Una clase de Infantil de 20 niños tendrá contacto con más de 800 personas en solo dos días: los riesgos de la vuelta a las aulas

Una clase de Infantil de 20 niños tendrá contacto con más de 800 personas en solo dos días: los riesgos de la vuelta a las aulas
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La ministra de Educación, Isabel Celaá, apuesta porque los niños vuelvan a las clases en septiembre de manera presencial.

Incluso ahora en junio los más pequeños han podido regresar a las aulas de Educación Infantil. Es cierto que los estudios realizados hasta ahora señalan que los niños se infectan de Covid igual que los adultos, pero la mayoría son asintomáticos o tienen síntomas leves. Entonces, ¿Hasta qué punto su regreso a los colegios puede incidir en la aparición de un rebrote del virus?

Aunque aún no se sabe suficiente sobre la propagación del virus, investigadores de la Universidad de Granada han dado un paso más y advierten de los graves problemas de planificación que se están cometiendo en la organización de la vuelta a las clases en septiembre.

Los expertos pronostican el cierre de muchas aulas en otoño y piden a las autoridades educativas que preparen con más rigor tanto los sistemas presenciales como el escenario online, por el riesgo tan alto de contagio que supone: una clase de Infantil de 20 niños tendrá contacto con más de 800 personas después de sólo dos días.

Las burbujas de convivencias no son reales entre los más pequeños

Un equipo de investigadores del departamento de Organización de Empresas II de la Universidad de Granada (UGR) ha comparado las previsiones de los distintos Ministerios y Consejerías autonómicas para la vuelta a las clases en septiembre con los requerimientos técnicos de los modelos de escenarios, y advierten sobre los graves problemas de planificación que se están cometiendo, “ya que hasta el momento se trata mayoritariamente de declaraciones bienintencionadas, pero carentes del necesario detalle para convertirse en una planificación útil”.

Explican que las previsiones se han centrado en anunciar el ideal de la vuelta presencial, pero no consideran recursos suficientes para garantizar su mantenimiento, ni cuentan con planes detallados para su desarrollo ni para situaciones alternativas a la no presencialidad, que pueden ser necesarias en cualquier caso.

Para lograr un ejemplo representativo, han analizado el número de relaciones sin mascarillas y sin distanciamiento previsto para los niños de Educación Infantil y de los cuatro primeros cursos de Primaria. Se parte de la idea defendida por la ministra de Educación de que estos alumnos deberían tratarse como "grupos a modo de familia o convivientes" y que "en esa burbuja o set o módulo pueden moverse con tranquilidad, sin necesidad de guardar las distancias de 1,5 metros”.

Alberto Aragón, catedrático de Organización de Empresas, director del Máster en Economía y Organización de Empresas de la UGR y coordinador de este análisis, advierte que:

“Es importante recordar que las denominadas 'burbujas' sólo garantizarían la tranquilidad si estuvieran cerradas, pero cada uno de los niños y niñas de esos niveles educativos y su docente también conviven con los miembros de sus propias familias”.

Asumiendo familias formadas con una media de dos adultos y 1,5 menores (dos hijos en la mitad de las familias y un hijo en la otra mitad, reflejando la media española), nos encontraríamos con que cada uno de los 20 escolares en esas clases tendría una exposición a un grupo de 74 personas en su primer día de clase. Y añade:

“Si además los menores de esas familias también estuvieran en una clase distinta de Infantil o Primaria, se agregarían esas relaciones al conjunto alcanzando 808 personas implicadas ya el segundo día de clase, considerando exclusivamente las relaciones sin distanciamiento ni mascarilla de la clase propia y las de las clases de hermanos y hermanas. Si el número de escolares en la clase sube a 25, como muchas autonomías han anunciado ya para que coincida con el ratio habitual, el número de personas implicadas subiría hasta 91 personas sólo con los de la misma clase y 1.228 personas contando las clases de hermanos”.

"Se necesitan planes más rigurosos"

Vuelta Al Cole

Esa es la opción de los expertos de la Universidad de Granada consideran que cualquier planificación en una situación de incertidumbre como la provocada por el Covid-19, debe considerar múltiples posibles escenarios y en cada uno de ellos deben definirse los recursos de los que se va a disponer, las acciones concretas a desarrollar y las situaciones y momentos que llevarían a su puesta en marcha.

