En la segunda mitad del primer año de vida, los bebés comienzan a explorar el mundo que los rodea y a tomar conciencia de sus posibilidades físicas. Por más juguetes que tengan, lo que más les divertirá será gatear por toda la casa y, más adelante, aprender a pararse sobre sus dos piernas. Pero los juguetes más adecuados para esta etapa son aquellos que le estimulen y le llamen la atención.
Uno de los juegos que más les divierte es gatear tras algún objeto que ruede de colores brillantes como una pelota, un autito o un rodillo. A medida que el bebé gatea lo irá empujando y lo perseguirá. Otro de sus grandes entretenimientos es comprobar cómo funciona la ley de gravedad. Les encanta dejar caer juguetes al suelo desde su sillita o desde el cochecito, pero más les divierte que tú los recojas y se los devuelvas, para volver a hacer lo mismo.
También descubren los juguetes musicales y comprueban el mecanismo de causa y efecto; se dan cuenta que al apretar una tecla o tocar un tambor, se produce un sonido. Son ideales los juguetes que le hagan sentir este poder como aquellos que hagan algo cuando se aprieta un botón, se mueve una palanca o se tira de un cordón. Aunque parezcan pequeños para los libros, hay algunos con hojas de plástico (los de cartón los pueden masticar) con los que disfrutarán viendo los dibujos y pasando las hojas. También hay algunos de tela con troquelados, espejos, ruedas para girar, texturas y otras actividades que son muy apropiados para bebés.
Empiezan a entender el concepto de dentro- fuera, lleno-vacío, por lo que les gustarán los típicos cubos que caben uno dentro del otro y que también se apilan, así como vaciar cajas o bolsos y volverlos a llenar. Aunque necesite tu ayuda, son muy divertidos los anillos que tienen que encajar en una base.
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