Adiós a la media naranja: los psicólogos explican por qué es muy peligrosa esta idea de amor de pareja

Adiós a la media naranja: los psicólogos explican por qué es muy peligrosa esta idea de amor de pareja
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La metáfora de la media naranja lleva décadas instalada en nuestra cultura como un símbolo romántico. Nos enseñaron a buscar esa persona que "nos complete", como si fuéramos mitades incompletas esperando ser redondeadas por alguien más...

Pero ¿qué pasa cuando esta creencia romántica se lleva al plano psicológico? Según los expertos, esta idea no solo es irreal, sino que puede resultar muy peligrosa para nuestra salud emocional y para las relaciones de pareja.

El mito de la media naranja: ¿de dónde viene esta idea?

La expresión "media naranja" se remonta a la filosofía griega, concretamente al mito de Aristófanes en "El Banquete" de Platón. Según esta historia, los humanos éramos seres completos hasta que Zeus nos dividió en dos, condenándonos a buscar eternamente nuestra otra mitad.

Aunque esta metáfora ha inspirado poemas, canciones y películas, los psicólogos advierten que, en el contexto actual, perpetuarla puede tener consecuencias emocionales negativas.

Mario Alonso Puig: "la media naranja es un error conceptual"

Mario Alonso Puig, médico y divulgador sobre psicología, señala que creer que somos "medias naranjas" puede generar una sensación de incompletitud. En una reciente entrevista para el equipo de Nudge Project, el experto así lo expresó: "la media naranja es un error conceptual".

Según explica, psicológicamente este concepto puede ser peligroso, ya que significa que solo serás feliz si encuentras a otra persona que "te complete", y esto puede provocar expectativas falsas y dependencia emocional, e incluso frustración y desilusión en las relaciones amorosas.

"Pensar que necesitas a otra persona para ser feliz crea una presión insostenible sobre la relación y fomenta expectativas poco realistas. [...] Si te crees que eres una media naranja, y buscas a la otra media, le vas a exigir que complete aquello que no tienes. Esta situación pondrá una gran presión a la otra persona, haciendo que se sienta ahogado en la relación".

El experto concluyó la entrevista con una reflexión de lo más inspiradora: "Todos somos seres completos que nos encontramos, porque el ser humano es un ser de encuentro, y juntos caminamos, apoyándonos unos a otros para alcanzar nuestra plenitud".

Las trampas de idealizar el amor

Así, la idea de la media naranja parte de una premisa errónea: que no somos suficientes por nosotros mismos. Este pensamiento fomenta un vacío emocional que intentamos llenar con una relación, lo que puede derivar en vínculos tóxicos.

Por su parte, el psicólogo Íñigo Cansado asegura que "La clave para una relación exitosa no siempre está en encontrar a alguien que sea una «media naranja», sino en ser complementarios".

Por ejemplo, muchas personas buscan en su pareja cualidades que creen que les faltan a sí mismas: seguridad, éxito, autoestima... Pero, como explica el psicólogo, esto crea una dinámica de dependencia que a menudo acaba en frustración.

Señales de alerta: ¿eres víctima del mito de la media naranja?

Hay ciertos comportamientos que indican que podrías estar atrapado en esta mentalidad:

1. Dependencia emocional: Necesitar constantemente la validación de tu pareja para sentirte bien contigo mismo.

2. Expectativas irreales: Creer que tu pareja 'debe' resolver todos tus problemas o satisfacer todas tus necesidades.

3. Miedo a la soledad: Mantener una relación que no te hace feliz solo por miedo a estar solo.

4. Perder tu identidad: Dejar de lado tus propios intereses y metas para adaptarte completamente a la vida de tu pareja.

Estas señales suelen aparecer en relaciones donde uno de los miembros asume el rol de "salvador" o "complemento". Pero esto desgasta la relación y afecta profundamente la autoestima de ambos.

Cómo afecta esta idea a la autoestima

El concepto de la media naranja refuerza la creencia de que no somos suficientes por nosotros mismos, algo negativo para la autoestima. Según Alonso Puig, cuando depositamos nuestra felicidad en otra persona, dejamos de valorar nuestras propias cualidades y capacidades.

Por ejemplo, alguien que cree ser "incompleto" sin pareja puede sentirse menos valioso si está soltero, lo que refuerza un ciclo de inseguridad y dependencia. Además, esta creencia dificulta el desarrollo personal, ya que la persona se centra en buscar a alguien que "le complete" en lugar de trabajar en sí misma.

Adiós a la media naranja, bienvenida la naranja completa

Romper con el mito de la media naranja no significa renunciar al amor romántico, sino reimaginarlo desde una perspectiva más amplia, realista y enriquecedora. Cuando entendemos que no necesitamos a alguien para "completarnos", abrimos la puerta a relaciones más libres, auténticas y sanas.

Porque, al final, no se trata de buscar a alguien que llene nuestros vacíos, sino de compartir nuestra plenitud con otro ser igualmente completo. Una pareja no es la otra mitad de una naranja, sino dos naranjas enteras que eligen caminar juntas. Y esa, según los expertos, es la verdadera esencia del amor.

Foto | Portada (Montaje; Freepik 1 y Freepik 2)

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