Verduras en la alimentación infantil: a partir de los 12 meses (II)

Verduras en la alimentación infantil: a partir de los 12 meses (II)
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Finalizamos nuestro repaso por las verduras y hortalizas en la alimentación infantil con otra serie de verduras que se recomienda introducir después de los 12 meses: la col o repollo, espárragos y champiñones.

Las dos primeras verduras tienen un alto contenido en nitratos que, como señalábamos en la entrada anterior, pueden ser perjudiciales para los bebés más pequeños. Aunque diría que para los espárragos existen otras razones para retrasar su introducción en la alimentación del bebé, como veremos.

Por todo ello, para las primeras papillas del bebé, a partir de los seis meses, lo mejor es introducir las verduras y hortalizas con tendencia a acumular menos nitratos: calabacín, patata, guisantes, brócoli...

En cuanto a las setas, aunque no se cultiva en huertas, en nutrición las setas comestibles pueden incluirse en el grupo de las hortalizas. Son ejemplos de setas comestibles el champiñón, el gurumelo, el níscalo, el gallipierno o la oronja.

Existe muy poca información en lo referido a los champiñones y otras setas para niños pequeños. Y aunque la mayoría coincidimos en introducir los champiñones a partir del año de edad, diría que no se trata de un vegetal especialmente difícil de digerir. Lo mejor es consultar a nuestro pediatra para que nos oriente en las verduras que tengamos dudas.

La col o repollo en la alimentación infantil

El repollo o col (Brassica oleracea var. viridis), es una planta comestible de la familia de las Brasicáceas, originaria del área Mediterránea, de hojas muy anchas, de las que se conocen muchas variedades. Otras variedades que crecen con "flores" y sí son aptas para los bebés a partir de los seis meses (siempre que no les produzcan gases) son la coliflor y el brócoli.

Pero la col común o repollo verde es la típica verdura de hoja verde que tiende a acumular nitratos, por ello no se recomienda a los bebés más pequeños.

En cuanto a sus propiedades beneficiosas, la col es rica en vitamina A, E y C, nitratos, vitaminas K, y U, β-caroteno, además de tener un alto contenido de fibra. Su mayor parte de contenido es agua (92%) y tiene pocas calorías e hidratos de carbono.

Respecto a los minerales, es muy rico en azufre (que da el olor característico al hervirlas) y potasio, fósforo, aluminio, calcio, flúor, bario, magnesio, bromo.

Esparragos

Los espárragos en la alimentación infantil

Por su tendencia a acumular nitratos, los espárragos también se recomiendan a partir de los 12 meses. Sin embargo, no hay demasiada información al respecto de la acumulación de dichas sustancias en los espárragos, lo cual me hace pensar que puede haber otras razones para retrasarlo en la dieta del bebé.

Probablemente se deba también al olor fuerte que desprende la verdura y a que algunos de los componentes del espárrago se metabolizan y excretan en la orina, dándole un distintivo olor ligeramente desagradable provocado por varios productos degradados que contienen azufre.

Los espárragos (Asparagus officinalis) son tallos jóvenes y tiernos de la esparraguera, planta herbácea de la familia de las Liliáceas que alcanza hasta metro y medio de altura. A esta familia pertenecen también otros vegetales como las cebollas y los puerros (y ya hicimos referencia a que la cebolla se suele retrasar precisamente por su fuerte aroma).

El espárrago blanco se obtiene al evitar la exposición de las plantas a la luz mientras crecen. El espárrago morado es diferente a las variedades verdes o blancas, se caracteriza principalmente por un alto contenido en azúcar y bajos niveles de fibra. Del espárrago silvestre (espárrago triguero) se aprovechan las "puntas de espárrago" como alimento.

Entre sus propiedades beneficiosas se encuentran su alto contenido en fibra, folatos, en betacaroteno o provitamina A, vitamina E y C, vitaminas del grupo B y potasio, fósforo, magnesio, calcio.

Se puede cocinar de muchas formas, combinado con muchos alimentos, e incluso consumir crudos (frescos o en conserva) los brotes más tiernos. Al darlo por primera vez al niño lo haremos de forma separada y observando la tolerancia al mismo.

El champiñón en la alimentación infantil

Champinon

El champiñón de París o champiñón común (Agaricus bisporus) es una especie de hongo, cultivado extensamente para su uso en gastronomía. Su cultivo se remonta al siglo XVIII en Francia (de ahí su nombre popular, "de París").

Es la más frecuentemente empleada de las especies comestibles de hongos, prestándose a numerosas formas de consumo.

El champiñón tiene un sabor neutro y delicado y posee un escaso contenido calórico, alrededor de 20 calorías cada 100 gramos. Su mayor contenido es de agua (88%) y tan solo contiene 0'3% de grasas y no contiene colesterol. Es relativamente rico en fibra alimentaria, así como en vitamina B6, vitamina C, vitamina D, potasio, selenio, fósforo y niacina.

Su efecto remineralizante es muy útil en caso de personas enfermas o aquellas que no pueden tomar carne (contienen proteínas fácilmente asimilables). Su contenido en selenio le confiere un efecto antioxidante.

Todas estas propiedades hacen que sea un vegetal muy suave, tal vez diría que apto incluso para los bebés pequeños, pues son de fácil digestión. Pero el no haber encontrado más información relativa a los champiñones nos ha hecho retrasarlo hasta los 12 meses.

Por su sabor suave, es ideal para elaborar salsas finas y acompañar otros alimentos (arroces, huevos, legumbres...), y los niños suelen aceptarlos bastante bien. Se pueden cocinar hervidos, al vapor o a la plancha y añadir un poco de sal yodada a partir de los 12 meses.

No es conveniente recoger champiñones o setas silvestres a no ser que seamos verdaderos expertos en reconocer las especies comestibles, lo cual es bastante difícil. Nos arriesgamos a coger ejemplares venenosos o tóxicos por crecer en lugares inadecuados. Mejor consumir los champiñones que se comercializan, y lavarlos bien y cortar la parte con tierra antes de cocinarlos.

Recordemos tener en cuenta que con cualquier alimento nuevo que introduzcamos por primera vez en la dieta del pequeño habremos de estar atentos a cualquier reacción, así como hacerlo moderadamente, uno por vez, y ver si lo tolera o no.

La col o el repollo, los espárragos y champiñones formarán así parte de una dieta equilibrada, para los niños y toda la familia, en ensaladas o platos cocinados de múltiples maneras, y siempre combinándolo con otros alimentos que amplíen las fuentes de nutrientes beneficiosos y necesarios para el desarrollo.

Más información | Consumer, Botanical online, Euroresidentes Fotos | TheDeliciousLife en Flickr, woodleywonderworks en Flickr, Wikimedia Commons En Bebés y más | Verduras en la alimentación infantil: a partir d elos 12 meses (I), Miel, espinaca y remolacha, prohibidas para menores de un año, Introducir nuevos alimentos antes de tiempo

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