¿Tu hijo saca todos sus juguetes pero después no juega con nada? Así afecta a los niños el 'síndrome del juego inacabado'

¿Tu hijo saca todos sus juguetes pero después no juega con nada? Así afecta a los niños el 'síndrome del juego inacabado'
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Vaciar cajones, armarios o baúles es una conducta muy normal -y positiva- si hablamos de bebés y niños pequeños. Haciendo esto entrenan las habilidades de vaciado y llenado, favoreciendo su motricidad, coordinación y desarrollo. Además, vaciar armarios resulta sumamente divertido, por lo que es normal que aprovechen cualquier descuido nuestro para poner el cuarto patas arriba.

Pero en este artículo vamos a dejar a un lado esta conducta habitual en los bebés y nos vamos a centrar exclusivamente en la forma en la que los niños interactúan con sus juguetes: cuándo llega el momento de jugar, ¿tu hijo esparce todos sus juguetes por el suelo, pero no juega con ninguno? ¿Su entretenimiento consiste en vaciar los cajones o baúles de juguetes y no prestarles después ninguna atención?

Este comportamiento, tan habitual en niños, tiene un motivo. Te explicamos cuál es y qué debemos hacer los padres ante ello.

'Síndrome del juego inacabado'

En general, podemos decir que nuestros hijos están saturados de juguetes. En las casas acumulamos una gran cantidad de ellos, sin ser conscientes de los prejuicios que esto tiene para los niños. Y es que estar rodeados de juguetes, lejos de ser fuente de diversión, resulta abrumador para los peques, merma su creatividad, les resta ilusión y perjudica su desarrollo.

El efecto negativos que tiene en el niño la abundancia de juguetes podemos observarlo fácilmente en días señalados como cumpleaños o Navidad.

¿Qué niño no se ha sentido tan abrumado ante sus regalos, que ha terminado abriendo las cajas casi de forma autómata, amontonándolas todas y sin prestar atención al contenido?

"¡Está emocionado!", justificamos enseguida los adultos cuando observamos su comportamiento. Pero lo que realmente le sucede es que se siente tan colapsado y aturdido que es incapaz de poner atención en lo que está haciendo, por lo que pasa de una caja a otra sin valorar lo que hay dentro.

Pero además de esta conducta en fechas señaladas, observas alguna de las siguientes:

  • ¿Tu peque se aburre habitualmente con sus juguetes?
  • ¿Vacía los cajones o armarios en los que guarda sus juguetes, los esparce por el suelo, pero no juega con ellos?
  • ¿Tienes la sensación de que su único entretenimiento consiste en convertir su habitación en un caos de juguetes?
  • Una vez revueltos todos los juguetes, ¿pasa por encima de ellos observándolos con recelo y sin saber qué hacer?
  • ¿Pierde rápidamente el interés en el juego o abandona al poco tiempo el juguete que ha cogido?
  • ...

"¡Es que me aburro!", es posible que te diga. Y los padres nos preguntamos cómo puede aburrirse teniendo de todo, sin ser conscientes de que ese es precisamente el motivo de su falta de creatividad y desinterés en el juego.

Los expertos llaman a este comportamiento "el síndrome del juego inacabado": el niño está tan abrumado por la cantidad de juguetes que tiene a su alrededor que, lejos de sentirse motivado y deseoso de jugar, experimenta una sensación de ansiedad, confusión y falta de creatividad que le llevan a mostrar apatía hacia el juego.

¿Qué podemos hacer para evitar el 'síndrome del juego inacabado'?

jugar

Mediante el juego, los niños aprenden a comunicarse, socializar, empatizar, mejorar la seguridad en sí mismos y adquirir diversas habilidades. Sabemos que el juego es un derecho del niño, y no solo es fuente de diversión y aprendizaje, sino que constituye una actividad fundamental para su desarrollo a lo largo de toda la infancia.