“Un plan bueno, bonito y barato no suele resultar posible, pero si además es ambiguo o poco realista, carece completamente de utilidad”.

Esta opinión del autor principal del estudio incide en el interés por la vuelta a las aulas en septiembre con las escasas inversiones para tratar de mantener esa situación: como la renuncia a la reducción del número de estudiantes en clase, la falta de concreción sobre la contratación de nuevos docentes, o las muy limitadas inversiones previstas para la ampliación de espacios docentes y el desarrollo de actividades alternativas y complementarias.

En el caso de colegios e institutos, el profesor Alberto Aragón considera especialmente poco eficaz el poner el foco sobre los planes de cada colegio e instituto sin que éstos hayan recibido ni los recursos ni el marco de referencia detallado para su adaptación.

Las clases presenciales serán difíciles de mantener sin vacuna

Es la opinión de los investigadores de la Universidad de Granada que advierten:

“un sistema abierto de burbujas de convivientes como el que proponen el Gobierno y las comunidades autónomas sólo puede tener una eficacia limitada para controlar el riesgo de contagios, pero es especialmente poco eficaz cuando el número de escolares en su núcleo es tan alto”.

Un contagio en un niño implica un riesgo automático para todo el grupo, por lo que cabe esperar que cualquier situación de alerta implique el cierre del grupo o incluso de todo el colegio si han compartido espacios o docentes comunes.

El profesor Eulogio Cordón, director del departamento de Organización de Empresas II de la UGR, pronostica que sin vacuna, la mayoría de las clases probablemente acaben volviendo a un escenario remoto a lo largo del próximo otoño cuando confluyan los efectos de la Covid-19 y la gripe estacional. E insiste en "la importancia de estar preparados para esa posibilidad”.

Añade que la mayoría de las comunidades autónomas han descartado plantearse un escenario mixto, con clases presenciales y online, y no parecen estar haciendo avances sustanciales en mejoras sobre una enseñanza a distancia, opciones que podrían dar más estabilidad en el curso.

Un plan alternativo a las clases presenciales

Educacion A Distancia

Los expertos de la Universidad de Granada resaltan especialmente que, si bien arrancar presencialmente en septiembre es sin duda la opción más deseable, la complejidad de la enfermedad y la limitada inversión complementaria disponible hace imprescindible tener también planes sólidos para posibles escenarios de cierre.

El autor principal de la investigación señala que ya se debería estar haciendo en estos momentos una dotación de recursos y formación tanto para docentes como para familias y estudiantes.

"Es imprescindible contar con protocolos claros y recomendaciones homogéneas sobre cómo debería hacerse la transformación de una clase presencial a una clase remota".

Asegura que los especialistas en educación recomiendan que colegios e institutos deberían ofrecer un horario para clases online que parcialmente replique el de las clases presenciales y combine diariamente sesiones con los profesores (incluso breves) con tareas individuales.

El objetivo: que las familias no se encuentren de nuevo el próximo curso con un modelo de “envío de tareas para toda la semana” y con la heterogeneidad relacionada con el planteamiento propio de cada docente. Según este profesor, este método parece muy poco adecuado para mantener las rutinas infantiles y las posibilidades de la familia para colaborar.

Los expertos de la UGR hablan de la utilidad de “contar con 'colegios de guardia' como apoyo para ofrecer enseñanza remota o presencial cuando el centro original o la familia lo necesite”, y advierten que la decisión de poner la responsabilidad en los planes de cada colegio sin una base común que los sustente podría acabar conduciendo a problemas muy similares a los de este curso.

Como ultimo punto, subrayan la falta de diálogo con las familias, que pudo ser comprensible este curso porque no daba tiempo a una respuesta, "pero resulta sorprendente cuando se planifica para el curso siguiente y se necesita alterar sustancialmente las condiciones laborales, pedagógicas y sociales del proceso educativo".

Opinan los profesores de la Universidad de Granada que debería haberse preguntado ya a las familias su disponibilidad para cada sistema con el objetivo de intentar acoger mejor a los estudiantes cuyas familias necesitaran de presencialidad y proporcionar una opción mixta o remota a aquellas familias que lo desearan, en el caso de que los centros educativos observaran garantías para su desarrollo adecuado. Concluyen que "la falta de planificación conjunta con familias y docentes es también una limitación de los protocolos existentes hasta el momento".

Vía | Universidad de Granada

Fotos | iStock

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