta conducta del lenguaje sería tan altamente adaptativa.

Foto | Portada (Freepik)

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