Nada de sal en la comida del bebé

Nada de sal en la comida del bebé
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Durante el primer año de vida el sistema renal es aún inmaduro para procesar grandes cantidades de sodio, así que la recomendación para cuando se empieza a introducir la alimentación complementaria, a partir de los seis meses, es no agregar nada de sal en la comida del bebé.

El sodio es un mineral necesario para el organismo, pero no en grandes cantidades ya que un exceso puede afectar seriamente la salud de las arterias a largo plazo aumentando el riesgo de enfermedades como hipertensión arterial o aumento del colesterol.

Los riñones del bebé aún son muy pequeños para manejar grandes cantidades de este mineral, por lo que el puré, las papillas o demás comidas que les preparemos deben ser en lo posible naturales, sin conservantes y sin agregado de sal.

Se recomiendan 120 mg de sodio por día hasta los 5 meses y 200 mg diarios entre los 5 y los 12 meses. Ya de por sí el sodio que contienen los alimentos cubren las necesidades diarias, valores que fácilmente se pueden superar si se agrega sal, conservantes, caldos comerciales u otros alimentos industriales a la dieta del bebé.

Se estima que hasta el 75 por ciento de la sal que consumimos proviene de los alimentos y no del salero, así que por eso también es importante que leamos los etiquetas de los alimentos que compramos.

Tal vez pensemos que a los niños no les afecta tanto el consumo de sal como a los adultos, pero si los acostumbramos desde pequeños a las comidas saladas irán desarollarando cada vez una mayor apetencia de sal.

En cambio, si su paladar se acostumbra a alimentos naturales, ésto repercutirá en una mejor calidad de vida en la edad adulta.

La recomendación es nada de sal en la comida del bebé. Para que no quede sosa, podéis añadir especias que aportan sabor y buenos nutrientes.

Vía | Vitónica
Foto | benklocek en Flickr
En Bebés y más | Consumir poca sal durante la infancia equivale a una mejor calidad de vida en la edad adulta

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