El parto por cesárea

El parto por cesárea
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Hace cosa de un mes os explicamos cómo es un parto normal, con la intención de ofrecer un poco de información a las mujeres embarazadas para saber qué pueden esperar y, más o menos, qué sucede cuando una mujer se pone de parto.

Como no todo siempre va como una espera, y como lo último que nadie quiere que suceda es que la madre o el bebé corran riesgo vital, algunos de los partos, los que se complican, suelen acabar en cesárea. La cesárea no es algo que una mujer pueda elegir en un hospital público, porque es una intervención quirúrgica que también conlleva riesgos, pero creo que es también interesante hablar un poco de ella para saber en qué consiste y qué sucede cuando una mujer tiene un parto por cesárea.

¿Son muchos los partos que acaban en cesárea?

La primera duda que puede tener una mujer es saber cuál es la probabilidad de que su parto acabe en cesárea. Bien, es difícil de decirlo, porque cada cuerpo y cada parto es diferente, pero puede ser interesante saber cuántas cesáreas se realizan en un hospital para saber a qué atenerse.

Según la OMS, el número de cesáreas lógicas o aconsejables se cifra en un 15-20% de todos los partos. Los hospitales públicos de España llevan años rondando el 21-23%, mientras que los privados se van al 30%, más o menos.

Qué es una cesárea

La cesárea consiste en una intervención quirúrgica en la que se hace una incisión en el abdomen y el útero de la madre para extraer al bebé por dicha herida. Se lleva a cabo cuando el ginecólogo considera que hay algún riesgo para la salud del bebé y/o la madre en caso de dar a luz por vía vaginal.

Esto, claro, es la teoría. En la práctica la probabilidad de que te hagan una cesárea cambia (en Puerto Rico rondan el 50% y en Italia el 40%) y esto quiere decir que las razones pueden llegar a ser muy variopintas, o directamente mentira. No es por asustar ni generalizar, pero en según qué sitios apenas nacen niños en fin de semana y esto muestra que el parto se controla y medicaliza en exceso y que algunos partos acabarán probablemente en cesárea por conveniencia del ginecólogo, que prefiere trabajar entre semana que el sábado o el domingo.

Normalmente se hace con la madre despierta, pero con anestesia controlada desde la zona torácica hasta los pies, mediante anestesia epidural. En España es raro que dejen entrar al padre (algunos hospitales sí lo permiten), pero en otros países es lo más habitual. Yo tuve que quedarme fuera en el parto de mi primer hijo, Jon, que vino por cesárea, y sinceramente me habría gustado estar presente. Sin embargo no es ya sólo por mí, por el padre, sino más por la madre. Se trata de un momento en el que puede necesitar apoyo y la compañía de la pareja puede ayudarle mucho.

Indicaciones para hacer una cesárea

Las indicaciones para hacer o no una cesárea son un poco variables. En algunos aspectos todos los protocolos hospitalarios coinciden en la conveniencia de la cesárea. En otros, en cambio, hay hospitales que tienen por protocolo hacer cesárea y otros no, dejando la decisión a criterio del profesional. Hablo por ejemplo de las presentaciones de nalgas, ya que en Canadá hace tiempo que consideran que no es motivo para hacer cesárea y en otros hospitales dirán que ni hablar del peluquín, cesárea y listo.

Así que la decisión de hacer cesárea depende de varios factores, siendo los más importantes el ginecólogo (porque algunos harán más cesáreas que otros), el lugar donde vas a dar a luz (en un domicilio, en un hospital determinado, en un país donde las tasas de cesárea son muy elevadas,...), los antecedentes clínicos, etc.

Por numerarlas un poco, algunas de las razones que llevan a los profesionales a realizar una cesárea son las siguientes:

