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Salir a comer fuera con nuestro bebé y disfrutar es posible, te contamos cómo

Salir a comer fuera con nuestro bebé y disfrutar es posible, te contamos cómo
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Salir a comer o cenar en un restaurante de vez en cuando es una buena manera de desconectar y disfrutar, sobre todo en verano, cuando el buen tiempo invita a charlar en una terraza. Sin embargo, muchas veces hacerlo con nuestro bebé es complicado e incluso no nos atrevemos, pero si seguimos una serie de consejos podemos conseguir que este momento sea cómodo y placentero.

Hay que tener en cuenta también que salir a comer fuera invita a probar nuevas recetas y sabores, y esto es algo muy positivo para nuestros hijos y que debemos potenciar, además del aspecto más social y educativo de una buena comida en familia.

Elegir el restaurante adecuado

Como en casi todo con un bebé o un niño pequeño, la planificación y organización previa es muy importante. Así, elegir un buen lugar para hacerlo es básico. Si optamos por un restaurante kids friendly nos sentiremos más cómodos con nuestro bebé, pero también podemos dirigirnos a un lugar que no sea familiar si vamos bien preparados y escogemos el mejor momento. ¿En qué tenemos que fijarnos?

  • Que sea un lugar tranquilo, pero no excesivamente, es importante para que nuestro bebé esté cómodo sin que los padres nos sintamos fuera de lugar al mínimo llanto. Si el restaurante es al aire libre o dispone de mucho espacio (incluso un rincón de ocio infantil) será más fácil que los niños más mayores puedan también moverse a sus anchas.
Madre E Hija Restaurante
  • Que cuente con un buen servicio. Si el personal es amable, no tendremos ningún problema en que puedan adaptar algún plato al gusto o necesidades del niño (cambiar ingredientes o servir medias raciones), que nos calienten los biberones o la comida de casa o nos den todas las facilidades posibles. Por otro lado, si elegimos un restaurante en el que tardan demasiado tiempo en sacar nuestra comida o en el que apenas nos prestan atención, será complicado que todo marche bien sin que nuestro pequeño se canse.

  • Que el lugar cuente con tronas, cambiador en el servicio o un espacio en el que dejar nuestro carrito sin que moleste es algo a tener en cuenta para que estemos más cómodos. Sin embargo, si queremos ir sobre seguro, podemos optar también por llevar nosotros mismos una trona portátil como la silla elevador de Chicco. Esta trona se adapta a todo tipo de sillas, da igual su altura, y cuenta con una bandeja que puede quitarse para que el bebé coma en la misma mesa que nosotros. Además, se sujeta con unas correas ajustables que la hacen muy segura y que permiten que se pliegue para llevarla fuera como si fuera un bolso.

Trona Chicco
  • Que la temperatura sea la adecuada para nuestro bebé es muy importante. En ocasiones, muchos bares o restaurantes ponen el aire acondicionado demasiado frío, mientras que otras veces hace demasiado calor para estar en la terraza. Elegir bien la mesa puede ser fundamental para que la comida sea agradable.

Los niños son niños

Tenemos que tener en cuenta que los niños son niños, y que no podemos esperar que estén quietos más de una hora en una silla o que nuestro bebé no haga ningún ruidito mientras comemos, a no ser que esté dormido. Por eso, es básico entretenerles durante este rato. En muchos restaurantes nos ayudarán con pinturas y dibujos, o incluso menús o cartas que por el otro lado se pueden pintar o que traen pasatiempos.

Familia En Una Terraza

Tener a mano sus juguetes preferidos o un libro contribuirá a que pase el rato de la sobremesa o la espera de la comida. Hay quien recurre a la tablet o el móvil para entretener a los niños, una opción que puede ser de gran ayuda puntualmente, pero que tampoco podemos convertir en un hábito del que no puedan prescindir cuando salimos fuera. En este enlace, encontrarás alternativas para no tener que usar siempre estos dispositivos.

Además, hay que tener en cuenta sus horarios de siesta y la hora a la que comen. Si les hacemos esperar demasiado se sentirán cansados, hambrientos e irritables.

¿Y qué hacemos si el niño es mal comedor? Podemos optar por llevarle la comida en un tupper preparado en casa o que ya haya comido antes, mientras con paciencia, poco a poco, aprovechamos las salidas para que conozca y se acostumbre a nuevos platos y entornos.

Alguna vez también podemos hacer que coincida su hora de la siesta con nuestra comida, lo que nos dejará comer con toda tranquilidad si el bebé se encuentra cómodo en su carrito o silla. Este momento nos servirá para volver a conectar como pareja y tomar aire antes de concentrarnos de nuevo en la tarea de la crianza.

En cualquier caso, siguiendo estos consejos, disfrutaremos más fácilmente de una comida en familia.

En Momentos Chicco


Fotos | iStock: Wiktor Rzeżuchowski / monkeybusinessimages / encrier

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