Propuestas para cambiar la Educación: la conciencia del propio poder

Propuestas para cambiar la Educación: la conciencia del propio poder
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Hoy seguiré explicando cuales serían mis propuestas para mejorar realmente la Educación en España, propuestas que van más allá de las sucesivas leyes que vamos a encontrar a lo largo de nuestra vida y que espero que puedan mejorar la experiencia de alumnos, maestros y padres. La propuesta que os hago hoy es la de ser conscientes de vuestro poder como educadores.

Sin duda las personas que más influyen en la vida de los niños son sus padres, pero también lo son sus maestros. Pasarán con ellos muchas horas al día, les ayudarán a construir su personalidad y sus valores cívicos, les acompañarán en la adquisición de conocimientos y competencias y, sobre todo, serán figuras adultas de referencia con las que se sentirán apegados emocionalmente.

Y eso es tener un enorme poder en el presente de los niños y en el futuro de la sociedad.

El maestro, en España, no goza de especial reconocimiento social, su labor no recibe la compensación económica acorde con su gran dedicación y responsabilidad, todo eso es cierto. Pero no por ello es menor el poder que en ellos hay. Y un gran poder supone una gran responsabilidad.

De lo que el maestro transmita y de como use su lenguaje hacia el niño dependerá en gran medida su autoconcepto, la imagen de él mismo, su autoestima. El maestro le dará al niño el poder de ser él mismo y de saberse capaz de lograr sus objetivos, descubrir sus talentos y desarrollar su pasión por áreas de conocimiento, temas concretos o formas de trabajar. Es un poder enorme.

El niño absorbe todo lo que le rodea. De la actitud del maestro, de su respeto, empatía, dedicación y alegría aprenderá más que de los libros o los contenidos.

Es más, un maestro puede crear en el niño inseguridad y hacerle sentir poco capaz, o puede catapultarlo hacia la confianza en conseguir cumplir sus sueños. Si le haces pensar que es lento o vago, lo será. Si le observas con amor, se sentirá querido. Si lo alientas y acompañas podrá superar las dificultades.

Un maestro puede ayudar a que un niño que no es respetado en su casa o incluso maltratado descubra que es merecedor de respeto y buenos tratos. Un niño con dificultades en su aprendizaje puede depender en gran medida, de la formación y cariño de un maestro para descubrir la forma en la que él puede aprender.

El maestro consciente de su gran poder descubre que, aunque el entorno no sea adecuado, debe seguir con su formación humana, profundizando en el conocimiento y en la pedagogía respetuosa, atreviéndose a llevar a cabo reformas en su propia manera de trabajar, desarrollando una sana autocrítica.

Los maestros, también humanos, tendrán días malos, problemas, cansancio. No serán perfectos, pero si cada mañana recuerdan y se hacen conscientes de su gran poder sobre la vida de sus alumnos, serán mucho más capaces de llevar a cabo la labor que esos niños merecen.

Cada mañana, recordadlo, pensadlo y tomadlo como lema: tenéis un gran poder. No todo lo que tengo que decir sobre la Educación y los maestros son críticas al sistema memorístico y los castigos, que seguiré criticando, también tengo que deciros que estoy segura que vosotros, los maestros y educadores, podéis cambiar el sistema de enseñanza desde el corazón.

Por todo esto creo que una propuesta realmente efectiva para mejorar la Educación es ayudar a los maestros a ser conscientes de su gran poder.

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