Estoy embarazada: me despido del primer trimestre

Estoy embarazada: me despido del primer trimestre
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Estoy en la recta final del primer trimestre 13 semanas + 3 días, con él también se han ido las náuseas tan molestas que me han “mal” acompañado durante estos tres primeres meses.

Comienzo a sentirme mejor, aunque el cansancio al final del día sigue estando allí. Ya saben que con el primer embarazo uno puede descansar a gusto, pero con el segundo hay un niño que atender, que dice “mamá” doscientas veces al día. Menos mal que cuando llega su papá por las tardes comienza a llamarlo doscientas veces antes de dormir.

He comenzado a sentir los primeros movimientos del bebé, muy leves sobre todo cuando estoy tumbada. Mi hijo cada vez está más emocionado con su hermanito/a, le gusta poner sus orejas en mi panza para escuchar según él las burbujas “glu, glu, glu” que hace el bebito/a.

La semana pasada me hicieron la segunda ecografía. Es tan emocionante verle, sus manitas, sus piernitas, su columna e imaginarme su carita. Es agradable ver como se la pasa dentro de mí flotando en una danza prenatal de aquí para allá, además con el tamaño de mi barriga tiene un espacio como para hacer gimnasia olímpica. Ayer revisé toda la ropita que tengo guardada que va a heredar de su hermano. Muchos me dicen que si es niña no me servirá la que tengo almacenada. Nada más lejos de la realidad, sabré combinar la ropita de niño para que parezca una niña (si este fuera el caso). No me gusta el estereotipo rosa-celeste, lo detesto, esa división que desde pequeños se comienza a hacer, nada me disgusta más que no encontrar ropita roja, verde, azul, colores llenos de vida recién empezada en los estantes de la tiendas para bebés en vez de los clásicos uniformes rosa-celeste.

Continúo tomando el ácido fólico además de un complemento de yodo que según el médico es beneficioso para prevenir las deficiencias mentales de acuerdo a las últimas investigaciones, una de las razones adicionales para comer muchas cosas del mar. Por suerte por aquí hay “pulpo a la gallega”, una delicia de la región beneficiosa para el embarazo y que me contenta el paladar. En el primer embarazo el pulpo fue mi antojo, en este se me antoja el gazpacho, por suerte también una fuente de vitaminas, soy capaz de tomarme un litro de una sola sentada.

Desde ahora seguro que comenzaré a disfrutar mejor de mi embarazo justo cuando comienza el verano. Todo un lujo.

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