Por ello es sumamente importante que los padres fomentemos el juego de nuestros hijos, y evitemos prácticas que les hagan caer en el llamado 'síndrome del juego inacabado'.

Te damos algunos consejos para ello:

Menos es más

Los estudios han demostrado que los niños que juegan con menos juguetes lo hacen durante más tiempo y de una forma más beneficiosa para su desarrollo. Por eso, debemos procurar que nuestros hijos tengan un número muy limitado de juguetes, reduciendo su consumo, aplicando la regla de los cuatro regalos en Navidad y haciendo rotación de juguetes durante el resto del año.

Reducir el número de juguetes permite a los niños ser más creativos en el juego y apreciar lo que tienen, pues les estaremos educando en el valor de las cosas y no en la cantidad.

Ordenar su cuarto por rincones de juego

A veces, las habitaciones de las casas son muy pequeñas y los niños apenas cuentan con espacio para jugar. En estos casos, es recomendable organizar el cuarto por rincones de juego, pues además de aprovechar mejor el espacio, estaremos facilitando al niño su momento de ocio.

La organización del espacio por rincones es una técnica muy utilizada en Montessori para que los peques puedan organizar mejor sus ideas y elegir las actividades o juegos que quieren realizar.

Por ejemplo, en su habitación puedes dedicar un espacio con mesa y sillas para pintar, dedicar algún rincón a la lectura (con libros que estén a su alcance), dedicar otro espacio a los juguetes que fomentan el juego simbólico, a los disfraces... De esta forma, sus juguetes estarán separados por temáticas de ocio, por lo que le será más fácil buscar exclusivamente aquellos con los que desea jugar en ese momento.

Elige juguetes sencillos que potencien la creatividad

La industria juguetera está repleta de juguetes sofisticados; juguetes que hablan solos, que cantan, lloran, cuentan cuentos, se mueven, hacen piruetas, se iluminan con destellos de mil colores... Los niños los observan embobados, pero apenas juegan con ellos. Y es que, ¿qué pueden hacer, si el juguete ya lo hace todo en su lugar?

Cuanto más sofisticado es un juguete, menos lugar deja a la imaginación.

Por eso es recomendable elegir juguetes que permitan el juego creativo y sin condicionantes, adecuados a la edad del niño y lo más sencillos posibles. Este tipo de juguetes fomentan la imaginación y la creatividad, permitiendo que el niño sea el auténtico protagonista de su propio juego.

Evitar el uso de pantallas

Según los expertos, los niños dejan de jugar con juguetes cada vez antes y uno de los principales motivos de este "abandono temprano" es la irrupción de las nuevas tecnologías, las consolas y los dispositivos electrónicos.

Por eso, una de las mejores formas de fomentar el juego con juguetes es evitando el uso de pantallas, o haciéndolo en momentos muy puntuales y siempre atendiendo a las recomendaciones de uso por edad.

Fomentar el juego en la naturaleza

Jugar al aire libre no solo es esencial para la felicidad y el bienestar físico de los niños, sino que también repercute positivamente en su desarrollo cognitivo y cerebral, estimula su imaginación y favorece la adquisición de habilidades fundamentales para la vida.

Aunque en muchas ocasiones el ajetreado ritmo de vida que llevamos los padres puede complicar el hecho de que los niños pasen tiempo en contacto con la naturaleza -especialmente si vivimos en las grandes ciudades-, es fundamental que fomentemos este hábito y les animemos a jugar y explorar libremente cuando vayamos al campo o a la montaña.

En resumen...

Si quieres que tu hijo disfrute durante más tiempo del juego, beneficiándose de todos los aspectos positivos que tiene y estimulando al máximo su creatividad, ofrécele menos juguetes, opta por juguetes sencillos que den paso a la imaginación y potencia el juego libre y en la naturaleza. ¡Seguro que notas un gran cambio en su forma de jugar!

Foto de portada | Freepik


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