Por qué no es seguro que el bebé duerma en la hamaca o el columpio

Por qué no es seguro que el bebé duerma en la hamaca o el columpio
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El sueño del bebé es uno de los temás más importantes durante los primeros años como padres. No solo porque debemos asegurarnos que descansen lo necesario, sino porque durante los primeros meses debemos tener especial cuidado y atención con la forma en la que deben dormir.

Sobre este tema, pediatras y expertos en salud infantil han compartido diversas recomendaciones para un sueño seguro, haciendo especial énfasis en que los bebés duerman siempre sobre su espalda y en una superficie plana.

Sin embargo, son muchos los padres que dejan a sus bebés dormir en productos como hamacas y columpios, pensando que al dormir boca arriba estarán seguros. Te explicamos por qué no es seguro que el bebé duerma en superficies inclinadas como éstas.

La mejor posición para dormir al bebé

Desde la década de los noventa, la Academia Americana de Pediatría (AAP) comenzó una campaña que indicaba la posición más segura para dormir a los bebés: sobre su espalda. A lo largo del tiempo, esta recomendación se ha mantenido, reduciendo considerablemente los casos de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).

Pero además de colocar al bebé sobre su espalda, hay otras medidas que debemos tomar para asegurarnos que el bebé no corra riesgos al dormir. Una de ellas, está relacionada con el tipo de superficie en la que dormirán, señalando que ésta deberá ser firme y plana.

Desafortunadamente, éste último punto no es conocido por todos los padres, y muchos erróneamente asumen que con el simple hecho de dormir boca arriba -independientemente de dónde lo hagan- los bebés estarán seguros. Pero no es así.

El peligro de las hamacas y columpios

Hamaca

Hace un par de años, salieron a la luz una serie de casos en los que se relacionaba la muerte de algunos bebés con el uso de una hamaca. Tras analizar los casos y realizar diversas investigaciones, se encontró que en total había 73 muertes infantiles relacionadas con el uso de hamacas mecedoras o productos para dormir con inclinación.

A raíz de eso, Estados Unidos decidió prohibir por ley la fabricación, distribución y venta de hamacas inclinadas, así como de los protectores de cuna, otro producto ampliamente usado entre los padres que pone en riesgo la salud de los bebés.

En esta nueva ley, se especifica que "las hamacas inclinadas para bebés son aquellas diseñadas para los bebés de hasta un año y que tienen una superficie con una inclinación mayor a 10 grados".

Unas semanas después de esta noticia, la AAP ha publicado una nueva actualización en sus recomendaciones para un sueño seguro, en donde enfatiza la necesidad de que los bebés duerman boca arriba sobre superficies planas no inclinadas y sin ropa de cama blanda.

La muerte de un bebé es trágica, desgarradora y, a menudo, prevenible. Si hemos aprendido algo, es que lo simple es lo mejor: los bebés siempre deben dormir en una cuna o moisés, boca arriba, sin peluches, almohadas, mantas u otra ropa de cama”, explica en el comunicado de la AAP la doctora Rachel Moon, autora del reporte técnico que reúne la evidencia para estas nuevas recomendaciones.

¿Por qué no son seguros para dormir?

Como lo hemos mencionado, una de las principales características de hamacas y columpios es la inclinación que tienen y que el bebé adopta al estar colocado en ellos. El problema, es que esa posición no es segura para los bebés.

Cuando un bebé se queda dormido en una hamaca o columpio (o en su silla para el coche) corre el riesgo de sufrir asfixia postural o posicional. Como su nombre lo dice, es aquella que sucede cuando los bebés quedan dormidos en una posición que dificulta su respiración, pues ellos aún no son capaces de sostenerse por sí mismos y mantenerse sentados, especialmente los recién nacidos.

Debido a la inclinación que tienen las hamacas y columpios, el cuerpo del bebé se flexiona sobre sí mismo por la fuerza de gravedad, adoptando una forma de "C", haciendo que sea difícil para ellos expandir tórax y abdomen para respirar correctamente. Si permanecen un tiempo prolongado en esa posición, el riesgo de asfixia es muy grande y puede terminar en la muerte del bebé.

¿Qué hago si ya tengo una en casa?

Sabemos que muchos padres se harán esta pregunta, por lo que queremos recalcar que la advertencia está relacionada con el hecho de dejar que los bebés duerman en ellos.

Si ya tenemos en casa una hamaca o columpio, podemos continuar usándolo pero siempre vigilándolo, siguiendo precauciones muy específicas y jamás dejando que el bebé se quede dormido en ellos.

En caso de que nuestro bebé se quede dormido al estar en una hamaca o columpio (o en la silla del coche, que también tiene inclinación), habremos de pasarlo a una superficie firme y plana.

Foto de portada | Kevin Keith en Unsplash

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