Los meses de verano son los más propicios para los accidentes infantiles: está demostrado que en junio, julio y agosto hay un mayor número y gravedad de lesiones por accidentes, y no solo nos referimos a las caídas, que llevan a muchos pequeños al hospital.
Además, si tienes niños de entre uno y cuatro años es cuando deberás estar más atento, ya que los niños que se incluyen en este rango de edad son los más expuestos a los riesgos. De cualquier modo, todos los padres y cuidadores han de estar atentos y hoy vamos a centrarnos en los distintos accidentes infantiles en verano y cómo prevenirlos.
Existen diversos consejos de seguridad que hemos de tener en cuenta durante cualquier momento del año, pero en verano con las vacaciones escolares, el día que alarga, las salidas de casa más frecuentes, los viajes... puede haber más riesgos. Veamos cada uno de ellos.
Ahogamientos cada día
En tan solo 20 segundos se puede producir el ahogamiento de un niño, y prácticamente todos los días de verano las noticias hablan de este tipo de accidentes en playas o piscinas. Por ello es importante no dejar de vigilar a los niños en todo momento, bañarnos junto a ellos aunque sean mayores y seguir las normas de seguridad básicas.
Conviene iniciar a los niños cuanto antes en el mundo de la natación para que cojan confianza con el medio, aprendan a flotar y respirar; han de ponerse chalecos salvavidas o flotadores adecuados (chalecos bien asegurados al cuerpo o flotadores de poliuretano atados de cintura) con nuestra supervisión, evitar el golpe de calor o el corte de digestión...
En la playa, diversión y seguridad
Además de los consejos básicos de seguridad para prevenir ahogamientos en playas, ríos, lagos o piscinas, existen algunos aspectos más a tener en cuenta para estar seguros en las playas y prevenir accidentes. Sigue las indicaciones de los puestos de socorrismo, evitando el baño si hay bandera roja, si hay oleaje, corrientes, riesgo de picaduras de medusas...
Evita la exposición prolongada al sol y mantén una buena hidratación en toda la familia. No pierdas de vista a los niños: en muchas playas hay aglomeraciones y es fácil que se despiste y se pierda.
Una piscina segura
Hay ciertas precauciones a tener en cuenta si vamos a las piscinas con niños. En la piscina también hemos de prevenir el ahogamiento y las quemaduras solares, así como el golpe de calor o el corte de digestión. Además, para un baño seguro en la piscina hemos de tener en cuenta que los pequeños no pueden correr en sus inmediaciones o practicar conductas temerarias.
La protección solar, imprescindible
Mención aparte merece este apartado al que ya hemos hecho referencia en los puntos anteriores. La exposición al sol puede provocar quemaduras, insolación o golpe de calor, por lo que conviene que protejamos a los niños del sol (barreras físicas y cremas solares), además de evitar las horas centrales del día al sol, mantenerse lo más frescos posibles, estar bien hidratados... Estos consejos básicos evitarán desde quemaduras a caídas, desmayos...
Ojo a las intoxicaciones
Para prevenir las intoxicaciones, es necesario maximizar el cuidado en la manipulación de los alimentos y asegurarse de que los alimentos están en buen estado y las altas temperaturas o una mala conservación no han afectado a su calidad.
Es muy importante lavarse bien las manos, evitar la ingesta de alimentos crudos (excepto frutas y verduras bien lavadas, claro está), mayonesa casera, el agua de origen no controlado (ojo en los destinos exóticos de vacaciones)...
En el campo, controla la ingestión de semillas o frutos de plantas venenosos, que las flores ornamentales, pilas, medicamentos o productos tóxicos (especial atención a los apartamentos de alquiler) no estén al alcance de los pequeños que lo prueban todo...
Actividad física y deportes sanos
La práctica de deportes náuticos es más frecuente en esta época, pero ha de llevarse a cabo con total seguridad, del mismo modo que cualquier otro deporte. Muchos niños aprenden a nadar en vacaciones, pero recuerda vigilarlos en todo momento, en el mar o la piscina, para que el baño sea seguro.
No se han de olvidar elementos como salvavidas (chalecos en el caso de surf o si nos alejamos en barca...), cascos, protectores para deportes "de tierra"... Recuerda que el calor es excusa para no ponerse el casco si se va a hacer bicicleta o patinaje.
Golpes, caídas y contusiones
Este apartado se relaciona con el anterior. Como vimos hace poco, las caídas son más frecuentes en verano y hay que estar atentos, porque en ocasiones la "libertad" que se asocia al tiempo libre, el mayor movimiento, ejercicios, juegos... pueden ir acompañados de algún susto si no estamos atentos.
No pierdas de vista a los niños y evita acciones imprudentes, así como la exposición a riesgos innecesarios si son demasiado pequeños para entender el peligro.
Inspecciona los entornos nuevos a los que vayáis en vacaciones. Comprueba que las terrazas o balcones del hotel o apartamento al que vayáis son seguras y no dejes solos a los niños en ellos. Ojo también a las escaleras nuevas a los que el niño no está acostumbrado, a los enchufes sin protección...
Picaduras
Evita el baño en el mar si hay riesgo de medusas y si este u otro animal marino produce una picadura, pinchazo o cualquier otra lesión, acude al centro de socorrismo.
Las picaduras se convierten en otro de los problemas que afectan más a los niños durante el verano, con los mosquitos a la cabeza (aunque estos no entrañen gran peligro). La mejor forma de prevenir las picaduras es aplicando lociones repelentes de insectos adecuadas para niños.
Nos preocupan más otros insectos venenosos (atención a las excursiones por el campo o a determinadas visitas en destinos exóticos), arácnidos y las temidas medusas.
Viajar seguros
En verano es cuando más desplazamientos se producen y muchos de ellos son en coche. En nuestros vehículos, hay que utilizar bien el sistema de retención infantil, que estos sean homologados y adecuados a la edad y talla del niño... Además, hay que realizar los descansos suficientes si el viaje es largo (cada dos horas) y por supuesto, como es lógico, seguir las normas de tráfico en todo momento.
Otros errores que se cometen comúnmente y que ponen en peligro a los niños en los vehículos son: ponerlos en los asientos delanteros, colocar el asiento de seguridad orientado hacia atrás en el asiento del copiloto protegido por airbag frontal, a no ser que esté desactivado, dejar objetos sueltos en el coche, tener los seguros de las puertas abiertos...
Por último, hay que recordar que en bicicleta también se tienen accidentes de tráfico así que evitaremos los tramos complicados o con mucho tráfico e iremos bien protegidos. Los atropellos son otros accidentes relacionados con las carreteras: evita que los pequeños jueguen junto a ellas.
En definitiva, conviene seguir estos consejos de seguridad para prevenir los accidentes infantiles en verano, porque queremos que sea una época inolvidable y feliz, que se recuerde con cariño y sin sustos ni visitas al botiquín o al hospital. ¡Felices vacaciones!
Fotos | Thinkstock
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