Adolescentes perfeccionistas y exigentes consigo mismos: cómo ayudarles a encontrar el equilibrio

Adolescentes perfeccionistas y exigentes consigo mismos: cómo ayudarles a encontrar el equilibrio
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En la etapa de la adolescencia, es común que muchos jóvenes se vuelvan extremadamente exigentes consigo mismos, enfrentando altos niveles de autoexigencia que pueden llevar a un estrés y ansiedad significativos.

En este artículo analizamos las causas detrás de esta presión autoimpuesta. También ofreceremos consejos prácticos para brindarles un apoyo efectivo y que puedan gestionar adecuadamente su perfeccionismo, algo que les ayudará a desarrollar una mentalidad más equilibrada y compasiva hacia sí mismos.

Adolescentes perfeccionistas y muy exigentes consigo mismos: causas habituales

Hay diversas causas detrás de los adolescentes perfeccionistas y altamente exigentes consigo mismos. Algunas de las más habituales son:

  1. Expectativas externas: La presión social, familiar o académica puede llevar a los adolescentes a sentir la necesidad de cumplir con altas expectativas impuestas por otros.
  2. Búsqueda de validación: Los adolescentes pueden creer que su valía depende de su éxito y logros, lo que los lleva a esforzarse excesivamente para demostrar su valía a los demás y a sí mismos.
  3. Miedo al fracaso: El temor a cometer errores o fallar puede impulsar a los adolescentes a ser perfeccionistas como una forma de evitar la crítica y el rechazo.
  4. Comparación social: La comparación constante con sus pares en aspectos académicos, apariencia y logros puede llevar a los adolescentes a sentir la necesidad de superar a los demás para sentirse aceptados o valorados.
  5. Autoexigencia interna: Algunos adolescentes pueden establecer estándares imposiblemente altos para sí mismos debido a su propio perfeccionismo interno, lo que los lleva a ser autoexigentes.

Es importante reconocer estas causas para poder brindar el apoyo adecuado y ayudarles a desarrollar una perspectiva más saludable hacia sus logros y su autoestima.

Consejos prácticos para apoyar a estos adolescentes

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Imagen de Freepik

Para apoyar a los adolescentes autoexigentes y perfeccionistas, es fundamental ofrecerles un ambiente de apoyo y comprensión. Cada adolescentes es único, y el apoyo que les ofrezcamos debe adaptarse a sus necesidades individuales, aunque aquí te ofrecemos algunas ideas generales para empezar a acompañar a tu hijo adolescente.

1. Fomenta una comunicación abierta

Crea un espacio seguro donde los adolescentes se sientan cómodos compartiendo sus sentimientos y preocupaciones. Escucha activamente y muestra empatía para comprender sus inquietudes. Esto les ayudará también a confiar en ti y que poco a poco se abran emocionalmente.

2. Refuerza el valor del esfuerzo

Los adolescentes exigentes se centran mucho en los resultados. Por eso, es importante enfatizar la importancia del proceso de aprendizaje y crecimiento personal, más que los resultados finales. Ayúdales a entender que los errores y desafíos son oportunidades para aprender y mejorar.

3. Establece con él expectativas realistas

Es habitual que estos jóvenes busquen constantemente mejorar; sin embargo, las metas que proyectan son poco realistas, porque la perfección no existe, siempre se está "luchando" por alcanzarla, algo tremendamente agotador.

Por ello, ayuda a los adolescentes a establecer metas alcanzables y realistas. Enséñales a apreciar el progreso en lugar de buscar la perfección absoluta en todas las áreas.

4. Enséñale habilidades de afrontamiento

Otra idea para trabajar esta autoexigencia con los adolescentes es ayudarles a desarrollar estrategias para manejar el estrés y la ansiedad, como la práctica de la respiración profunda, la meditación o el ejercicio físico. Muchas veces estos jóvenes se autoboicotean, tienen un discurso muy duro hacia sí mismos y por lo tanto, recurren a estrategias poco adaptativas para regularse. Ayudémosles a equilibrarse.

5. Fomenta el autocuidado y el equilibrio

Por otro lado, es importante enseñarles la importancia de cuidar de sí mismos, tanto física como emocionalmente. Ayúdales a equilibrar su vida entre tantas responsabilidades que se exigen y momentos de descanso, relajación y ocio.

6. Modela una actitud compasiva

Demuestra comprensión y autocompasión en tu propio comportamiento y en cómo te hablas a ti mismo, para que ellos apliquen lo mismo. De esta forma, los adolescentes aprenderán a ser menos duros consigo mismos si ven ese tipo de comportamiento en los adultos cercanos. "No pasa nada", "inténtalo la próxima vez", "todos nos podemos equivocar", "lo has hecho genial", son ejemplos de frases autocompasivas.

7. Proporciona apoyo académico

Si el perfeccionismo de tu hijo adolescente está relacionado con el rendimiento académico, ofrécele ayuda con la organización, la planificación y las habilidades de estudio. Esto puede ayudarle a reducir la presión y a aumentar la confianza.

8. Anímale a hacer otras actividades

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Muchas veces, los adolescentes exigentes y perfeccionistas centran toda su energía en las responsabilidades, en los estudios, en "hacer las cosas bien"... Por ello es tan importante que equilibren su tiempo; para lograrlo, podemos animarles a involucrarse en actividades que les interesen y les proporcionen alegría, sin enfocarse únicamente en el rendimiento y el éxito.

9. Considera la terapia

Finalmente, si el perfeccionismo y la autoexigencia están afectando significativamente el bienestar emocional y la calidad de vida de tu hijo adolescente, y sientes que la situación os supera, puede ser beneficioso para todos buscar la ayuda de un psicólogo clínico infantojuvenil, que os ofrezca pautas familiares e individuales para poder abordar la situación y reducir el estrés que genera.

Foto | Portada (Freepik)

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