"La revolución educativa" es cosa de todos, señor Punset

"La revolución educativa" es cosa de todos, señor Punset
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"La revolución educativa" es un interesante documental de Punset que habla sobre la necesidad de reformulación de la tarea del educador en las aulas.

Sin embargo, Punset empieza el documental dejando de lado las responsabilidades de la familia en materia educativa, algo que esperemos que retome próximamente, porque el sistema educativo no se puede intentar "solucionar" o mejorar tan solo si cambian los maestros.

"La revolución educativa" no es cosa exclusiva de los maestros, es tarea de toda la sociedad, empezando por las familias (ojo, los profesores también tenemos familias e hijos que son alumnos), y la Administración.

Y desde luego que los educadores tienen mucho que ver, al fin y al cabo son su figura de referencia en el cole, pero la falta de recursos humanos y materiales, la falta de oferta de formación y reciclaje, la falta de implicación de las familias... todos estos puntos inciden en que, en muchas ocasiones, la escuela no funcione como sería deseable.

El documental no se las prometía demasiado buenas para los educadores en un principio, sin embargo enseguida vemos que los profesores que aparecen entrevistados son, a mi modo de ver, un ejemplo de lo que reivindican en el mismo, de la revolución educativa tan necesaria.

Lo que dicen los profesores

De hecho, a pesar de ese intentar "dejar aparte" a los padres y a las administraciones a la hora de plantear los fallos en la escuela, en las entrevistas a los profesores que podemos ver en el documental en varias ocasiones se menciona la responsabilidad de la Administración, de la falta de recursos y del desinterés de los padres.

Los profesores entrevistados comentan la dificultad de acercarse a los alumnos sin la colaboración de los padres, que muchas veces no se dejan ver por el centro educativo.

Podéis ver que quienes pronuncian estas palabras no son maestros desinteresados, carcamales o que repiten la lección sino profesores vocacionales que saben que son más que profesores y conocen la importancia de las emociones en el aula y de escuchar al alumno. Que se forman para mejorar su tarea docente, no sólo en lo académico sino en lo pedagógico y en la resolución de conflictos.

Estos profesores no son la excepción. Es a lo que yo estoy acostumbrada en mis años de docencia en distintos centros de trabajo en distintas ciudades y distintos niveles educativos.

Lo que dice el psicólogo

En el documental también se mezclan confusamente los límites entre la tarea del educador y de los padres. Las palabras finales del psicólogo entrevistado (que dudo mucho que haya pisado aulas infantiles como maestro) vemos cómo habla de la naturaleza del ser humano, en palabras del Dalai Lama.

Pero sus palabras no parece que impliquen a los profesores, sino, en primer lugar, a la familia. Porque, ¿de quién es tarea crear un vínculo afectivo con los pequeños?

El Dalai Lama utiliza ejemplos de animales y nos recuerda que nosotros mismos somos animales sociales y que hemos empezado, probablemente a lo largo de la evolución, a entender esa necesidad imperiosa de sentirnos queridos y de tener vínculos. Estas necesidades son una parte de lo que significa ser mamíferos porque después de nacer vivimos un largo período en que nuestra supervivencia depende de otros, y por eso dentro de nosotros tenemos esa semilla social y empática, porque nuestra propia supervivencia depende de dicha habilidad como especie. De ahí es de donde venimos.

También son remarcables otras palabras que el psicólogo entrevistado pronuncia relativas a las tareas de los profesores: que éstos sepan proporcionar a los alumnos modelos de comportamiento responsable.

¿Realmente es ésa la tarea de los maestros? ¿No deberíamos los padres ocuparnos de ser sus referentes y educadores en este sentido? ¿Qué puede hacer un maestro en clase con un niño que no conoce normas básicas de comportamiento, de relación o de respeto porque no las tiene en su casa?

Creo que las declaraciones del psicólogo no van muy bien encaminadas en estos aspectos, y me suenan mucho a lo que pronunciaría alguien que no conoce de primera mano la realidad del aula.