  • Que el bebé tenga una frecuencia cardíaca anormal.
  • Que el bebé venga con una posición que dificulte el parto vaginal, como cruzado o con los pies por delante (como he comentado depende del país, del hospital y del profesional).
  • Que haya algún problema en el desarrollo del bebé, como hidrocefalia o espina bífida.
  • Que se trate de un embarazo múltiple (trillizos y en algunas ocasiones gemelos), que de nuevo dependerá de cada profesional y de cada parto.
  • Que la madre tenga una infección activa de herpes genital.
  • Que la madre tenga VIH.
  • Que la madre haya sido intervenida alguna vez en el útero (depende, porque una cesárea previa es también una intervención uterina y que haya una cesárea previa ya no es indicación de una nueva cesárea).
  • Que la madre tenga alguna enfermedad grave como cardiopatía, preeclampsia o eclampsia.
  • Que la cabeza del bebé sea muy grande para pasar a través de la pelvis de la madre (lo llaman desproporción cefalopélvica y es un tema que crea polémica porque es muy difícil que una mujer llegue a gestar un bebé que luego no pueda parir).
  • Que el trabajo de parto se prolongue demasiado o que se detenga.
  • Que el bebé sea muy grande (que como la desproporción cefalopélvica es un tema controvertido).
  • Que haya placenta previa, que es cuando la placenta cubre parte o toda la abertura hacía el cuello uterino.
  • Que haya un desprendimiento de placenta.
  • Que se produzca un prolapso de cordón, cuando el cordón sale a través de la abertura de la vía del parto antes que el bebé.

¿Qué pasa después de la cesárea?

Lo que suele suceder después de una cesárea es que le enseñen a la madre a su bebé un momento y que enseguida lo valoren, ya que algunos niños, por efecto de la anestesia, nacen un poco adormilados y pueden necesitar ayuda para respirar. Lo que suceda después depende un poco de cómo funcione cada hospital. Hay centros donde dejan al bebé en la nursery mientras la madre se acaba de recuperar en la sala de reanimación. Otros hospitales dejan al bebé con papá mientras pasan esas horas.

Después de la cesárea

Los más modernos, los que a mi gusto hacen lo más lógico, dejan al bebé en reanimación con la madre y con el padre. Dar a luz mediante cesárea puede ser un poco duro para algunas madres, que ven rotas sus expectativas (algo que tendrán que ir superando con el tiempo), y un buen modo de ayudarles a minimizar la mala sensación por lo sucedido es permitir que el bebé esté con la madre enseguida, en contacto piel con piel, como si hubiera venido de manera vaginal.

De ese modo podrá ser amamantado antes y habrá menos riesgo de que la lactancia acabe fracasando. Así podrá además derribarse el mito que dice que la leche tarda más en subir cuando te hacen una cesárea, ya que la diferencia no viene del modo de parir, sino del tiempo que pasa entre que la placenta sale y el bebé se coge al pecho. Cuanto más tiempo pase, mayor será el tiempo que tarde en subir la leche y mayor la dificultad.

Es posible que el bebé esté unas horas echando líquido amniótico por la boca. Es normal y hay que vigilar un poco de que no pueda ahogarse con él, ayudándole a sacarlo con una gasita cuando lo veamos burbujear. Cuando un bebé nace por vía vaginal su tórax se "exprime" y saca prácticamente todo el líquido que queda en sus pulmones. Al nacer por cesárea esto no pasa y debe ser él quien lo vaya sacando.

Riesgos de la cesárea

Dar a luz mediante cesárea es relativamente seguro, pero conlleva más riesgos que dar a luz por vía vaginal, y por eso la recomendación es que se utilicen sólo en caso de ser estrictamente necesario.

De nuevo, por enumerar un poco los riesgos más habituales:

  • Infección de la vejiga o el útero, ya que se trata de una intervención quirúrgica con herida y rotura del útero, que deben cicatrizar.
  • Lesión de las vías urinarias.
  • Lesión al bebé (ya hemos visto aquí alguna herida hecha durante cesárea).
  • Mayor riesgo de placenta previa en futuros embarazos.
  • Mayor riesgo de placenta adherida en futuros embarazos (la placenta tiene problemas para separarse después del siguiente parto).
  • Mayor riesgo de ruptura uterina.
  • Mayor riesgo de hemorragia como consecuencia de las tres situaciones anteriores.
  • Hemorragia por sangrado en la zona de la intervención.
  • Que se produzcan coágulos de sangre que lleguen a las venas pélvicas o de las piernas.
  • Infección de la herida.

Es por todas estas razones que un parto natural normal es siempre preferible y la razón de que los ginecólogos sean cada vez más reacios a practicar una cesárea. Esto no sucede siempre, claro, porque en la sanidad privada son más laxos, y sobretodo cuando se trata de gente con dinero o famosa, que tienen la posibilidad de elegir cómo parir (aunque muchos pensamos que no debería ser así).

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