Si tu hijo adolescente no te cuenta nada, estas son las siete cosas que puedes hacer para que no se cierre en banda

Si tu hijo adolescente no te cuenta nada, estas son las siete cosas que puedes hacer para que no se cierre en banda
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¿Tu hijo adolescente se cierra en banda y no te cuenta nada? En esta etapa muchos padres se enfrentan a la preocupación de que sus hijos se vuelvan más reservados y reacios a compartir sus pensamientos y experiencias. Y es algo que como padres inquieta, y es normal que queramos saber si les preocupa algo, para poder ayudarlos.

Sin embargo, existen estrategias efectivas para fomentar una comunicación abierta y así mantener un vínculo sólido con los hijos adolescentes. En este artículo ofrecemos algunas claves para evitar que tu hijo adolescente se cierre emocionalmente y así poder establecer una base para una relación de confianza.

Mi hijo adolescente no me cuenta nada: cómo podemos actuar

Cuando un hijo adolescente se muestra cerrado y reticente a compartir sus pensamientos y experiencias con los padres, es importante adoptar una actitud comprensiva y respetuosa para fomentar una comunicación abierta y fortalecer el vínculo afectivo. Te ofrecemos algunas pautas para actuar como padres en esta situación:

1. No invadas su espacio

Los adolescentes necesitan su propio espacio y tiempo para procesar sus sentimientos, y además, son muy recelosos con su intimidad. Respeta su privacidad y su espacio.

Así, aunque tengas la tentación de preguntar y querer saber y saber, no presiones a tu hijo adolescente para que hable, porque eso generará el efecto contrario (se cerrará en banda). Sin embargo, sí hazle saber que estás disponible si en algún momento le apetece hablar.

2. Comparte tus experiencias

Intenta conectar con él a través de la empatía y la cercanía. Comparte con él cómo viviste tú tu adolescencia, qué miedos tenías, qué desafíos se te presentaron, cómo eran tus amigos...

Encuentra esos puntos de conexión con él (¡seguro que ahí están!), ponte en su lugar y explora desde ahí, porque esto os ayudará a crear una conexión, y le hará sentir que empatizas y que no está solo.

3. No lo juzgues

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Imagen de Freepik

Evita juzgarle o criticarle cuando te cuente algo, aunque no lo entiendas o no estés del todo de acuerdo. Recuerda que él necesita sentirse seguro para poder compartir contigo lo que le ocurre, y por ello necesita un espacio de confianza, libre de juicios. Si a la mínima que se abre a ti, lo cuestionas, lo haces dudar... es normal que ya no quiera contar más. ¡Trata de abrir tu mente!

4. Inicia conversaciones de forma natural

¿Cuándo es el mejor momento para hablar? Depende; lo ideal es iniciar conversaciones de forma casual. Aprovechad situaciones cotidianas (comidas, tiempo en el coche...), momentos tranquilos o actividades compartidas para iniciar con él conversaciones de forma natural.

Si tratas de hacerlo con naturalidad, será más fácil que se abra poco a poco, porque no lo verá como algo forzado. Es importante que él se sienta cómodo.

5. Interésate

Averigurar sus intereses y las actividades que le motivan es crucial para demostrarle que os preocupáis por lo que es importante para él. Así que, demuestra ese interés de forma genuina; pregúntale, ofrécele un plan acorde a esos intereses, explora esas áreas... Esto facilitará la construcción de vuestro vínculo y facilitará que, cuando lo necesite, se abra a ti.

6. Pregúntale por cosas "menos" íntimas

Otra idea que puede ayudaros, como padres, a que vuestro hijo adolescente se abra y cuente más cosas, es preguntarle por las cosas menos íntimas, las que, aparentemente, sean más importantes o más triviales. Es decir, las cosas del día a día.

Pero mantened siempre ese interés. Esta es una buena forma de empezar a abrir esa puerta para que, el día de mañana, siga abierta si necesita contaros algo más importante para él.

7. La escucha activa es un arte

Recuerda siempre practicar la escucha activa; esto hará que tu hijo se sienta escuchado y por lo tanto, será más fácil que os cuente cosas. Una forma original de hacerlo es establecer un "gesto de turno", como por ejemplo sostener un objeto pequeño, que representa quién tiene el turno de hablar. Esto evita interrupciones y fomenta una escucha mucho más atenta.

Foto | Portada (Freepik)

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