Necesitamos normas

Necesitamos normas
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Los seres humanos vivimos en comunidades: la familia nuclear y extensa, la comunidad, los grupos educativos o de ocio y la sociedad en general. Para poder convivir ejerciendo nuestra libertad pero respetando la de los demás, ejerciendo nuestros derechos pero sin pisar los de los demás necesitamos normas.

Las normas son necesarias para los niños

Para los niños, que están aprendiendo a convivir, las normas son muy importantes. Les ayudan a entender que comportamientos son aceptables y cuales no lo son, permiténdoles además desarrollar sus propios mecanismos para canalizar los deseos y las emociones.

Conocer y experimentar las normas es una experiencia indispensable para su desarrollo global como personas. Son, en resumidas cuentas, un derecho que tienen.

Sin embargo no siempre entendemos así las normas. Las usamos para controlar sus impulsos naturales e incluso su creatividad o su expresión. Los niños, como pequeñas crías de mamífero y personas humanas dotadas de racionalidad y sentimientos, no son adultos en miniatura y sus necesidades no siempre concuerdan con lo que consideramos aceptable. Por eso las normas no son entelequias fijas ni leyes para beneficio de los deseos de los adultos.

Sobre todo, los niños, necesitan que las normas sean entendibles y asumibles, coherentes, responsables y respetadas por los adultos. Para ellos es el ejemplo, y no la imposición oe la amenaza, la mejor manera de hacerles interiorizar las normas.

El o los adultos de referencia, en una ratio casi de uno a uno, es decir, sus padres o personas queridas por ellos y que los amen, son el mejor guía para entender la necesidad de las normas y sus límites.

Pactar y explicar las normas

Hay que permitirles cuestionarlas y participar en su formulación, siempre, por supuesto, dentro de la lógica y el respeto por todos los miembros de las comunidades en las que se fijen.

Cada familia tiene que poner sus propias normas, según sus costumbres e ideas, pero siempre con algunos puntos en común que ayudarán a hacer la convencia más agradable para todos e incorporar a los niños a las normas como un elemento de seguridad y confort, no como una imposición adulta no comprendida.

Algunas ideas para desarrollar nuestras propias normas con una base sólida serían no usar la violencia ni la amenaza, no usar el castigo físico ni psicológico, no amenazar con retirar el amor o los cuidados.

Además, las normas deben ser conocidas y expresadas previamente, permitirse que se cuestionen o se pregunte sobre su necesidad, explicar, dentro de los límites del desarrollo de cada niño, las razones para ponerlas y siempre poner normas que defiendan y protejan el interés y los derechos de los niños: la seguridad, la salud y su integridad física, emocional y moral.

Como decía, ser abiertos a las preguntas y los cuestionamientos es la gran receta. Permite al niño expresar sus dudas sin miedo y con confianza, sin temer castigos, siendo escuchado.

Por supuesto, habrá normas que los niños no quieran aceptar o no entiendan. Siempre, en las cosas realmente importantes, hay que entender que, una vez intentada la negociación, los adultos tendremos la última palabra pero siempre explicando las razones con cariño y respeto.

La formulación de las normas, dentro de los límites de la pura prudencia, pueden cambiar a medida que pasan los años.

La Constitución de mi hogar

Nosotros, por ejemplo, hemos escrito una Constitución de nuestro hogar. Es fruto de años de trabajo y de un estudio común sobre los derechos y necesidades de ambos. Os la dejo, por si puede daros ideas, pero, por supuesto, como decía, cada familia es un mundo, y muchas de nuestras normas solamente nos funcionan a nosotros.

Esta es la Constitución de mi casa y es la ley que todos debemos respetar para vivir en paz e igualdad. La celebramos con una fiesta y hasta nos hicimos unos gorros frigios para representar que la libertad necesita unas normas comunes para poder ser ejercida.

Articulo primero: Todos los miembros de esta familia tenemos que tratarnos con respeto y somos libres, aunque cada uno deba tener obligaciones diferentes por su edad. Artículo segundo: Todos somos iguales ante la ley y no se puede discriminar a nadie por edad, sexo, religión u opinión. Artículo tercero: Está prohibido castigar, pegar, insultar, humillar o gastar bromas que hagan daño. Artículo cuarto: Todos tenemos derecho a tener opinión propia y a expresarla sin miedo. Artículo cinco: Todos tenemos que cuidarnos, protegernos y ser cariñosos. Artículo sexto: Todos tenemos que cuidar la casa, limpiarla y ordenarla, cada uno según su edad y posibilidades. Artículo séptimo: Hay que quitarse los zapatos de la calle al entrar en casa. Artículo octavo: No se pude uno meter en la cama con ropa de calle. Artículo noveno: Hay que recoger la mesa después de comer. Artículo décimo: Cada uno comerá hasta la cantidad que le apetezca y no hay comer lo que no guste o no apetezca. La comida no es una obligación, pero si lo es el alimentarse sanamente. Artículo once: No se permite fumar si hay niños en casa. Artículo doce : Todos tenemos derecho a nuestra intimidad, a que se llame a la puerta si estamos en nuestra habitación y que no se entre sin permiso. Artículo trece: Todos los dias hay que aprender algo. Artículo catorce: Está prohibido mandar estudiar algo de memoria. Artículo quince: Hay que dormir cuando uno tenga sueño pero hay que ser responsable ya que el descanso propio y de los demás debe ser respetado. Artículo dieciséis: Hay que reciclar. Artículo diecisiete: Hay que recoger después de jugar. Artículo dieciocho: La ropa no se puede dejar amontonada encima de las camas, hay que guardarla. Artículo diecinueve: No se puede invitar a nadie sin permiso del otro. Artículo veinte:: Los adultos deben aconsejar a los niños y cuidar de ellos, explicándoles las razones de las normas y de las cosas que consideren necesario hacer en cada momento.

Las normas, cuando los niños son muy pequeños, las debemos poner nosotros, pero a medida que crecen y aprenden, con nuestro ejemplo, el respeto y la responsabilidad, podemos consensuarlas y hasta tenerlas escritas. ¿Que pensáis vosotros sobre las normas y la posibilidad de pactarlas y explicarlas?

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