Si dices estas tres frases a tus hijos todos los días, se volverán personas con una gran inteligencia emocional

Si dices estas tres frases a tus hijos todos los días, se volverán personas con una gran inteligencia emocional
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Educar a nuestros hijos en inteligencia emocional no solo es importante porque les ayuda a tener una mejor gestión y comprensión de sus propias emociones, ya que también es algo que puede influir enormemente en sus relaciones sociales a corto y largo plazo.

En este sentido, existe una amplia variedad de herramientas, técnicas y métodos que podemos utilizar como recursos efectivos para ayudarles a desarrollar su inteligencia emocional, y que van desde el control de las emociones hasta la adecuada expresión y comunicación con los demás.

De acuerdo con Jenny Woo, investigadora de inteligencia emocional y educadora formada en Harvard, lo que decimos a nuestros hijos en el día a día también es esencial. Por ello, comparte tres frases que recomienda decirles todos los días, para que se conviertan en personas con una gran inteligencia emocional.

1) "¿Cómo describirías este sentimiento?"

Para los niños no siempre es fácil describir o explicar lo que sienten y es normal que se les dificulte o haya confusiones a la hora de definir sus emociones. Por ejemplo, nuestro hijo puede decirnos que se siente triste, cuando en realidad lo que siente es soledad o se siente incomprendido o frustrado por algo en particular.

Woo, además de recordar que no debemos catalogar las emociones como "buenas" o "malas", comparte algunos consejos sobre los momentos en los que podemos usar esta frase para integrarla de manera natural en nuestras conversaciones diarias:

  • Mientras escucháis o cantáis una canción, describid los sentimientos que evoca la canción.
  • Cuando veáis un programa de televisión juntos, hablad sobre las posibles emociones que podrían sentir los personajes y cómo os sentiríais si estuvieran en la misma situación.
  • Hacia el final del día, tened una conversación sobre las emociones experimentadas ese día.

2) "No estoy en mi mejor momento hoy, y está bien"

Una de las mejores formas de enseñarle a nuestros hijos sobre las emociones, es con nuestro propio ejemplo. Como padres a veces pensamos que debemos mostrarnos siempre con una cara alegre y una actitud optimista, pero nuestros días malos o pesados también pueden aportarles un aprendizaje a ellos (y a fortalecer los nuestros).

"Debemos modelar una expresión emocional saludable compartiendo nuestros sentimientos de manera que nuestros hijos puedan entender. Esto no significa abrumarlos con nuestros problemas, sino mostrar que es normal sentir una variedad de emociones y hablar de ellas abiertamente", explica Woo.

"Cuando trabajamos abiertamente nuestras propias emociones, demostramos a nuestros hijos que es normal tener emociones intensas, y lo importante que es hablar sobre nuestras acciones y enmendar nuestros errores."

3) "Tus emociones son reales y válidas"

Validar nuestros sentimientos es una de las partes más importantes de una buena inteligencia emocional. Saber identificar y darle validez a lo que sentimos no solo nos ayuda a autoregularnos, sino que también es una forma de conocernos mejor y analizar qué fue lo que nos hizo sentirnos así.

Con nuestros hijos, es especialmente importante y esencial que lo hagamos: "Debemos atender los sentimientos de nuestros hijos co-regulando con ellos. Evitemos minimizar sus roces emocionales con frases despectivas como, 'Supéralo' o 'No es para tanto'. Para un niño, los sentimientos son muy reales y pueden ser abrumadores", dice Woo.

Como aportación final, la experta nos deja tres ejercicios que pueden ayudarnos a manejar mejor las emociones, nuestras y de nuestros hijos, en momentos o situaciones difíciles:

  • Nubes de calma. Respira lenta y profundamente por la nariz. Imagina que reúnes todos tus sentimientos desagradables. Exhala y visualiza que soplas esas emociones como nubes oscuras. Piensa: "Inhala calma, exhala tormenta."
  • Transformación con risas. Cuando vuelvas a sentir vergüenza al recordar algo embarazoso que hiciste, dale un giro añadiendo detalles tontos. Transfórmalo en una historia absurda y ríete bien de esta nueva y divertida versión.
  • Tararea con la boca cerrada. Elige tu canción favorita y tararea con la boca cerrada. Siente las vibraciones extendiéndose por tu cuerpo y el estrés comenzando a desvanecerse.

Foto | prostooleh en Freepik

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