Aula

Buenas ideas para mejorar la educación

Algunas ideas con las que coincido de lo planteado en el documental son:

  • No nos sirven los maestros que destilen exclusivamente contenidos académicos
  • Es importante que los maestros aprendan a gestionar las emociones básicas de sus alumnos
  • La tarea de un maestro no vocacional es mucho más dura
  • El maestro ha de conocer la materia y también cómo impartirla
  • Se ha de estar atento a cada uno de los niños, a sus sentimientos
  • Se ha de propiciar en el aula un buen ambiente
  • El niño ha de sentir, experimentar para conocer lo que le rodea
  • Los alumnos se han de implicar en la resolución de conflictos
  • La importancia de la plástica y la música, artes que por desgracia ven reducidas su importancia y presencia en el sistema educativo
  • Los padres y profesores han de saber despertar la curiosidad de los niños
  • Las clases no han de ser estáticas
  • Las clases no se han de basar en la memorización, aunque ésta sea efectiva para determinadas tareas mentales.
  • Es necesario comprender y valorar la diversidad cultural e individual en el aula
  • Es necesario comprender y valorar lo que esos alumnos diversos tienen en común: las emociones

La revolución educativa ya está en marcha

Pero esta enumeración de ideas no nos ha de hacer pensar que están lejanas o que los maestros de nuestros hijos estén incapacitados para ser buenos educadores. Porque:

  • Por mi experiencia (no sé si es que me muevo en centros "raros", pero como digo el centro y las experiencias que se contemplan en el documental es muy parecido a lo que yo conozco) puedo afirmar que este tipo de maestros que simplemente "enseña" contenidos es realmente minoritario hoy día.
  • Sin duda, es importantísimo aprender a gestionar las emociones de los niños. Tanto, que si no lo hiciéramos desde hace un tiempo las aulas hubieran "explotado". De nuevo por mi experiencia, os aseguro que si muchos profesores no supieran gestionar las emociones de sus alumnos acabarían derrotados anímicamente (incluso físicamente en alguna ocasión). La tarea básica de las reuniones entre equipos educativos u orientadores, algo que sucede habitual y frecuentemente a lo largo del curso, está centrada en saber cómo acercarse a los alumnos, a sus casos particulares, a conocerlos, entenderlos y ayudarles a expresar sus emociones. A los alumnos se les intenta formar en el aprendizaje por sí mismos y en el espíritu crítico, algo en lo que por desgracia no ayuda el resto de la sociedad (léase televisión-basura).
  • No sé exactamente si conozco algún maestro no vocacional. Conozco algunos que han tenido que dejar las aulas por problemas de depresión, pero no sería capaz de decir si no tenían vocación y han acabado hastiados o si sus ganas de educar y de influir positivamente en sus alumnos se han visto derrotadas por no saber gestionar la realidad del aula. Puede haber un círculo vicioso en esta circunstancia.
  • Las clases se enfocan desde perspectivas prácticas y originales que estimulen al alumnado. Si esto es así en primaria y secundaria, que decir de la escuela infantil, donde los maestros cada vez salen mejor preparados para estas tareas.
  • En general, el profesorado no valora la memorización como modo de aprendizaje, pues se intenta la reflexión y el aprendizaje significativo. De hecho, en el documental las imágenes en que se ve a los niños memorizar son antiguas. No obstante, no se puede demonizar la memorización, como se explica en el documental y veremos más ampliamente.
  • La oferta en formación pedagógica y psicológica para educadores es cada vez más amplia, aunque por supuesto siempre mejorable en cuanto a variedad temática, accesibilidad...
  • La mayoría de centros incorpora programas de resolución de conflictos en los que se implican los distintos miembros de la comunidad.
  • Es difícil conseguirlo en aulas masificadas, pero se intenta la enseñanza individualizada que tiene en cuenta las diferentes capacidades de cada alumno.
  • La mayoría de centros, como se comenta en el propio documental, también incorpora programas de comprensión y aceptación de la diversidad cultural. Algo que algunas veces, por desgracia, choca con las ideas de las familias.
  • No hay mayor satisfacción para un maestro y prueba de que su tarea educativa sí ha funcionado que oír decir a sus alumnos lo que han logrado a lo largo del curso, y no hablamos sólo de logros académicos. Para que los alumnos consigan esos logros, no hay que pedirles lo que no son capaces de alcanzar. En el documental muchos de los alumnos reconocen sus pequeños (o grandes) triunfos, que pueden ser desde aprender a hablar y escribir mejor a atender, conseguir amigos, no discutir, ser responsable y otras cuestiones de crecimiento personal.

Creo que este último punto es el más importante para cualquier maestro, el saber que, en palabras de Punset, ha educado el corazón del alumno.

La revolución educativa está en marcha, y es cosa de todos. No es tarea fácil, y hay mucho por mejorar y trabajar con el esfuerzo de todos los implicados. Estoy deseando ver los próximos documentales de Punset que enfoquen esta problemática desde las otras perspectivas, para cerrar este complejo círculo que de otra manera queda incompleto.

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