El parto es un proceso natural que no requiere ninguna clase de intervención médica, siempre que la seguridad de la madre y del hijo estén garantizadas. Sin embargo, en muchas ocasiones existe un exceso de intervención, como es el recurso innecesario en numerosos casos al uso de oxitocina para inducir el parto o a la realización de episiotomías.
Con el objetivo de que la mujer reciba una atención menos medicalizada e instrumental –y más humanizada-, en 2007 se aprobó en España la Estrategia de atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud, a instancias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que permite que la mujer pueda decidir el tipo de parto que quiere tener, siempre que no haya factores de riesgo. Así, incluye una serie de recomendaciones como limitar la oxitocina, evitar la rotura de la bolsa de aguas y la episiotomía, o desterrar actuaciones rutinarias como el rasurado perineal y la administración de un enema a la gestante.
LA 'ESTRATEGIA DE ATENCIÓN AL PARTO NORMAL' ESTABLECE MEDIDAS PARA UNA ATENCIÓN MENOS MEDICALIZADA E INSTRUMENTAL
Aunque han transcurrido casi diez años desde que se aprobó la estrategia, gran parte de las prácticas que promueve no están todavía normalizadas. Un informe de 2012 publicado por Sanidad mostraba que tan solo el 15,5% de los centros seguía todas las recomendaciones de ese Ministerio para atender los partos normales. No obstante, ante la demanda creciente de las mujeres y la postura favorable de numerosos profesionales sanitarios, muchos hospitales sí que ofrecen planes de parto humanizado, ya sean públicos o privados.
Los padres y el bebé, los protagonistas
Sin embargo, algunos centros van más allá y, junto al parto humanizado o respetado, impulsan lo que se conoce como parto natural. "Hacemos el acto de dar a luz más natural, tranquilo e íntimo, y que los padres y el bebé sean los verdaderos protagonistas. Eso sí, garantizamos en todo momento la vigilancia materno-fetal y proporcionamos el cuidado y la ayuda de los profesionales cuando sean necesarios”, señala Cristina Pérez Villalta, matrona del Hospital CIMA Barcelona.
Su programa Como en casa, inspirado en las casas de partos del sistema de salud británico, simula el ambiente cercano y tranquilizador del comedor de una casa para que la mujer se sienta, precisamente, como si estuviera dando a luz en su propio hogar. “Gracias a este programa, no encuentras tecnología visible, ni luces blancas, ni bombas de medicación. Hay un sofá, una silla de parto, pelotas de Pilates, así como fulares que cuelgan del techo para que la mujer pueda adoptar las posturas que más le ayuden. Puede poner música, regular la iluminación y llevar su propia ropa u objetos personales que le faciliten el trabajo de parto”, cuenta Pérez Villalta.
DENTRO DEL PROGRAMA COMO EN CASA, NO ENCUENTRAS TECNOLOGÍA VISIBLE, NI LUCES BLANCAS, NI BOMBAS DE MEDICACIÓN
“La unidad también dispone de una piscina de agua caliente: esta tiene beneficios demostrables a la hora de aliviar el dolor y los partos en el agua permiten una transición más suave en la llegada del bebé al mundo, que pasa de un medio acuático –en el útero materno- a otro que también lo es”. La mujer permanece en todo momento acompañada por una matrona y por su pareja o las personas que necesite tener cerca.
Beneficios del parto natural
Cuando le preguntamos a Pérez Villalta sobre el parto natural, esta matrona subraya que no interferir, salvo complicaciones, en el proceso fisiológico que supone traer al mundo una nueva vida, tiene unos beneficios claros. “Al no haber medicación del parto, se reducen las complicaciones ya que todo fármaco e intervención tiene su porcentaje de riesgo. Además, la mujer retoma la sensación de control y se siente enormemente satisfecha, aparte de que su recuperación es más rápida”, asegura. El parto natural también permite a la pareja “jugar un rol más importante porque su implicación es mayor”. En cuanto al bebé, “todo parto libre de intervención es siempre mucho más favorecedor”.
“AL NO HABER MEDICACIÓN DEL PARTO, SE REDUCEN LAS COMPLICACIONES YA QUE TODO FÁRMACO E INTERVENCIÓN TIENE SU PORCENTAJE DE RIESGO"
Una vez que ha nacido el niño, se evita la separación de madre e hijo, lo que mejora la adaptación del recién nacido al nuevo entorno fuera del útero materno. "Si es posible, hay que mantener el contacto piel con piel tanto tiempo como se necesite. Los cuidados rutinarios postnatales del bebé deben realizarse después", dice la matrona del Hospital CIMA Barcelona, que recuerda que los protocolos del programa Como en casa están indicados para aquellos embarazos que transcurren sin complicaciones y cuando se espera que el parto tenga lugar, igualmente, sin contratiempos.
El principal objetivo de los planes de parto humanizado que desarrollan muchos hospitales es que cada mujer viva el parto que desee, pero sin riesgos. Para ello, el primer paso es que la futura mamá reciba la información adecuada para poder elegir libremente, siempre que no quede comprometida su salud ni la del bebé. Luego, gracias a propuestas como el programa que ofrece el Hospital CIMA Barcelona, podrá tener una experiencia lo más natural posible, que le permita sentirse como en casa
Fotos: iStock | Kati Molin