
Cuando estamos esperando un bebé, la fecha de parto nos puede parecer una línea de meta a la que llegaremos después de una larga espera. Es por ello que, durante las últimas semanas, solemos estar atentas a los síntomas que nos indican que se acerca el nacimiento de nuestro bebé.
Sin embargo, hay ocasiones en los que esos síntomas que se presentan no indican que el parto es inminente y se trata, en realidad, de un falso trabajo de parto.
¿Cómo podemos diferenciarlo del verdadero? Te damos las señales clave para identificar si se trata del falso trabajo de parto.
Las contracciones en el embarazo
Probablemente todas las mujeres sepan que, llegado el momento del parto, se sentirán unas fuertes contracciones que ayudarán a expulsar al bebé. Pero lo que quizás no todo el mundo sabe, es que éstas pueden sentirse desde mucho antes.
Sucede que a partir de la semana 20 de embarazo, el útero comienza una especie de entrenamiento para el parto, en el que se prepara teniendo lo que se conoce como contracciones falsas, también llamadas contracciones fisiológicas o de Braxton Hicks.
En principio, estas tienen una función similar a las contracciones reales: contraen los músculos y ayudan con el borramiento del cuello uterino. Pero en realidad se trata de un falso trabajo de parto, pues todavía no es momento de que nazca el bebé.
¿Cómo diferenciar el falso trabajo de parto del verdadero?
Si somos primerizas, puede ser un poco difícil saber si las contracciones que sentimos son parte del falso trabajo de parto o si realmente el bebé ya está por nacer. Pero si aprendemos a reconocer sus señales, podremos identificarlas más fácilmente.
Estas son las señales que nos indican que se trata de un falso trabajo de parto:
La barriga se pone dura, pero no son dolorosas. En ambos casos, las contracciones hacen que la barriga se ponga dura. Pero a diferencia de las contracciones reales, en el falso trabajo de parto no son dolorosas.
Son cortas. Las contracciones que se sienten en el falso trabajo suelen ser breves, durando entre 30 y 60 segundos, mientras que las contracciones reales duran aproximadamente entre los 60 y 90 segundos.
No son regulares. Su frecuencia es baja (aproximadamente una cada hora), pero aumentan a medida que se desarrolla el embarazo. Las contracciones reales, en cambio, se producen cada períodos regulares con una frecuencia de 3 a 5 contracciones cada 10 minutos.
Su ubicación. Las contracciones falsas suelen sentirse en el bajo abdomen y en las ingles, mientras que las verdaderas comienzan en la espalda y se irradian hacia delante extendiéndose hacia la parte baja del abdomen.
Desaparecen al descansar o cambiar de posición. Cuando se trata del falso trabajo de parto, las contracciones suelen desaparecer cuando cambiamos de posición o tomamos un descanso. En cambio, las contracciones de parto reales se intensifican con la actividad.
¿Cuándo preocuparse?
Si las contracciones que sentimos son como lo que acabamos de describir, no hay motivos para alarmarse ni ir al hospital. Sin embargo, hay ciertas condiciones en las que la presencia de contracciones sí merecen consultar al médico:
- Si tienes más de 4 contracciones por hora antes de la semana 36 de embarazo o más de 5 contracciones cumplida la semana 36.
- Si sientes contracciones acompañadas de dolor abdominal, de espalda o pélvico, o de cualquier tipo de flujo vaginal inusual.
- Si tienes historial de parto prematuro.
Foto de portada | Jeferson Santu en Unsplash