Como madres y padres vamos creando recuerdos al mismo tiempo que acompañamos a nuestros hijos en cada etapa de su desarrollo, desde la infancia hasta la adultez. Cada una de estas etapas tiene sus cosas positivas y otras no tanto, pero la mente es sabia y va almacenando en nuestra memoria aquellos momentos significativos que compartimos con ellos.
Y entre esas cosas, al menos en mi experiencia, se encuentran aquellas tardes y noches en las que solía leerle cuentos e historias a mi hija antes de dormir - algo que aún suelo hacer ocasionalmente cuando ella me lo pide, a pesar de estar entrando ya en la adolescencia.
Pero de acuerdo con un reporte reciente, este tradicional momento entre padres e hijos podría dejar de ser algo habitual para las nuevas generaciones.
Los padres piensan que es aburrido
Así lo ha señalado la editorial HarperCollins en una nota de prensa, donde comparten los resultados de una encuesta realizada recientemente. De acuerdo con los resultados de dicha encuesta, el número de padres que leen en voz alta a sus hijos está en su nivel más bajo.
Según los datos, menos de la mitad de los padres de niños de hasta trece años afirman que leerles en voz alta es divertido, siendo esta forma de pensar más frecuente entre los padres de la Generación Z, quienes consideran la lectura "más como una materia para aprender" que como una actividad enriquecedora o divertida para hacer con sus hijos.
La editorial menciona que, al ser la primera generación en crecer con la tecnología, los padres de la Generación Z podrían recurrir al entretenimiento digital para divertirse en lugar de a los libros.
Pero los padres no son los únicos con esta mentalidad.
Los niños, también
La encuesta revela que el 29% de los niños de entre cinco y trece años también piensa que leer es más una materia para aprender que una actividad divertida, frente al 25% que se reportó en una encuesta de la misma editorial en 2022.
Analizando los datos sobre los hábitos de lectura de los niños, se encontró que solo el 32% de los niños de cinco a diez años eligen leer con frecuencia por placer, una cifra que, en comparación con el 55% reportado en 2012, se ha reducido considerablemente.
Alison David, Directora de Perspectivas del Consumidor de Farshore y el departamento de libros infantiles de HarperCollins, afirma que el hecho de que los padres les lean a sus hijos es una de las cosas que hace que la lectura sea algo divertido para los niños, por lo que resulta preocupante que no lo estén haciendo y, en consecuencia, vean este hábito como algo aburrido:
"Es más probable que asocien la lectura con las tareas escolares, algo que se evalúa y en lo que pueden hacer bien o mal, no algo que puedan disfrutar", señala David, quien anima a los padres a que recuperen ese hábito por los múltiples beneficios que éste puede tener para su desarrollo: "Nunca es tarde para empezar o retomar la lectura con los niños".
Por qué no debemos dejar de leerle a nuestros hijos

No juzgamos a quienes piensan que leer en voz alta es aburrido, porque entendemos que entre las múltiples responsabilidades y la facilidad e inmediatez del entretenimiento digital, ese momento de lectura entre padres e hijos no luzca tan atractivo o se sienta como una tarea más por cumplir. Pero hacerlo es importante.
Cuando nuestros hijos son bebés, leerles en voz alta les ayuda a adquirir y ampliar su vocabulario: tan solo con leerles un libro al día lograrán haber adquirido 290.000 palabras más al cumplir los cinco años, comparados con los niños a los que no se les lee.
Por otro lado, al fomentar la lectura de manera temprana cuando leemos en voz alta a nuestros hijos estimulamos su imaginación y la creatividad y, pese a lo que diga la encuesta, sí es algo que gusta a los niños.
Porque además de fomentar el amor por la lectura, lo más importante de leerle en voz alta a nuestros hijos es el simple hecho de compartir un momento especial juntos, sin prisas ni distracciones, y que nos ayuda a continuar fortaleciendo el vínculo con ellos.
Foto de portada | KaboomPics en Pexels
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