¿Cuántas capas son demasiadas capas? Cómo abrigar (sin pasarte) a tu bebé

 ¿Cuántas capas son demasiadas capas? Cómo abrigar (sin pasarte) a tu bebé
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Cuando el frío aprieta, una de las preocupaciones recurrentes entre los padres es abrigar a su bebé para que esté cómodo y no se enfríe. Para ello, la técnica de vestirlo con capas es la más práctica, ya que nos permite ir poniendo o quitando prendas para abrigar al pequeño en función del momento del día y el lugar en el que se encuentre.

Aunque aún con esta técnica siempre tenemos dudas sobre si lo estaremos abrigando demasiado o estará pasado frío. Sobre todo si nos guiamos por la temperatura de sus manos o sus pies podemos cometer el error de abrigarlos demasiado, ya que normalmente los bebés tienen estas partes de su cuerpo más frías que el resto porque les cuesta regular su temperatura.

En cambio, hay formas más fiables de saber su temperatura corporal, como el tono de sus mejillas –si están sonrojadas puede que tengan calor– o tocando su cuello o su nuca, que nos dará la mejor aproximación.

Los riesgos de abrigarlos en exceso

En primer lugar, tener al bebé bien abrigado implica vestirlo con la cantidad perfecta de prendas para la temperatura existente, y no vestirlo con exceso de abrigo "por si acaso". Y es que quizá no sabías que abrigar demasiado a un bebé puede provocarle fiebre. Esto puede hacer que a los recién nacidos les cueste ganar peso por el consumo de energía para regular su temperatura corporal y además puede causar erupciones de sudamina en la piel, como las que aparecen en verano con el calor.

En los casos más extremos, el exceso de abrigo está relacionado incluso con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) por el riesgo de asfixia.

Cómo abrigar al bebé por capas

Teniendo en cuenta lo anterior, es esencial prestar atención a la cantidad de capas con las que abrigamos al bebé en cada momento. Por eso y de la mano de Kiabi hemos recopilado estos consejos para ayudar a los padres a acertar en cada etapa y circunstancia.

Abrigar a los recién nacidos

Durante las primeras semanas de vida, los bebés son más vulnerables a los cambios de temperatura por su incapacidad para regular la suya propia y la ausencia de grasa corporal. Además, es la época en la que menos se mueven, por lo que no son capaces de generar calor.

Si esta época coincide con el invierno, lo mejor es guiarse por la premisa de añadir una capa más al bebé de la que nosotros llevamos. Eso sí, conviene que sean siempre capas finas para poder ir ajustando la cantidad de abrigo en función de si estamos en interiores o exteriores o si el día es soleado.

Por ejemplo, una buena distribución de capas sería un body, un jersey o sudadera y un abrigo o una chaqueta no muy gruesos. Y, si para ir por la calle llevamos gorro y bufanda, podemos ponerle también un gorro al peque y abrigar su cuello con una braga o la propia chaqueta.

Si por ejemplo optamos por sacar al bebé a la calle con un buzo de invierno, bastará con vestirlo por dentro con un body o una camiseta y unos leggings finos. Si además tiene gorro y guantes incorporado como los buzos de bebé de Kiabi, ayudaremos al pequeño a regular su temperatura.

A partir de los 3 meses

Puesto que en esta etapa los bebés suelen contar con más grasa corporal, esto les permite mantener mejor la temperatura y por tanto necesitarán capas menos gruesas. A medida que se muevan más y empiecen a ponerse de pie y a hacer sus primeros intentos de andar, las necesidades de abrigo serán más parecidas a las de los padres, teniendo en cuenta que cuando van en cochecito se enfrían antes y cuando andan generan más calor.

En el carrito

Cuando van en el cochecito son más vulnerables al aire frío, así que lo mejor es echar la capota para protegerlos y vestirlos con ropa de abrigo moderadamente. De hecho, como normalmente suelen ir tapados con sacos o mantas, estas piezas hacen de abrigo y tan solo hay que vestirlos con el body y un conjunto no demasiado grueso, como este de jersey y leggings de canalé que encontramos en Kiabi.

Durante el porteo

Una de las mejores formas de abrigar al bebé es con nuestro calor corporal. ¡Y a ellos les encanta! Eso sí, cuando los pequeños van en una mochila o un fular de porteo, su cabeza, sus manos y pies quedan más expuestos. Con las camisetas de porteo de Kiabi y un gorrito para proteger su cabeza evitaremos que se enfríen, y solo hará falta que vistan con un conjunto de parte de arriba y pantalón fino.

Una alternativa es llevar un abrigo de porteo con el que mamá o papá irán calentitos junto a su bebé. Aunque, si porteamos por fuera de nuestro propio abrigo, tendremos que colocar un abrigo al bebé y cubrir cabeza, manos y pies con gorro, guantes y calcetines gruesos.

Para estar en casa

En casa, pijamas y peleles serán la opción más práctica para tener al bebé abrigado de manera adecuada. Durante los primeros meses, además, nos tocará abrigarlos en la minicuna o el moisés con sábanas y mantas.

Dependiendo del tipo de vivienda, la ubicación y el sistema de calefacción, será mejor optar por mantas de punto polar como las de Kiabi o colchas finas.

Y, por supuesto, a medida que vayan creciendo y se muevan más, menos cantidad de capas necesitarán en casa. En este sentido, siempre resultan muy útiles las mantas de juegos y alfombras infantiles como estas de Kiabi, que permiten a los peques divertirse y explorar en el suelo mientras están calentitos y cómodos.

Hora de dormir

Para que estén abrigados mientras duermen, además de los pijamas, la opción más cómoda en el primer año de vida son los sacos de dormir, especialmente cuando se empiezan a mover más y mantenerlos tapados parece misión imposible. Son sacos holgados que permiten el movimiento de sus piernas y suponen la opción más segura, tanto para evitar que el bebé pase frío al moverse y destaparse como para prevenir que su cabecita quede cubierta por la ropa de cama.

Cada saquito cuenta con un índice TOG que indica el aislamiento térmico que proporciona el tejido en función de su grosor y el abrigo que aportan. Para elegir el índice adecuado, habrá que tener en cuenta la época del año, la zona y el aislamiento de la vivienda, algo que Kiabi nos pone más fácil al indicar en cada modelo la temperatura para la que está pensado.

Con consejos y claves como estas, abrigar a nuestros bebés en su justa medida será mucho más fácil. Sobre todo con la relación calidad-precio-diseño de la moda de bebé de Kiabi. Ahí te espera todo lo que necesitas para completar el armario de invierno de tu peque.

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